Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 432

Song Qingwan se rio y sintió un cosquilleo en el cuero cabelludo cada vez que recordaba el comportamiento de esas personas de antes. Afortunadamente, no tuvo que manejar esas situaciones por sí misma.

Del otro lado de la fiesta, Jin Fengyao finalmente había terminado de saludar a la mitad de los invitados. Por suerte, el resto de ellos eran todos de empresas menos conocidas y no tuvo que lidiar con ellos él mismo.

Exhaló un largo suspiro de alivio.

Aún así, no estaba contento con el arreglo. Este banquete que preparó la Señora Jin le había hecho sentir miserable. "¿Cuándo dejará de apresurarme a que me case?".

Sin embargo, ella aún era su madre y él solo podía desahogar su frustración en su interior.

Jiang Sese estaba buscando a Xiaobao cuando vio al angustiado Jin Fengyao, por lo que no pudo evitar preguntar: "¿Por qué esa cara larga? Si no te conociera mejor, habría pensado que alguien te había molestado".

Jin Fengyao levantó la mirada y forzó una sonrisa.

Volvió a mostrarse infeliz inmediatamente y dijo: "De hecho, alguien me ha molestado, pero es una persona a la que no puedo decirle que no".

Jiang Sese estaba intrigada y se preguntaba quién era la persona ante la cual incluso Jin Fengyao se había rendido.

Jin Fengyao confesó antes de que Jiang Sese preguntara: "Te diré quién es; es mamá. Gracias a ella, tengo una cosa más de la que no puedo escapar".

Jiang Sese no pudo evitar reír. "Aguanta entonces. Necesito ir a buscar a Xiaobao. ¡Buena suerte!".

Jin Fengyao se sintió impotente cuando vio lo rápido que su cuñada había cambiado de bando y se sintió aún más frustrado.

Simplemente no podía imaginar lo que estaba pensando su madre. Su hijo mayor ya le había encontrado una excelente nuera, entonces, ¿por qué querría otra?

La necesidad de su madre de tener otra nuera le parecía un completo misterio.

Jin Fengyao miró a su alrededor en ese momento y vio que la mayoría de las mujeres estaban hablando entre ellas; nadie lo buscaba a él en particular.

Por lo tanto, se escapó cuando nadie estaba mirando...

Una vez que salió del ruidoso salón, Jin Fengyao sintió su mente mucho más en paz.

Comparado con el murmullo de voces en el interior, encontró mucho más calmado el canto de los pájaros.

Deambuló por el patio antes de ver una figura familiar.

Era Song Qingwan.

Estaba parada allí sola, como si temiera que caminar le pudiera hacer perder el rumbo. Ella se quedó allí y miró fijamente una flor.

Al recordar que ella no salió a despedirlo cuando salió del hospital, Jin Fengyao se irritó.

Él quería irse de inmediato, pero en ese momento, Song Qingwan se dio la vuelta y los ojos de ambos se encontraron. Ya ninguno de los dos podía irse.

Después de todo, esta seguía siendo su casa, por lo que Jin Fengyao tuvo que obligarse a caminar hacia ella y decirle: "Qué coincidencia. Veo que estás disfrutando de las flores".

La frase para ligar fue tan incómoda que Song Qingwan casi dudó si esta persona era Jin Fengyao.

Se suponía que el tipo había coqueteado con innumerables mujeres, y debería tener mejores frases para iniciar una conversación que una tan pésima como esa.

Como lo había dicho de esa manera, Song Qingwan no tuvo más remedio que responder: "Sí, pero no hay tantas flores aquí".

Jin Fengyao se alegró un poco en secreto cuando escuchó su respuesta, por lo que dijo inmediatamente: "Las flores están en otro lugar; la que estás mirando es solo una silvestre. El jardín está en la parte de atrás. Déjame llevarte allí".

Tomó la mano de Song Qingwan antes de que ella pudiera responder y la llevó al patio trasero.

De alguna manera, ambas manos estaban un poco sudadas.

A Jin Fengyao le había preocupado que las cosas fueran incómodas cuando se volvieran a encontrar, pero resultó que lo había pensado demasiado.

Jin Fengyao le mostró a Song Qingwan el jardín trasero.

Había muchas flores raras en el jardín, y muchas de ellas eran especies que Song Qingwan nunca había visto antes.

"Son hermosas", dijo Song Qingwan a pesar de cómo se sentía realmente.

"Quedémonos aquí por un rato, entonces".