Resumo de Capítulo 262 No me quiero enfrentar a él – Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma por Internet
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Después de regresar a casa, Jin Fengchen subió las escaleras, pero no la encontró en su habitación.
Tampoco estaba en el estudio.
Buscó por toda la casa, pero no la pudo encontrar.
Nervioso bajó las escaleras deprisa, encontró al mayordomo y le preguntó: “Tío Zhang, ¿dónde está Sese?”.
“La Señorita Jiang salió. Dijo que tenía unos mandados”.
“¿Salió?”.
Frunciendo el ceño, Jin Fengchen lo regañó. “¿No te dije que te asegurarás que se quedara en casa y descansara bien?”.
Viendo que estaba enfadado, explicó: “Trate de detenerla, pero ella salió tan rápido que no había nada que pudiera hacer”.
A juzgar por la descripción que le dio el mayordomo, ella se tuvo que haber ido apurada.
Tenía que ser sobre la publicación.
Conociéndola a ella, él estaba seguro de que ella trataría de esconderse nuevamente.
¡No! No le permitiría hacer eso.
Jin Fengchen llamó a Jiang Sese. Esta vez sonó, pero colgó después de timbrar un par de veces.
Llamó de nuevo, pero colgó otra vez.
“¡Rayos!”.
Mientras maldecía bajo su aliento, siguió marcando su número.
“Disculpe, pero el número que ha marcado no está en servicio en este momento…”.
Esta vez había apagado su celular.
Agarrando su teléfono con fuerza, la cara de Jin Fengchen se veía más oscura que una botella de tinta.
Sintiendo cómo bajaba la temperatura a su alrededor, el mayordomo vio la expresión sombría en la cara de Jin Fengchen y nunca antes se había sentido tan arrepentido de una decisión que hubiera tomado.
Si hubiera sabido que esto iba a pasar, habría detenido a Jiang Sese a toda costa.
…
Mientras anochecía, el bar se volvía más frío.
Después de terminar su vaso, Jiang Sese levantó la mano para ordenar otro. Agarró el vaso con la intención de tomarse el trago de un tiro de nuevo.
“Detente”.
Lu Zheng la detuvo. “Te vas a enfermar”.
Jiang Sese escuchó su consejo y bajó el vaso.
“Sese…”.
Él estaba a punto de decirle algo cuando el teléfono de Jian Sese sonó.
Miró la pantalla y vio que era de Jin Fengchen.
Esto le daba emociones encontradas.
Jiang Sese rechazó la llamada inmediatamente.
“¿Por qué no contestaste?”, dijo sorprendido.
“No hay necesidad”. Frunciendo los labios, Jiang Sese tiró su cabeza para atrás y se tomó su bebida de un solo trago.
Era muy rápida para que Lu Zheng la detuviera.
Su celular sonó de nuevo.
Jiang Sese rechazó la llamada nuevamente.
Jin Fengchen no se rendía y la seguía llamando. Al final, Jiang Sese apagó su celular y lo tiró en su cartera.
Sus acciones confundían a Lu Zheng aún más. Como había detectado su humor extraño le preguntó tentativamente: “¿Te peleaste con él?”.
“No”.
Mirando el vaso en su mano, Jiang Sese sonrió sarcásticamente.
Ella deseaba que hubiera sido una pelea. De esa manera podría ser resuelto con una disculpa.
Sin embargo, con lo que pasó, no sabía como enfrentar a Jin Fengchen.
No tenía el valor para contestar sus llamadas.
Pensar en eso la ponía triste. Su nariz se contrajo y casi empieza a sollozar.
Luchando contra sus lágrimas, fingió un tono casual. “Superior Lu, solo déjelo. Tomemos”.
Después de eso, ordenó otro trago.
Lu Zheng frunció el ceño y la miró con preocupación. “Sese, ya has tomado mucho. Detente. Te vas a emborrachar”.
“¿Emborrachar?”, se rio. “Me alegro. No puedo esperar”.
“Me puedo olvidar de todo si estoy borracha y no me sentiré tan mal”.
Recogiendo su vaso, estaba a punto de tomárselo todo, pero Lu Zheng agarró su mano y la devolvió a la mesa rápidamente. “Sese, ¿algo te está molestando?”.
Viendo la mirada de preocupación en sus ojos, ella le sonrió lentamente y sacudió su cabeza. “No, no lo hay”.
“Sese, si hay algo que te está molestando, puedes decirme. Tal vez te puedo ayudar”.
Viéndola dormir tan plácidamente, Lu Zheng le sonrió suavemente y la arropó.
“Descansa. Todo estará bien en la mañana”.
Le susurró.
No quería dejarla sola en un cuarto de hotel, así que decidió pasar la noche en el cuarto de al lado.
…
Mientras tanto, en la villa de la familia Jin la atmósfera era sofocante. Los empleados no se atrevían a siquiera respirar.
Jin Fengyao vio que Jin Fengchen estaba sentado en la sala cuando llegó, y se acercó a su hermano rápidamente. “¿Mi cuñada contestó el teléfono?”.
Él sacudió su cabeza.
“¿Cómo pasó esto?”. Jin Fengyao frunció el ceño. “¿A dónde rayos fue mi cuñada?”.
“Papi, ¿dónde está Mami?”. Xiaobao corrió por las escaleras, preguntando en voz alta.
Jin Fengchen no le respondió.
Viendo su cara oscura, Xiaobao le preguntó: “Papi, ¿tú y Mami se pelearon?”.
“No, no se han peleado”. Mirando a su hermano, Jin Fengyao recogió a su sobrino en sus brazos. “Tu mami sigue ocupada en la oficina trabajando y por eso no ha regresado”.
“¿En serio?”, no parecía estar muy convencido.
“Por supuesto. ¿Cuándo tu tío te ha mentido?”.
Jin Fengyao se dirigió al mayordomo. “Tío Zhang, lleva al pequeño Joven Amo arriba”.
“Claro”.
Fue a tomar a Xiaobao de la mano, pero él no se lo permitía.
“Esperaré a Mami aquí”.
Viendo esto, Jin Fengyao trató de convencerlo. “Xiaobao, se un buen niño y ve arriba. Necesito hablar con tu papi”.
El engatusamiento de Jin Fengyao funcionó. Xiaobao subió las escaleras obedientemente.
Pidió que los empleados se retiraran también. Viendo la expresión sombría en la cara de su hermano, suspiró. “Hermano, con lo que pasó, mi cuñada tiene que estar nerviosa y seguro no sabe como darte la cara. Dale un tiempo para calmarse. Habla con ella mañana”.
Jin Fengchen le parecía razonable lo que su hermano decía, pero tenía miedo de que ella lo seguiría evitando.
Jin Fengyao se acercó a él y le frotó el hombro tratando de reconfortarlo. “Hermano, no te preocupes. Mi cuñada te ama demasiado como para dejarte así”.
“¿Lo ama ella en verdad?”.
Jin Fengchen no estaba tan seguro.
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