Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 276

En cuanto Jiang Sese regresó a la oficina, su colega se acercó a ella y le dijo misteriosamente: "Sese, ¿te has enterado? Nuestra empresa va a trabajar con el Grupo Jin".

La mención del "Grupo Jin" la hizo levantar una ceja.

"Debes estar bromeando con esta coincidencia".

"¿Ese Grupo Jin?", preguntó Jiang Sese con incertidumbre.

"¡Sí! El Grupo Jin de la Ciudad Jin. ¿No lo conoces?".

La expresión de Jiang Sese decayó. Efectivamente, era el mismo Grupo Jin que ella conocía.

"Vendrán aquí para discutir nuestra cooperación pronto. He oído que su presidente vendrá personalmente. Ah, sí. ¿Conoces a Jin Fengchen? Es básicamente el Sr. Perfecto...".

Su colega seguía parloteando sin parar.

Jiang Sese había dejado de escuchar hace mucho tiempo. Todo lo que pudo procesar fue que Jin Fengchen vendría aquí.

Recordó lo ocurrido anoche y se dio cuenta de repente.

No era de extrañar que ayer estuviera en el club.

"No, no puedo dejar que se entere de que estoy trabajando aquí".

Su colega se dio cuenta de la extraña expresión de su rostro y preguntó preocupado: "Sese, ¿qué pasa?".

Jiang Sese no tuvo tiempo de responderle. Se puso de pie y corrió hacia el despacho de su jefe con una expresión nerviosa.

...

"¿Quieres irte de licencia?".

La gerente frunció el ceño cuando escuchó que Jiang Sese quería pedir una baja laboral.

Jiang Sese asintió. "Sí. No me siento bien, así que me gustaría ir a casa y descansar un poco".

"Ya veo, no te sientes bien". La gerente parecía contrariada. "Si fuera cualquier otro día, estaría encantada de dejarte ir a casa a descansar, pero hoy es un poco diferente".

"¿Es por nuestra asociación con el Grupo Jin?", preguntó Jiang Sese, tratando de obtener más información.

"Exactamente". La gerente asintió. "Los altos cargos están dando prioridad a nuestra asociación con el Grupo Jin. Quieren que nuestro departamento vea el proyecto hasta el final. Se trata del desarrollo de los terrenos en la parte oriental de la ciudad".

"Este es el primer proyecto que supervisas desde que te uniste a nuestra empresa. No puedes faltar a nuestra reunión".

Esto significaba que su permiso no sería aprobado.

Para ser más precisos, significaba que se reuniría con Jin Fengchen.

Ella no quería hacerlo.

"Gerente, me siento muy mal. Por favor, envíe a otra persona en mi lugar". Jiang Sese trató de persuadir a su gerente.

Desafortunadamente, la gerente se mantuvo firme en su decisión. "Eso no servirá. Aunque te encuentres mal, tienes que mantenerte aquí. Una vez establecida la asociación, te daré un día libre para que descanses lo que necesites”.

"Gerente...".

Antes de que Jiang Sese pudiera decir algo más, la gerente alargó la mano para ponerla sobre sus hombros. "Sese", dijo significativamente: "si esta asociación tiene éxito, también será beneficioso para tu futuro. Espero que no me culpes por ser poco razonable".

Ya que su gerente había llegado a decir esto, Jiang Sese sabía que no debía insistir en irse de vacaciones. Asintió y dijo: "De acuerdo, lo entiendo".

Media hora más tarde, Jiang Sese siguió a su gerente a la sala de reuniones.

Jin Fengchen aún no había llegado.

El equipo estaba encantado con la idea de asociarse con el Grupo Jin. Todos tenían una inconfundible expresión de alegría en sus rostros. Jiang Sese era la única excepción.

Desde que entró en la sala y se sentó, no levantó la vista.

Al poco tiempo, alguien gritó: "El Presidente Jin está aquí".

Se hizo un silencio inmediato en la sala de reuniones. Todos asomaron la cabeza para ver mejor.

"¿Está aquí?".

La inquietud de ella le hizo apretar las manos sobre su regazo.

Justo cuando todos esperaban a su visitante, varias personas entraron en la sala de reuniones. Eran todos los ejecutivos de la empresa, y solo faltaba Jin Fengchen.

"¿Qué está pasando?".

"¿No habían dicho que estaba aquí?".

Desconcertados, todos empezaron a discutir ansiosamente.

"El Presidente Jin no puede venir debido a una emergencia. Enviará a otra persona para discutir nuestra asociación".

Estas palabras decepcionaron mucho al equipo.

Mientras todos los demás estaban decepcionados, Jiang Sese suspiró secretamente aliviada. "Afortunadamente, no vino".

Su Qingyin sonrió. "Salí del trabajo así que pensé visitarla. Ha pasado un tiempo desde la última vez que la vi a usted y a Tío".

"Ya veo". La Sra. Jin fingió una sonrisa y luego lanzó una mirada incómoda a Li Yuanyuan.

Eso no pasó desapercibido para Su Qingyin. "No esperaba que la Señorita Li estuviera aquí también", dijo sinceramente.

"Ella también ha venido a visitarme. Toma asiento".

Su Qingyin se sentó. Su rostro delicado se iluminó con una sonrisa suave, haciéndola parecer dulce y agradable.

El ambiente era algo incómodo y nadie tomó la iniciativa de decir nada.

Después de un rato, Li Yuanyuan se levantó y dijo: "Tía, primero me voy a casa. Te visitaré otro día".

"¿Ya te vas a casa?". La Sra. Jin también se levantó.

"Sí", dijo Li Yuanyuan.

La Sra. Jin no la detuvo. "Ten cuidado en el camino".

No fue hasta que Li Yuanyuan se fue que Su Qingyin dijo: "Tía, usted parece muy apegada a la Señorita Li".

"¿Lo estoy?". La Sra. Jin se rio. "Yo también estoy apegada a ti".

"He oído que está intentando emparejar a la Señorita Li con Fengchen. ¿Es eso cierto?".

"¿Ah?". Eso hizo que la Sra. Jin se sintiera aún más incómoda, y no supo muy bien cómo responder.

En el pasado, ella pensaba que Su Qingyin era una mujer excepcional que encajaba bien con Fengchen; sin embargo, todo lo que había sucedido hizo que viera a Su Qingyin en otra luz.

Su naturaleza impulsiva y su desprecio por las consecuencias la hacían inadecuada para Fengchen.

Por eso cambió su objetivo a Li Yuanyuan.

"Tía, ¿por qué no habla?".

Su pregunta sacó a la Sra. Jin de su aturdimiento. Miró la cara sonriente de Su Qingyin y sintió un inexplicable escalofrío que le recorría la espalda.

Inmediatamente sonrió. "Solo quiero que Fengchen conozca a más gente. Solo entonces sabrá quién le conviene más".

"Ya veo". Su Qingyin parecía haber caído en la cuenta.

Hizo una gran demostración de suspiro y dijo: "Y yo que pensaba que me apoyaría".