Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 393

Levantó la vista y vio a Jin Fengyao siendo llevado a una ambulancia. Aunque ella no estaba tan malherida como él, había que llevarla a un hospital.

Jin Fengchen estaba junto a la ambulancia y asintió en su dirección. Parecía que quería que fuera con él.

Arrojando la botella de agua a un lado, se dirigió inmediatamente hacia él.

La ambulancia solo podía contener un número determinado de personas. Como Song Qingwan era enfermera y estaba herida, era natural que tuviera un asiento. Por ello, Jin Fengchen tuvo que conducir él mismo hasta el hospital.

Al ver que se iba a marchar, la policía se apresuró a decir: "Sr. Jin, por favor, espere un momento. Todavía hay algunas cosas que tenemos que confirmar con usted aquí en el lugar del accidente".

La lesión de Jin Fengyao era lo único que le importaba en ese momento a Jin Fengchen, y no podía preocuparse por los pequeños detalles; sin embargo, no podía dejar de lado a la policía. Así que se dirigió a Gu Nian y le dijo: "Encárgate de ello. Tengo que ir al hospital".

Hizo una pausa antes de dirigirse a la policía diciendo: "¿Puedo dejárselo a mi ayudante?".

Si no hubiera sido por sus asuntos oficiales, la policía nunca habría dejado que el jefe se quedara atrás. Ya que Jin Fengchen había sugerido un acuerdo, aprovecharon la oportunidad y asintieron repetidamente. "Por supuesto, siempre que pueda actuar en su nombre".

Jin Fengchen confiaba en la capacidad de Gu Nian, pero cuando Jin Fengyao estaba involucrado, nadie podía sustituirle como hermano. Por lo tanto, se marchó después de darle una instrucción a Gu Nian. "Llámame si surge algo importante".

Solo se marchó tras decir esas palabras.

Los policías suspiraron de alivio cuando vieron a Jin Fengchen irse. Por suerte, el Segundo Joven Amo Jin estaba bien. De lo contrario, gente como ellos tendría que asumir la responsabilidad, y se verían en muchos problemas.

Nadie sabía la cantidad de conexiones que tenía Jin Fengchen y lo que era capaz.

Debido al retraso de ese momento, Jin Fengchen tuvo que conducir lo más rápido posible dentro del límite de velocidad para poder alcanzar a la ambulancia.

Jin Fengyao fue llevado al quirófano nada más llegar al hospital. Las quemaduras extensas como esas debían tratarse con cuidado o, de lo contrario, podría tener que someterse a un injerto de piel.

Mientras tanto, Song Qingwan había sido trasladada de la ambulancia a la sala de urgencias. Por suerte, su lesión no era muy grave y la mayoría de sus heridas eran solo rasguños. Sin embargo, el humo que había inhalado tardaría en desaparecer, así que no tenía sentido apresurarse.

Además, estaba tan preocupada por Jin Fengyao que no podía pensar en nada más. Por eso, en el momento en que sus heridas estuvieron vendadas, salió corriendo y se dirigió al quirófano.

Jin Fengchen se sorprendió un poco al verla y le preguntó: "¿No deberías estar descansando ahora? Tú también estás cubierta de moretones".

Song Qingwan negó con la cabeza mientras mantenía su mirada nerviosa en el quirófano. Luego preguntó: "¿Ha salido ya algún médico? ¿Qué han dicho?".

Jin Fengchen solo pudo negar con la cabeza a sus preguntas. A pesar de lo que le dijo a Song Qingwan, estaba igualmente preocupado por Jin Fengyao. Al fin y al cabo, eran hermanos, y Jin Fengchen creía que si se hubiera esforzado más, Jin Fengyao nunca se habría visto en tal peligro.

"Debería ser yo quien estuviera ahora en la mesa de operaciones, pero Fengyao está allí en lugar de mí".

Pasó un largo rato antes de que Jin Fengchen dijera: "Ve a descansar. No deberías quedarte aquí en este estado. Te avisaré en cuanto las cosas cambien. Deberías ser hospitalizada".

Song Qingwan solo negó con la cabeza testarudamente, pues solo ella sabía lo que Jin Fengyao significaba para ella en ese momento.

Cuando estaban rodeados por el denso humo, había estudiado el rostro de Jin Fengyao y se había imaginado cómo se sentiría si este hombre desapareciera para siempre. En ese momento, se dio cuenta de que no podría vivir sin él.

Asustada, preguntó inmediatamente: "¿Y tú? ¿Estás bien?".

Sonaba tan nerviosa que uno pensaría que iba a correr al hospital en cualquier momento.

Jin Fengchen susurró: "No te preocupes. Estoy bien".

Sin embargo, Jiang Sese no estaba convencida. Sabía lo caóticas que habían sido las cosas últimamente y le parecía imposible que solo uno de los hermanos hubiera resultado herido.

Dijo con suspicacia: "No te creo. ¿En qué hospital estás ahora? Voy a verte".

Jin Fengchen trató inmediatamente de detenerla. "Por favor, no lo hagas. Te prometo que estoy bien. Estaré en casa cuando Fengyao salga de la operación".

Jin Fengyao seguía en el quirófano, pero Jin Fengchen estaba seguro de que podría salir adelante, pues el chico siempre había tenido bastante suerte.

Además, lo habían encontrado a tiempo cuando aún se podían detectar todos sus signos vitales. Según el médico, Jin Fengyao debería estar bien.

Jiang Sese estaba muy preocupada al otro lado, pero aun así preguntó: "¿De verdad estás bien? Dime la verdad". Parecía que ella iba a llorar.

Al escuchar su tono, Jin Fengyao sintió que su corazón se derretía y se apresuró a decir: "Sese, estoy bien; te lo prometo. Mira, estoy charlando contigo, ¿no? Y no hay médicos ni enfermeras que intenten detenerme. ¿No es eso prueba suficiente? Por favor, no te preocupes".

Le llevó un buen rato convencer a Jiang Sese, y ella solo colgó después de eso, pero seguía sospechando.