Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 173

Al otro lado, Lan Sichen, Jiang Nuannuan y Su Qingyin estaban discutiendo el proyecto en un restaurante. De hecho, el proyecto fue solo una simulación. Su Qingyin estaba allí para buscar información.

Sus ojos parpadearon. Decidió que no se iría de allí esa noche a menos que aprendiera algo útil de Jiang Nuannuan o Lan Sichen.

Después de saludarse, Lan Sichen comenzó hablando sobre algunos de los problemas del proyecto y Su Qingyin respondió a todas sus preguntas. Todo pareció transcurrir sin problemas.

A mitad de camino, Lan Sichen se levantó para ir al baño, que fue cuando Su Qingyin vio su oportunidad. Entrecerrando los ojos un poco, se volvió hacia Jiang Nuannuan.

Jiang Nuannuan intentó entablar una conversación. "Señorita Su, escuché que se fue al extranjero con el Presidente Jin el otro día. ¿Cómo estuvo su viaje? ¿Se divirtió?".

Su Qingyin sonrió. "Fue genial. Por cierto, ¡me encontré con tu hermana cuando estuvimos allá!".

La expresión del rostro de Jiang Nuannuan cambió ante la mención del nombre de Jiang Sese. "¿Esa mujer también estaba en el extranjero?".

"¿De verdad? Qué coincidencia”.

"¡Correcto! Incluso charlamos un rato. Ella estaba en este banquete por un trabajo mientras aún estaba enferma. Eso fue muy responsable de ella. Hablando de eso, parecía ser una persona muy agradable. ¿Por qué se peleó con tu familia? ¿Hubo algún tipo de malentendido?”.

La cara de Jiang Nuannuan se puso un poco sombría cuando escuchó a Su Qingyin elogiar a Jiang Sese. "Esa perra. Como si ligar con Jin Fengchen no fuera suficiente, incluso se ha tragado de Su Qingyin, su rivalidad en el amor. Me pregunto qué ha hecho para engañar a la Señorita Su".

Lo último que quería Jiang Nuannuan era ver a Su Qingyin hacerse amiga de Jiang Sese y ayudar a esta última contra la Familia Jiang. Sería un desastre para Jiang Nuannuan y su familia.

Ante ese pensamiento, Jiang Nuannuan dijo apresuradamente: "Después de la humillación que nos ha traído, por supuesto que tuvimos que echarla. Señorita Su, sé que es mi hermana, pero debo advertirle, es muy intrigante y yo estoy segura de que se ha acercado a ti con una agenda oculta. No dejes que te use".

Su Qingyin fingió una mirada confusa y preguntó con desconcierto: "¿De qué humillación estás hablando?"

Después de algunas dudas, Jiang Nuannuan se inclinó y le susurró al oído a Su Qingyin: "¿Qué crees que podría haber sido? Se acostó con un chico y quedó embarazada de su bebé ilegítimo. Ella era la desvergonzada. ¡El Hermano Sichen no le fue infiel!".

Jiang Nuannuan pensó que era imperativo que Su Qingyin supiera sobre esto. No podía permitir que esta última se hiciera amiga cercana de Jiang Sese. Por el contrario, a Jiang Nuannuan le encantaría ver a Jiang Sese arruinada por lo que acababa de decirle a Su Qingyin.

"Esa cosa desvergonzada enfureció tanto al Hermano Sichen como a mi familia. Por eso mi padre la echó. No puedo creer que siga mintiendo sobre el Hermano Sichen después de todos estos años, diciendo que la había abandonado".

El latido del corazón de Su Qingyin se aceleró y apenas pudo reprimir su emoción. Al final resultó que su madre había acertado. Por alguna razón, Jiang Sese había tenido un bebé con otra persona. La Familia Jin nunca la aceptaría por eso.

Su Qingyin se emocionó al escuchar esto. Deseaba poder correr hacia Jin Fengchen en este momento y contárselo todo. Sin embargo, ella todavía fingió una voz sorprendida y preguntó: "¿En serio? No tenía idea de lo que sucedió".

Jiang Nuannuan asintió. "Eso es exactamente lo que sucedió. Señorita Su, puede investigarlo usted misma y encontrará que ella desapareció durante todo un año. Pero, Señorita Su, ¡por favor, no se lo cuente a nadie más!".

Por alguna razón, a pesar de la humillación que las familias Jiang y Lan habían sufrido estos días por culpa de Jiang Sese, no le dijeron a la Familia Jin esta información.

Varias veces, Jiang Nuannuan había querido dejarlo salir. Estaba segura de que una vez que Jiang Sese fuera expuesta, Jin Fengchen seguramente la dejaría. Sin embargo, cada vez, su padre la había detenido. Jiang Nuannuan no podía entender de qué se trataban sus escrúpulos.