Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1741

Después de llevar a los dos pequeños a sus camas y arroparlos cuidadosamente, Jiang Sese volvió a bajar las escaleras, recogió con cuidado la casita de la mesa y regresó al dormitorio.

Eligió deliberadamente el lugar más llamativo para colocar la casita, luego miró a Jin Fengchen y le dijo con una sonrisa: “A partir de hoy, en cuanto abras los ojos, podrás ver la casita hecha por nuestros hijos”.

Jin Fengchen contempló su expresión extasiada, y las comisuras de sus labios no pudieron evitar esbozar una sonrisa, y sus ojos se mostraron muy cálidos.

...

A la mañana siguiente, en el Grupo Jin...

No mucho después de que Jin Fengchen llegara a la oficina, recibió una llamada de larga distancia desde el otro lado del océano.

“Príncipe Johanne”.

Era Johanne al otro lado de la línea y había evidente alegría en su voz. “Presidente Jin, cuánto tiempo sin vernos. Ya decidimos la fecha para celebrar mi boda con Ellie”.

“Enhorabuena, ¿cuándo es?”.

“A mediados del mes que viene. Si le conviene, usted y la Señora Jin están invitados”, dijo Johanne con sinceridad.

“Es natural que vengamos”.

Jin Fengchen respondió y preguntó despreocupadamente: “¿Cómo está la situación con Andre?”.

Al oír esto, la sonrisa de Johanne se desvaneció.

Reflexionó un momento antes de hablar: “Andre perdió su poder. Todos sus partidarios lo desertaron. Sin embargo, es muy ambicioso, así que aún debemos estar en guardia en todo momento”.

Rápidamente cambió de tema y aseguró: “Sin embargo, cuando lleguen, garantizaré su seguridad y la de su esposa. No tienen por qué preocuparse”.

Al oír esto, Jin Fengchen frunció ligeramente el ceño.

Johanne dio a entender que Andre aún podía causar problemas.

Aunque Johanne prometió mantenerlos a salvo a él y a Sese, él estaba preocupado.

Siempre era precavido. No existía tal cosa como estar absolutamente a salvo, en especial para aquellos que tenían voluntad, no había forma de prevenirlo completamente. En este caso, no se tomaría las cosas a la ligera.

Además, se trataba de Sese. No apostaría la seguridad de Sese a las promesas de otros.

Jin Fengchen también llegó.

Mo Tingfeng parecía solemne. Al verlo, fue directo al grano. “Hoy estoy aquí porque quiero pedirte ayuda”.

“¿Qué pasa?”. Jin Fengchen levantó las cejas y preguntó en voz baja.

A Mo Tingfeng no le importó su actitud indiferente. Después de todo, esto debería ser un asunto policial y no tenía nada que ver con Jin Fengchen.

Si no fuera una emergencia y realmente no tuvieran otra opción, no querría involucrar a Jin Fengchen en este asunto.

Miró a Jin Fengchen y le preguntó: “¿Cuánto sabes de las fuerzas de Norteamérica? En otras palabras, ¿cuán arraigado estás?”.

Al oír esto, la expresión de Jin Fengchen no cambió. Dio un sorbo a su café y no respondió directamente.

Las implicaciones de esta pregunta podían ser muy serias, así que, naturalmente, no lo reveló tan fácilmente.

Sin embargo, podía adivinar que el propósito de la pregunta de Mo Tingfeng debía tener algo que ver con Hebrew.