Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 539

Al mismo tiempo, el teléfono de Jin Fengchen sonó de repente, pues había recibido un mensaje.

Ambos hermanos intercambiaron miradas, como si tuvieran algún tipo de presentimiento.

El corazón de Jin Fengyao se aceleró y dio un paso adelante para echar un vistazo.

El mensaje que se había enviado al teléfono de Jin Fengchen era un vídeo corto.

Con sus dedos temblorosos, frunció los labios en una línea recta y pulsó el vídeo.

La risa salvaje y siniestra de Jiang Nuannuan apareció primero. Los dos hermanos se congelaron inmediatamente en su lugar.

"Aja, ja, ja, ja, ja. Jiang Sese, te lo mereces... ¡Muérete!".

Cuando Jin Fengchen vio aparecer a Jiang Sese en el cuadro, sus pupilas se dilataron instantáneamente.

Su corazón palpitó violentamente mientras sentía un dolor desgarrador.

En el vídeo, Jiang Sese había sido arrojada al mar. Su cuerpo, delgado y pequeño, subía y bajaba en el agua helada.

Esa apariencia pálida y esa mirada de impotencia en el rostro de ella fue la gota que colmó el vaso. Penetró a través de todos los órganos del cuerpo de Jin Fengchen, lo cual hizo que su carne y su sangre quedaron hechas un desastre.

El último fotograma estaba enfocado en Jiang Sese, quien se ahogaba en la superficie del mar. Cuando el vídeo terminó, la pantalla se volvió negra.

Los ojos de Jin Fengchen también perdieron su brillo. Las venas sobresalían en sus brazos. Todo lo que tenía a la vista perdió repentinamente todo su color; solo era gris y blanco.

Poco a poco perdió todos sus sentidos y se puso completamente pálido, como si alguien hubiera atravesado su corazón con decenas de miles de espadas.

Una hoja afilada penetró en su corazón y la sangre brotó de sus vasos sanguíneos, pero esta sangre también estaba helada. Aquella sensación de dolor casi le había destrozado todo el cuerpo.

Sintió que sus pulmones eran exprimidos con locura. Una oleada de emociones estalló y desgarró su corazón. Era tan sofocante que le faltaba el aire.

Al final, estas emociones se redujeron a una palabra sin vida que brotó de su boca.

"¡No!".

Jin Fengchen se cubrió el corazón con la mano. En medio de su dolorosa alucinación, quiso estirar la mano para agarrar a Jiang Sese.

Sin embargo, lo que tocó fue solo aire.

Su teléfono cayó al suelo como respuesta. Jin Fengchen tropezó y casi se cayó.

La escena de Jiang Sese hundiéndose en el agua se congeló en su mente. Estaba completamente aturdido y había sufrido una gran conmoción.

Jin Fengyao, quien estaba a su lado, tampoco lo tenía fácil y, obviamente, se había sobresaltado.

"¿Cómo ha podido pasar esto?", gimió en voz baja con el rostro pálido.

Alguna vez le había pasado por la cabeza que Jiang Nuannuan utilizaría a Jiang Sese para chantajearlos y extorsionarlos con una gran suma de dinero. O que Jiang Nuannuan quizás buscaba otra cosa.

¡Pero nunca esperó que Jiang Nuannuan quisiera quitarle la vida a Jiang Sese!

Jiang Sese había sido arrojada al mar, lo que significaba que era muy posible que tanto Jiang Sese como el bebé murieran.

Al pensar en esto, Jin Fengyao no se atrevió a seguir imaginando.

Inconscientemente, miró a Jin Fengchen y descubrió que la expresión de su rostro era aún más desagradable que la de un hombre muerto.

Todo su cuerpo estaba completamente sin vida, como si su alma y su espíritu hubieran sido succionados.

El fondo de sus ojos tenía tanto pesar que estaba lleno de desesperación e incredulidad. Su cuerpo alto ya no estaba erguido mientras se tambaleaba.

Una expresión de inquietud y miedo se apoderó de su rostro.

Negro… el mundo de Jin Fengchen se había vuelto completamente negro.

Su luz y su esperanza se hundieron en esa agua de mar helada junto con Jiang Sese. Estaba tan oscuro que no podía ver la luz en absoluto.

Jin Fengyao se adelantó y cubrió la mano de Jin Fengchen para consolarlo en silencio.

De repente, los ojos de Jin Fengchen, que estaban congelados, empezaron a moverse de nuevo. Miró a Jin Fengyao y entonces recordó algo.

Empujó con fuerza a Jin Fengyao, se dio la vuelta y estuvo a punto de salir corriendo.

Sintiendo que algo andaba mal, Jin Fengyao dio un paso adelante y agarró desesperadamente a Jin Fengchen, lo que casi agotó toda la fuerza que tenía en esta vida.

"Hermano, hermano, cálmate. ¿Qué vas a hacer?".

Jin Fengchen permaneció en silencio. Se liberó del agarre de Jin Fengyao con todas sus fuerzas y simplemente corrió enérgicamente.

Sin embargo, como Jin Fengyao también era un hombre, la fuerza de ambos era casi igual.

Si pudiera retroceder en el tiempo, ¡no dejaría nunca a Jiang Sese!

Jin Fengchen cerró los ojos mientras lágrimas calientes caían por sus mejillas. Regaron su maltrecho corazón y le provocaron un dolor ardiente.

Un hombre no derrama lágrimas tan fácilmente, a menos que tenga el corazón extremadamente roto.

Le dolía tanto que había perdido toda esperanza, y sus lágrimas no podían aliviar su dolor.

Rezó sinceramente a los cielos, esperando que los dioses no fueran tan crueles.

Después de un largo rato, Jin Fengchen se levantó.

"Sese, espérame", murmuró con los labios secos. Jin Fengchen pisó el suelo con todas sus fuerzas y avanzó con gran dificultad.

Tras movilizar al equipo de rescate, un grupo de personas se precipitó al lugar donde Jiang Sese había caído al mar.

"Hermano, ¿por qué no vuelves primero y esperas las noticias? Te informaré cuando hayan descubierto algo".

Al ver que Jin Fengchen se encontraba en un estado de ánimo extremadamente malo de camino al mar, Jin Fengyao trató de persuadirlo para que regresara.

En cuanto terminó de hablar, Jin Fengchen rechazó rotundamente la sugerencia de Jin Fengyao sin dudarlo.

"Quiero ir. ¡Sese y el bebé aún me están esperando!".

Estaba en trance mientras repetía las palabras: "Sese me está esperando".

Jin Fengyao quiso volver a decir algo más, pero cuando Jin Fengchen le miró fijamente con una mirada fría y severa, solo pudo tragarse todas las palabras de consejo en su estómago.

Después, Jin Fengchen largó a Jin Fengyao para que se fuera al otro lado del coche mientras él se sentaba solo en el lado opuesto.

Miró a lo lejos. Sus ojos estaban vacíos y no había ni alma ni emoción en ellos.

Sus ojos congelados y rígidos solo empezaron a moverse cuando llegaron al muelle.

Hasta donde sus ojos podían ver, estaba el azulado y gran mar, donde rugían grandes olas.

Al oír el oleaje, recordó al instante la escena en la que Jiang Sese se hundía al fondo del mar.

De repente, como si se hubiera vuelto loco, Jin Fengchen se precipitó y estiró las manos hacia delante, como si intentara agarrar algo.