Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 204

Como siempre, el Presidente Jin dejó a Xiaobao en su escuela después del desayuno y llevó a Jiang Sese a su trabajo.

Detuvo su auto afuera del edificio de su oficina y salió. Parecía reacio a separarse de ella. Juntando los labios, le dijo: “Te recogeré después del trabajo”.

Jiang Sese asintió, aceptado su oferta. “Debes irte al trabajo. ¡Que tengas un buen día!”.

Ella corrió dentro de su edificio, avergonzada. Conocía a ese hombre desde hace tiempo, pero cada vez que lo veía cara a cara, su corazón latía furiosamente. Era como si estuvieran en la fase de luna de miel de su relación.

Jin Fengchen la miró irse con una sonrisita. “Por fin empezó a tratar de aceptarme”.

Después de entrar en el edificio, Jiang Sese se encontró con Xu Na en las escaleras eléctricas.

Xu Na se acercó a ella, lista para el chisme. “Hermana Sese, ¿qué le pasa? ¿Por qué se ve tan avergonzada?”.

“¿Qué dices? ¡No es así!”. Jiang Sese la miró con ira.

Xu Na se le acercó aún más, su tono un poco sugestivo, mientras continuó: “No estoy tratando de ser entrometida, pero vi al Presidente Jin afuera. Él la trajo, ¿cierto? Ustedes dos… están saliendo, ¿no es verdad?”.

La cara de Jiang Sese se sonrojó completamente. Ella estaba a punto de negarlo cuando Xu Na dijo rápidamente: “Hermana Sese, ¡sea honesta conmigo! Ustedes están juntos, ¿verdad? ¡Relájese no le contaré nada a nadie!”.

“Pues, cuando lo pones de esa manera…”, Jiang Sese no trató de negarlo.

Aunque había muchos obstáculos en su camino, Jiang Sese quería intentar salir con él esta vez. Sería difícil y complicado. Incluso podrían acabar terminando al final. Pero, ella no quería tener ningún remordimiento.

Su respuesta alegró a Xu Na inmensamente.

¿En serio? Hermana Sese, tú y el Presidente Jin…”.

La escalera las trajo al piso de su departamento. Jiang Sese cubrió la boca de ella rápidamente. Sería un desastre si las noticias de que estaban saliendo se divulgaran por la oficina.

Solo Dios sabe lo emocionada que estaba ella en ese momento. Quería contarle a todos la noticia, pero logró detenerse.

Viendo la emoción de Xu Na, Jiang Sese empezó a arrepentirse. No sabía si esta chica podría mantener el secreto.

No pudo evitar soltar un suspiro.

…

En el Grupo Jin, Jin Fengyao solo pudo ver a su hermano mayor al final del día. Él lo encontró empacando sus cosas en su oficina y agarrando su chaqueta, listo para irse.

“Son solo las 5:30 p.m. ahora mismo…”, Jin Fengyao estaba atolondrado. “Hermano, ¿vas a salir del trabajo tan temprano?”.

Su hermano normalmente salía del trabajo después de las 6 p.m. ¿De dónde surgió este cambio el día de hoy?

“Sí. Voy a recoger a tu Cuñada y Xiaobao para ir a cenar”.

Jiang Sese salía del trabajo a las 6 p.m. Saliendo ahora mismo llegaría justo a tiempo.

Jin Fengyao estaba atónito.

“Si ese es el caso, perdería completamente… ¡No puedo aceptar perder contra una mujer como Jiang Sese!”.

Después de salir temprano del trabajo, Su Qingyin fue directamente al bar a desahogar sus penas con alcohol.

Se sentó en la barra, bebiendo trago tras trago de licor. Solo entonces se sintió un poco mejor.

Pero solo pensar en Jin Fengchen pasando todos sus días con Jiang Sese, pensando en ellos actuando como una familia de tres con Xiaobao, pensando en él viviendo con ella, pensando en ellos acostándose… Se sentía como si su corazón hubiera sido apuñalado. Como deseaba ser la que estuviera con Jin Fengchen, no Jiang Sese.

Se tomó otro trago más. Una sombra cruzó por sus ojos. “¿Por qué? Soy mejor que Jiang Sese en todo, ¿por qué no me mira a mí?”.

“¡He trabajado tan duro por él todos estos años!”.

“¡Pero mira lo que he conseguido! ¡Se ha enamorado de una mujer como Jiang Sese!”. Sentía que su trabajo duro se había convertido en una burla. ¡Pensar que la primera hija de la Familia Su no podía compararse a Jiang Sese!

Torció su cara como para burlarse de ella misma. “Realmente lo amo. No quiero dejarlo ir, ni un poco”, pensó.

…

Antes de darse cuenta, ella ya estaba casi borracha. Casi era la medianoche y el bar estaba a punto de cerrar. El mesero vino a decirle: “Lo siento Señorita, pero estamos por cerrar. No es seguro que una mujer joven como usted vaya sola a casa a estas horas. ¿Por qué no llama a su familia?”.

Ella frotó su frente y cogió su teléfono. Al final, marcó el número de Jin Fengchen y se lo dio al mesero.

Ella quería ver si él vendría por ella… se rehusaba creer que él no se preocupaba por ella en lo más mínimo.