Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 233

Lu Zheng estaba charlando felizmente con Jiang Sese cuando alguien más lo saludó. Él dijo en tono de disculpa: "Sese, acabo de ver a un amigo allá. Discúlpame un momento".

Jiang Sese asintió. Después de que Lu Zheng se fue, ella fue a buscar una copa de vino, encontró un rincón para sentarse y estudió el banquete con atención.

Por mucho que quisiera ese proyecto, debido a que Kevin había anunciado los términos del concurso, ella decidió no volver a molestarlo. En cambio, solo trató de averiguar qué podía hacer para que su plan de negocios se destacara.

Lu Zheng apenas regresó donde estaba ella poco antes de que terminara el banquete. Los dos fueron a despedirse de Kevin juntos.

"Sese, déjame llevarte de regreso a casa".

Después de salir del hotel, Lu Zheng metió a Jiang Sese en su carro antes de que pudiera decir que no, como si temiera que ella pudiera escapar.

Jiang Sese se rio en silencio. "Gracias por eventón, Señor Lu".

Sin embargo, lo que ella no sabía era que un par de ojos la habían estado siguiendo mientras se alejaba.

Esos ojos pertenecían a Kevin.

Todo este tiempo, Su Qingyin había estado vigilando discretamente todo lo que hacía Kevin.

Dado que ella iba a trabajar con Kevin, ella se había asegurado de haber aprendido todo sobre él antes de venir aquí.

Kevin sencillamente parecía sentir repulsión por todas las mujeres.

En realidad, él era un mujeriego infame en el extranjero y quería tener una probada de cualquier mujer que fuera lo suficientemente bonita.

Sin embargo, él había estado manteniendo ese lado de su vida en secreto.

Mucha gente estaba en la oscuridad con respecto a su vida personal.

Entre ellos se encontraban algunos de sus mejores amigos, como Lu Zheng.

Al captar la mirada en los ojos de Kevin, Su Qingyin sonrió con satisfacción. Ambos eran adultos y ella podía adivinar más o menos lo que quería Kevin.

Ella aceleró el paso hasta que llegó al lado de Kevin y entonces le sonrió. "Kevin, ¿unimos fuerzas?".

"Señorita Su, lo he dejado muy claro. Durante los próximos tres días, todos pueden competir por el contrato de ese plan de negocios”, dijo Kevin fríamente. A él no le gustaba que Su Qingyin lo molestara.

Su Qingyin tenía sus propios cálculos. Sonriendo interiormente, ella negó con la cabeza. "No, Kevin. Sabes que no me refería al trabajo cuando dije ‘unamos fuerzas’".

"¿A qué diablos quieres llegar?". Al escucharla andando con rodeos, Kevin se sintió molesto de la vergüenza.

Al ver lo grosero que había sido, Su Qingyin se dio la vuelta y fingió irse, pero dejó un comentario casual antes de irse. "Qué vergüenza. Aquí yo estaba, tratando de meter a Jiang Sese en tu cama".

Su voz era lo suficientemente fuerte como para que Kevin la oyera. Recordando el cuerpo curvilíneo de Jiang Sese, Kevin no pudo evitar tragar.

"Señorita Su, ¿qué dijo?".

Como se esperaba, él no pudo evitar llamar a Su Qingyin.

Dándose la vuelta, Su Qingyin lo invitó. "¿Quieres tomar algo? Conozco un buen bar cercano".

Kevin inmediatamente vio a dónde iba esto. Él estuvo de acuerdo de inmediato y los dos se dirigieron juntos al bar.

"Ahora, cuéntame. ¿Cómo te gustaría trabajar conmigo?", preguntó Kevin tan pronto como tomaron asiento después de haber llegado al bar.

Su Qingyin sabía que ella estaba muy cerca de ganarlo, así que fue al grano. "Kevin, siempre y cuando aceptes trabajar con el Grupo Su, Jiang Sese será enviada a tu cama".

"¿En serio?". Kevin parecía algo expectante, pero todavía no estaba convencido de que Jiang Sese recibiría órdenes de Su Qingyin.

Sintiendo su duda, Su Qingyin se rio. "¿Qué? ¿No me crees?". Después de una pausa, ella continuó: "Kevin, yo no estaría negociando contigo aquí si no estuviera segura".

Al ver lo segura que estaba Su Qingyin y al pensar en el gran cuerpo de Jiang Sese, Kevin ya no vacilaba. "Está bien. Tienes mi palabra".