Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 388

Para evitar que el hombre hiciera algo, la policía lo escoltó fuera del lugar.

Cuando Jin Fengyao vio la sonrisa en el rostro del hombre, el pánico se apoderó de su corazón.

Al recordar que Song Qingwan había ido a la otra mansión al mediodía, se sintió aún más preocupado. Llamó al teléfono de Song Qingwan, pero nadie respondió.

Como era de esperar, algo malo había sucedido.

Una hora después, sonó una alerta en el teléfono de Jin Fengyao. Pulsó nerviosamente sus mensajes y vio que la persona de la foto era Song Qingwan.

Vio que estaba atada a una silla con un paño metido en la boca y un rastro de sangre en la cara. Miraba al frente con miedo.

Al ver esto, Jin Fengyao apretó los puños con fuerza y se culpó a sí mismo. Si hubiera podido advertirle antes, esto podría haberse evitado.

Pero no había medicina para el arrepentimiento. Poco después, su teléfono lo alertó de nuevo. La persona envió otro mensaje.

"Si quieres que viva, libera al hombre que has capturado".

Cuando Jin Fengyao vio el mensaje, su expresión cambió inmediatamente. Habían invertido mucho esfuerzo para capturar finalmente a ese mercenario. Si lo liberaba así nada más, ¿no sería como liberar a un tigre de vuelta a la montaña?

Por un momento, dudó. Definitivamente iba a rescatar a Song Qingwan, pero esta condición...

Jin Fengchen notó el cambio en Jin Fengyao y se acercó a su lado. "¿Qué ocurre? ¿Ha pasado algo?".

Jin Fengyao le entregó su teléfono a Jin Fengchen. Después de que Jin Fengchen viera el contenido del mensaje, frunció involuntariamente las cejas.

Nunca se esperó que llegaran hasta Song Qingwan. Probablemente era porque Song Qingwan se había vuelto más cercana a Jin Fengyao y lo habían descubierto.

"Hermano, ¿qué hacemos? ¿Le pasará algo a Song Qingwan?", preguntó Jin Fengyao preocupado.

En ese momento, Jin Fengyao sentía como si las hormigas se arrastraran por su corazón. Era obvio que estaba nervioso, pero no había nada que pudiera hacer. Prefería que fuera él quien estuviera atado en lugar de que Song Qingwan sufriera así.

Al pensar en la tortura a la que Song Qingwan podría estar siendo sometida, Jin Fengyao se sintió muy preocupado.

Jin Fengchen pensó por un momento y dijo: "No deberían hacerle nada a Song Qingwan. Al fin y al cabo, su propósito también era capturar a alguien. La rescataremos, pero no podemos caer en una trampa".

"Entonces, ¿qué vamos a hacer? ¿Lo liberamos?".

"Es mejor no hacerlo. El hombre está retenido por la policía en este momento, y es imposible que accedan a nuestra petición. Tenemos que pensar en otra cosa". Jin Fengchen rechazó de plano la sugerencia de Jin Fengyao.

Sin opciones, Jin Fengyao sentía que iba a volverse loco. No podía quedarse de brazos cruzados. Además, Song Qingwan había terminado en esta situación por su relación con él.

Después de que Jin Fengyao fuera desautorizado, no dijo nada más. Se quedó sentado en el sofá pensando.

El silencio era aterrador. Jin Fengyao no podía permanecer sentado y se paseaba por la habitación, lo que demostraba la ansiedad de su corazón.

Al final, no pudo seguir esperando y se acercó a Jin Fengchen. "Hermano, me estoy volviendo loco. Si no tenemos otra opción, iré solo y cambiaré de lugar con Song Qingwan".

Después de calmar sus emociones, Jin Fengyao dijo: "Hermano, lo siento. No quise decir lo que dije antes".

"No es necesario que te disculpes conmigo. Cuando ocurra algo así en el futuro, espero que primero pienses en un plan y no te permitas ser tan impulsivo", dijo Jin Fengyao con ligereza.

Sabía que Jin Fengyao le igualaba en todo, pero a veces se precipitaba demasiado. "Es bueno que pase por estas cosas, lo hará más lógico. Podría considerarse que si no hay dolor, no hay ganancia".

Cuando Jin Fengchen terminó de hablar, se fue a discutir un plan de rescate con la policía. Jin Fengchen explicó su opinión, y el jefe de policía se levantó y dijo: "Joven Amo Jin, la persona que hemos capturado hoy es la más buscada por nuestros superiores, lo mismo con esa mujer. Si puedes ayudarnos a capturarla con éxito, estamos dispuestos a hacer todo lo posible para cooperar".

La situación esta vez implicaba a muchas personas, por lo que la policía le asignaba una importancia especialmente alta.

Jin Fengchen asintió y señaló el mapa que había sobre la mesa. "Creo que antes de rescatar a la persona, tenemos que cerrar toda la ciudad. Tenemos que cerrar todas las entradas y salidas, incluyendo los puertos, para evitar que escapen al exterior. De lo contrario, seremos nosotros los que saldremos perdiendo".

El jefe consideró que las palabras de Jin Fengchen eran muy razonables y dio de inmediato las órdenes. En menos de media hora, la policía se desplegó y toda la ciudad quedó cerrada.

Jin Fengchen no esperaba que la policía actuara con tanta rapidez e hizo un gesto con la mano a Jin Fengyao para indicarle que todo estaría bien.

En ese momento, Jin Fengyao se había calmado por completo y respondió al mensaje diciendo que estaban de acuerdo en liberar al mercenario.

Con un “ring”, la respuesta llegó rápidamente. Le daba a Jin Fengyao una dirección, pero le exigía que fuera solo; de lo contrario, la rehén sería asesinada inmediatamente. El final del mensaje incluía una grabación de los gritos de Song Qingwan.

Aunque estaba muy preocupado por Song Qingwan, Jin Fengyao estaba relativamente tranquilo. Después de todo, ella ya no le haría nada a Song Qingwan.