Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 172

Jiang Sese disfrutó del día con Jin Fengchen en la isla y regresaron a casa al día siguiente.

En su vuelo de regreso a casa, Jiang Sese miró por la ventana y no pudo evitar decir: "Lástima que Xiaobao no esté aquí con nosotros".

"Si tan solo pudiera tener al pequeño aquí", pensó Jiang Sese, sintiendo pena por no tenerlo aquí.

Jin Fengchen dijo: "Siempre podemos traerlo la próxima vez".

Jiang Sese no respondió. Sus ojos parpadearon. "¿La próxima vez? ¿Habrá una próxima vez? No lo creo".

El día anterior fue como un sueño para Jiang Sese, y sabía que mantendría ese recuerdo con ella para siempre, junto con ese Jin Fengchen diferente.

Cuando Jiang Sese regresó, lo primero que hizo fue ir a su oficina a informar.

De vuelta en la oficina, Su Shan elogió a Jiang Sese nuevamente.

"El Presidente Yu me contactó y parece que lo impresionaste. Buen trabajo. Vuelve a casa y descansa un poco ahora. Te veré en la oficina mañana".

Jiang Sese sonrió. "Está bien. Gracias, Gerente Su".

Después de dejar la oficina de Su Shan, Jiang Sese recibió muchas felicitaciones de sus colegas por haber logrado otro gran proyecto.

Jiang Sese les dio las gracias y luego fue al baño. Se encontró con Han Jing cuando salió.

Sus ojos se encontraron y Jiang Sese detectó animosidad por parte de Han Jing. Decidió ignorar este último, pero Han Jing le bloqueó el camino.

"Jiang Sese, ¿por qué eres tan engreída? ¿Qué trucos sucios usaste esta vez para conseguir ese trato?", Han Jing dijo con desdén.

Aunque Su Shan le había dicho a Han Jing que Jiang Sese se había quedado despierta durante la noche para redactar el plan de negocios e iba al banquete cuando estaba enferma, Han Jing simplemente no creería que Jiang Sese lo había logrado solo con su capacidad. Después de todo, Han Jing estaba convencida de que si no podía persuadir al Presidente Yu después de un mes, Jiang Sese tampoco debería poder hacerlo.

"Escuché que incluso te desmayaste en ese banquete. Jiang Sese, eso no estuvo nada mal, ganarse la simpatía fingiendo estar enferma. ¿El Presidente Yu te llevó al hospital? ¿Qué pasó después de eso? ¡Cuéntame todo! Me encantaría saber cómo sedujiste al Presidente Yu para conseguir ese trato. Podría aprender un par de cosas".

El rostro de Jiang Sese se oscureció. Se dio cuenta de que Han Jing estaba celosa y decidió ignorar esto último, pero Han Jing no la dejó pasar.

"¡Comparte! Jiang Sese, ¿cómo le fue al Presidente Yu? Un hombre de su edad no podría haber sido tan activo en la cama como el Sr. Lu o el Sr. Jin, ¿verdad? Oh, ¿de qué estoy hablando? El Sr. Jin nunca estaría interesado en alguien como tú".

Siguiendo sus palabras fue el sonido nítido de una bofetada. Sintiendo el dolor ardiente en su mejilla, Han Jing miró a Jiang Sese, cubriéndose la mejilla con una mano.

"Jiang Sese, ¿cómo te atreves a golpearme?".

Con una mirada indiferente en su rostro, Jiang Sese dijo fríamente: "No solo eres incompetente, sino que tu mente también está igualmente sucia. Di algo así de nuevo y habrá consecuencias".

Jiang Sese se fue después de eso. Por lo general, era una persona apacible, pero como todos los demás, podía perder los estribos. No había forma de que ella tolerara el insulto de Han Jing.

Pisoteando con el pie, Han Jing le gritó: "¡Jiang Sese! No pienses ni por un minuto que no iré con lal Gerente Su. Golpeaste a tu compañera de trabajo y no te saldrás con la tuya".

Jiang Sese la ignoró. Salió rápidamente de la oficina.

Han Jing terminó yendo hacia Su Shan, sosteniendo su mejilla y luciendo agraviada.

"Sra. Su, esa Jiang Sese estaba tan fuera de lugar. Me golpeó por algo que dije. Gerente Su, mi cara está hinchada. ¡Tiene que hacer algo al respecto!".

Su Shan frunció el ceño. "¿Sese te golpeó? Han Jing, debiste haber dicho algo escandaloso. Sese normalmente es una persona apacible. No creo que te golpeara si no la irritaras".

"Pero no lo hice". Han Jing apretó los dientes con frustración.

"Lo disfrute mucho”. Jiang Sese sonrió. Al ver las mejillas hinchadas de Xiaobao, no pudo evitar darles un apretón.

Inclinado en los brazos de Jiang Sese, Xiaobao continuó. "Tía Sese, me alegra escuchar eso, pero tienes que llevarme contigo la próxima vez”.

Al ver la mirada expectante en el rostro de Xiaobao, Jiang Sese no se atrevió a decirle que no iba a haber una próxima vez. Ella asintió con una sonrisa. "¡Claro! Te llevaré la próxima vez”.

Si fuera por ella, a Jiang Sese le gustaría que los tres se tomaran unas vacaciones juntos en esa isla o en cualquier otro lugar.

Después de charlar un rato con Xiaobao, Jiang Sese se levantó para preparar la cena.

Xiaobao comió alegremente durante la cena. Precisamente, había estado de buen humor desde que vio a Jiang Sese.

Después de la cena, llegó el chófer para recoger a Xiaobao. Jiang Sese le dio al niño los regalos que compró en Nueva York.

Xiaobao parecía emocionado cuando vio los robots. "¡La Tía Sese me ha comprado regalos! ¡No me olvidó cuando estaba en el extranjero!". El pequeño estaba sobre la luna.

"Gracias, Tía Sese. Eres muy amable conmigo. Te prometo que ganaré mucho dinero cuando sea grande. Te compraré buena comida y ropa bonita".

Jiang Sese no pudo evitar reírse de esas palabras.

"De nada. ¡Ahora es el momento de irse a casa!".

"Sí. Adiós, Tía Sese”.

Xiaobao se fue después de despedirse, bailando detrás del chofer.

Jiang Sese lo vio irse con una mirada afectuosa en sus ojos.