Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 257

Era Jin Fengchen que había llegado a su puerta.

“Te he preparado agua caliente. Puedes tomarte un baño ahora”.

Jiang Sese se congeló por un momento de manera inconsciente, luego asintió y dijo: “Está bien”.

Él caminó al lado de Jiang Sese y le preguntó: “¿Xiaobao se durmió?”.

Cuando era sobre Xiaobao, una ternura incontrolable aparecía en los ojos de Jiang Sese.

Asintió y respondió: “Sí, justo ahora”.

Tal vez era porque la llegada de Xiaobao había llenado un vacío en su corazón que era destinado para su amor maternal.

La esquina de la boca de Jiang Sese siempre se levantaba un poco al hablar sobre Xiaobao.

“Él no me lo hizo difícil hoy. Se portó muy bien”.

“Gracias”.

Para su sorpresa, Jin Fengchen le dijo esto repentinamente.

Jiang Sese se congeló y no podía creer lo que había escuchado.

“Ni lo menciones”. Jiang Sese se sentía un poco extraña. “¿No dijiste que Xiaobao era mi hijo ahora también? No me tienes que agradecer por esto”.

La voz de Jiang Sese se volvía cada vez más suave mientras hablaba, y sonaba amortiguada y vaga.

Pero Jin Fengchen había escuchado todo alto y claro, había una sonrisa enorme en su cara.

“Tienes razón. Ahora ve a bañarte”.

“Está bien”.

A estas alturas, ella tenía claro los roles que Jin Fengchen y Xiaobao tenían en su corazón. Solo se estaba tomando un tiempo para acostumbrarse a la idea.

En el baño…

Había un sonido susurrante en la ducha.

Jiang Sese debía tener cuidado con sus heridas.

Pero de igual manera le salpicaba un poco de agua sin importar que tan cuidadosa fuera.

Jiang Sese frunció el ceño y tuvo que morder sus labios para aguantar el dolor. Terminó de bañarse y aplicó el medicamento a sus heridas.

El ungüento tenía un efecto refrescante y relajante que la hacía sentir mucho mejor.

Pero no podía llegar a sus heridas en su espalda sin importar cuanto lo intentaba.

Cuando no sabía qué hacer, Jin Fengchen apareció.

“¿Ya te pusiste la medicina?”.

Jing Fengchen entró en el cuarto y caminó hacia ella.

El baño se sentía más pequeño ahora que Jin Fengchen estaba aquí. Sentía que la temperatura subía también.

Jiang Sese gritó inconscientemente: “¡Ah!”.

Escondió su cuerpo con una toalla. Estaba sonrojada. “¿Por qué entraste?”.

Él no sabía que sería tan incómodo y se congeló momentáneamente antes de decir: “Estoy aquí para ayudar a ponerte la medicina”.

Cuando sus ojos cayeron sobre la piel clara de Jiang Sese, secretamente tragó su saliva; sin embargo, su manzana de Adán lo traicionó.

Jiang Sese estaba a punto de rechazarlo, pero entonces pensó en sus heridas inalcanzables en su espalda, y vaciló.

“Me la he puesto por todos lados excepto aquí”.

“No puedo llegar a mi espalda…”.

Él tomó el ungüento en sus manos y entrecerró sus ojos largos y estrechos. “Ven acá. Te ayudaré con eso”.

“Está bien”.

Los dedos delgados de Jin Fengchen se movían alrededor de su espalda. Sus dedos se sentían un poco fríos y le daban un sentimiento insoportable de entumecimiento.

Jiang Sese cubría su frente con la toalla, pero su espalda blanca estaba expuesta.

Cuando pensó en cómo se veían en ese momento, sus mejillas empezaron a arder.

“¿Ya, ya terminaste?”.

Ella tuvo que apurarlo.

Él asintió. Sintió que su corazón le dolía al ver las heridas en su espalda. Había un sentimiento indescriptible en su corazón.

Bajó su cuerpo y le dio un beso a la herida más prominente con una expresión de afecto y pena en su mirada.

“Le deben doler”.

Ella sacudió su cuerpo cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo.

“¿Qué hará?”.

Jiang Sese se sentía nerviosa y su cuerpo se tensó.

Ella quedó atónita cuando vio tanta variedad de comida para el desayuno.

“Es mucho. ¿Nos lo podremos terminar?”.

El empleado dijo con una sonrisa: “No es mucho”.

“El Joven Amo nos informó que deberíamos cuidarla debido a su pobre condición durante este tiempo. Así que los empleados de la cocina le prepararán tres comidas nutritivas al día”.

Jiang Sese tuvo un sentimiento afectuoso en su corazón cuando escuchó lo que dijo.

“Ese hombre puede ser tan acogedor a veces”.

Ella sonrió. “Señor, entiendo. Pero la próxima vez le podría decir a los de la cocina que preparen menos. Porque será un desperdicio si no lo podemos terminar”.

“Sí, Señorita Jiang”.

Entonces Xiaobao corrió abajo casi bailando.

“Mami, ¿por qué te despertaste tan temprano?”.

Había una ternura en los ojos de Jiang Sese al verlo.

“Xiaobao, recuerda, no puedes correr alrededor de la casa así, especialmente en las escaleras. Puede ser muy peligroso”.

Muchas niñeras le habían dicho lo mismo.

Pero él nunca las escuchaba.

Pero por Jiang Sese, seguía asintiendo a sus palabras como un buen niño.

“Mami, entiendo”.

“Solo prométeme que no lo harás de nuevo”.

Jiang Sese asintió con satisfacción y frotó su cabeza.

“Ese es mi buen niño”.

Después de escuchar el cumplido de Jiang Sese, Xiaobao sonrió con dulzura.

Jiang Sese miró hacia el piso de arriba.

Jin Fengchen no se había despertado todavía, así que ella no podía empezar a comer.

“Mami, ¿podemos ir a despertar a Papi?”.

“¿Despertarlo?”.