Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 540

Con un profundo sentimiento de remordimiento y miedo a perderla, dejó de preocuparse por completo de su propia seguridad y corrió hacia delante.

"¡Sese!".

Un grito desesperado y estridente resonó en el aire, el cual acabó ahogándose entre las ráfagas de la fría brisa marina.

Jin Fengyao estaba constantemente en guardia. Al ver esto, se sobresaltó y se asustó mientras gritaba: "¡Rápido, agarren a mi hermano!".

Un grupo de personas corrió apresuradamente hacia Jin Fengchen, y varios de ellos se agarraron a él juntos.

Sin embargo, él era terriblemente fuerte. Cuando él se resistió, varias personas fueron arrojadas por él.

"¡Suéltenme! ¡Sese se va a hundir pronto!".

A los ojos de Jin Fengchen, Jiang Sese se agitaba en el mar, y sus pequeñas manos salpicaban continuamente el agua.

Ella estiró desesperadamente la mano hacia él. Él se acercó a ella con todas sus fuerzas, pero por mucho que lo intentara, no podía retenerla.

Por ello, quiso lanzarse inmediatamente al agua sin pensarlo dos veces.

En realidad, entre los que intentaban detener a Jin Fengchen, los que estaban más cerca de él ya habían sido pateados al suelo.

Jin Fengyao estaba un paso por detrás. Vio a Jin Fengchen corriendo hacia la orilla y estaba a punto de saltar, adoptando una postura que parecía decidida y alocada.

Le gritó a Jin Fengchen a todo pulmón: "Hermano, la cuñada no está aquí en absoluto. Eso es falso. ¡Si saltas, no podrás verla nunca más!".

En ese momento, él estaba bajo tanta presión que el borde de sus ojos se había vuelto rojo sangre.

Su voz resonó por todas partes, golpeó la superficie del mar, regresó de nuevo y se mantuvo en el aire.

Cuando Jin Fengchen oyó la voz de Jin Fengyao, se detuvo bruscamente y recuperó parte de su cordura.

Miró hacia atrás y observó con una mirada perdida los alrededores.

Al ver que sus palabras eran efectivas, Jin Fengyao continuó: "Hermano, mira con atención. Este es el muelle. No es el lugar en el que la cuñada cayó. ¡La cuñada sigue esperando que la salves, así que no debe pasarte nada!".

A continuación, se dirigió hacia Jin Fengchen paso a paso hacia su hermano, pero no se atrevió a emitir ningún sonido para evitar molestarlo.

En ese momento, Jin Fengchen estaba a un solo paso del mar.

"Sese todavía me está esperando". Como una marioneta, Jin Fengchen repitió estas palabras mecánicamente mientras la luz de sus ojos brillaba ligeramente.

Al oír esto, Jin Fengyao extendió cautelosamente su mano frente a él y dijo: "Así es, hermano. La cuñada te está esperando. Así que debes volver".

En ese momento, Jin Fengyao tenía el corazón en la boca y el ambiente se había vuelto extremadamente tenso. Todos contenían la respiración y miraban esta escena.

"Es falso", repitió Jin Fengchen lo que Jin Fengyao había dicho.

Cuando su mirada se posó en la superficie del mar, la escena de Jiang Sese cayendo al mar realmente ya no estaba allí.

Dudó por un momento con una mirada de angustia en su rostro.

Mientras estaba aturdido, Jin Fengyao dio un gran paso adelante.

Cuando tocó a Jin Fengchen, tiró de él hacia atrás con toda su fuerza, y los dos hermanos cayeron al suelo pesadamente.

En respuesta, la gente de alrededor se acercó apresuradamente para levantarlos. Todos soltaron un suspiro de alivio.

Miró a Jin Fengchen, quien estaba a su lado, y se sintió como si acabara de volver de las puertas del infierno.

Jin Fengchen se lavó la cara con agua fría, y solo entonces consiguió recuperar a duras penas algo de conciencia.

Un grupo de personas subió al barco. Siguiendo la dirección del flujo de la corriente, buscaron por todas partes en el mar.

La gente se apresuraba a ir de un lado a otro del barco, y todos se pusieron a trabajar.

"Equipo uno, vayan a la izquierda. Busquen cuidadosamente en el agua...".

"Equipo dos...".

Jin Fengchen se situó al lado de la cubierta. Mientras miraba las olas del vasto mar, sus ojos se llenaron de tristeza.

El mar no tenía límites. Las olas se agitaban constantemente y golpeaban el casco del barco.

Cada golpe en el casco se sentía como si su cuerpo hubiera sido golpeado. Era tan doloroso que se sentía asfixiado.

Este era precisamente el lugar que se había tragado a su amada.

Jin Fengchen simplemente no podía imaginarlo ni quería pensar en ello.

Se revolcó en la interminable oscuridad, queriendo encadenarse al frío y húmedo lecho marino.

Jin Fengyao temía que le ocurriera algo a Jin Fengchen. Por eso, mientras seguía de cerca el progreso de la búsqueda, también tenía que prestar atención a cada movimiento que hacía Jin Fengchen.