Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 356

"Eres mi esposa, ¿qué tiene de malo que me sienta celoso?". Jin Fengchen incluso apretó la cintura de Jiang Sese mientras hablaba.

Al oír cómo se dirigía a ella, Jiang Sese no pudo evitar sonrojarse. Fingió un tono molesto cuando dijo: "No soy tu esposa. Todavía no estamos casados".

Jin Fengchen la envolvió en sus brazos con una sonrisa traviesa en su rostro.

"¿Estás pensando en dejarme? Qué pena, no puedes. Nunca dejaré que te vayas a ninguna parte".

"Eso depende. Si me maltratas, puede que un día me convierta en una mariposa que se deje llevar directamente por el viento", dijo Jiang Sese infantilmente.

"Nunca te daré esa oportunidad, pero...".

Jin Fengchen hizo una pausa en ese momento y luego miró a Jiang Sese con una mirada severa.

"Lo decía en serio cuando dije que no me gusta que trabajes con otros hombres. Quiero esconderte en la casa. Así nadie podrá ver lo encantadora que eres".

Jiang Sese empezó a reírse cuando escuchó eso. Apretando la mejilla de Jin Fengchen, sonrió. "Nunca pensé que el famoso Presidente Jin tendría un lado tan infantil".

Después de decir eso, ella miró a Jin Fengchen y dijo con seriedad: "Hablaré con el Sénior Lu cuando termine este proyecto, pero ahora no es el momento adecuado”.

"Después de todo, me ha ayudado antes y dejarlo cuando más me necesita no es algo que haría".

Jin Fengchen resopló al oír eso. "Te ayudó a esconderte de mí. ¿Qué clase de favor fue ese? Ni siquiera me he vengado de él por eso. No, no voy a reconocer ese 'favor' que te hizo".

"Ya, ya. Todo fue culpa mía. ¿De acuerdo? Sé que eres un hombre demasiado generoso para no perdonarme".

Viendo que Jin Fengchen seguía haciendo pucheros, Jiang Sese no tuvo más remedio que utilizar su último recurso. Habiéndose sentado en su regazo, ella trató de engatusarlo con todo su esfuerzo, pero él seguía sin dejarse convencer.

Al ver que lo que hacía no iba a funcionar, Jiang Sese apoyó las manos en su cintura y luego le señaló la nariz. "Hombre mezquino. ¿Por qué no me saludas a mí, tu superior? ¡Te voy a castigar!".

Después, lo besó en la boca. En ese momento, Jin Fengchen sonrió satisfecho.

"¿Quién sería yo si no devolviera un favor como este?".

Inmovilizó a Jiang Sese sobre la cama y profundizó su beso.

Esos días se había preocupado por la salud de Jiang Sese, y tenía que sofocar su deseo con duchas frías.

Su mujercita estaba entre sus brazos, pero no podía hacer nada con ella. Eso sí que apestaba

Dios sabía lo excitado que se sintió cuando Jiang Sese lo besó un momento atrás.

Jiang Sese sabía lo que Jin Fengchen tenía que soportar por su bien, y por eso lo besó.

Las cosas se estaban calentando antes de que Jin Fengchen se detuviera y preguntara con ansiedad: "Sese, ¿estás segura de esto?".

Jiang Sese se sorprendió de que él fuera capaz de detenerse en ese momento, lo que solo la hizo más decidida.

Al ver el deseo en los ojos de él, Jiang Sese asintió tímidamente.

Con esa respuesta, Jin Fengchen se soltó. Besándola tiernamente en la boca, él dijo: "Seré gentil".

...

Pasaron dos horas antes de que Jin Fengchen terminara.

Para entonces, Jiang Sese sentía que estaba adolorida de pies a cabeza. Ella estaba tumbada en la cama, demasiado cansada para levantar un dedo. No pudo evitar maldecir en su cabeza. "¡Jin Fengchen es un animal!".

A su lado, Jin Fengchen seguía de buen humor. Jiang Sese le puso los ojos en blanco.

"Sí, pero también tengo que hacerle compañía a mi mujer", dijo Jin Fengchen de forma infantil.

Jiang Sese se rio. Solo se levantaron y bajaron las escaleras después de quedarse abrazados en la cama durante un rato.

Después de almorzar, Jin Fengchen se fue a la oficina. Antes de irse, le dijo a Jiang Sese una vez más. "No bebas alcohol esta noche. Te recogeré después del evento".

"De acuerdo. Ve a trabajar".

Jiang Sese llevó a Xiaobao al jardín de infantes después de que Jin Fengchen se fuera. Dio la casualidad de que ese día había una actividad para madres e hijos.

Ya era la tarde cuando volvió, y recibió entonces una llamada de Lu Zheng.

"Sese, ¿estás lista? Te recogeré en un momento".

Jiang Sese comprobó la hora y vio que eran casi las cinco, pero aún no se había vestido. Dijo: "Sénior Lu, todavía necesito un momento. ¿Qué tal si eliges un lugar y nos encontramos allí?".

"De acuerdo”.

Después de colgar, Jiang Sese se arregló rápidamente para la ocasión, y luego fue a encontrarse con Lu Zheng en el lugar designado. Los dos fueron entonces a la cena juntos.

Al llegar, un hombre refinado que llevaba unas gafas de montura dorada salió a recibirlos. Lu Zheng lo saludó amablemente.

El hombre era el inversor de ese proyecto. Lu Zheng ya le había hablado a Jiang Sese de su nuevo cliente antes de que llegaran.

Jiang Sese también saludó al hombre.

Los ojos del hombre se iluminaron cuando vio a Jiang Sese, y dijo en tono de agradecimiento: "Tu plan era excelente, pero me sorprendes aún más en persona. No tenía ni idea de que fueras tan bonita".

Mientras hablaba, tocó la mano de Jiang Sese de forma aparentemente descuidada. Jiang Sese sintió asco.