Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 544

"Traeré la llave de repuesto", exclamó una Señora Jin con el rostro pálido mientras se daba la vuelta para bajar las escaleras.

"Es demasiado tarde. Tiraré la puerta", murmuró un iracundo Jin Fengyao con los dientes apretados y comenzó a cargar contra la puerta.

Pero la puerta se abrió desde dentro.

Jin Fengchen apareció ante ellos con una botella de licor en la mano, mareado y tambaleándose sobre sus pies.

No había luz en el interior del dormitorio y todo estaba oscuro dentro.

Un abismo negro y asfixiante.

Estaba apoyado en el marco de la puerta. Su rostro, antes delgado y atractivo, estaba cadavérico y desgreñado.

Y toda su persona tenía un aspecto terriblemente tosco y demacrado.

Una barba de varios días adornaba su rostro sin afeitar con más cerdas frescas que brotaban.

Sabiendo que no debía hacer ningún comentario ni regañarlo, la Señora Jin arrastró a Jin Fengyao escaleras abajo con ella.

Pero Jin Fengyao no pudo aguantar más y fue a buscar a Xiaobao unos días después.

Si había una persona que podía llamar la atención de Jin Fengchen en ese momento, ese era Xiaobao.

A pesar de las veces que sus padres habían intentado hablar con él, Jin Fengchen se negaba a escuchar.

El pequeño se comportó con bastante sensatez, permaneciendo tranquilo y obediente en su asiento infantil durante todo el trayecto.

Su tío, Jin Fengyao, sin embargo, estaba demasiado ocupado con sus pensamientos al volante que apenas le prestó atención.

Sin darse cuenta, le echó un vistazo a través del espejo retrovisor, y descubrió que los ojos de Xiaobao estaban rojos y al borde de las lágrimas.

"¿Qué pasa, Xiaobao? ¿Por qué lloras?", preguntó Jin Fengyao de inmediato.

"¿Ha pasado algo malo en casa, tío?", hizo un mohín el pequeño y gimoteó: "¿Por qué no han venido papi y mami a recogerme?".

Durante muchos días, se había quedado con los Qin, esperando el día en que sus padres fueran a buscarlo. Pero, por desgracia...

Las lágrimas brillaban como el cristal en los ojos del niño antes de que los bulbosos orbes cayeran lentamente por la curva de sus mejillas.

Fue una visión tan desgarradora para Jin Fengyao que este tuvo que detener el coche.

Abrió la puerta trasera y sacó a Xiaobao. Con voz tranquilizadora, le dijo suavemente: "Tranquilo, no llores, Xiaobao. El tío te lo contará todo, ¿está bien?".

Xiaobao necesitaba saber la verdad, ya que se confiaría en él para ayudar a consolar a su padre.

El pequeño niño asintió con la cabeza solemnemente, y su voz de bebé gimió: "Está bien, dejaré de llorar. Dime, tío".

Jin Fengyao sintió un sabor agrio en la boca mientras hacía una mueca de crueldad ante la realidad.

"Mami tiene actualmente algunos problemas, y necesita ocuparse de ellos antes de volver. Papi no está bien, así que espero poder confiar en ti para que me ayudes a cuidar de papi hasta que vuelva mami. ¿Puedes hacerlo por mí?".

El niño lo miró desconcertado, sin saber qué era lo que impedía a su mami volver.

Pero escuchó la parte de que su papi lo necesitaba. Apretó sus pequeños puños con decisión y dijo: "¡Lo haré! ¡Cuidaré de papi mientras espero a que vuelva mami!".

Una ráfaga de emociones se arremolinó en el interior de Jin Fengyao. No pudo contenerse más y abrazó a su querido sobrino.

Al cabo de un rato, devolvió a Xiaobao a la silla elevadora mientras se esforzaba por alegrarlo: "Muy bien, vamos a buscar a tu papi".

En las oficinas del Grupo Jin.

Jin Fengchen luchaba con la monotonía de revisar sus documentos dentro de su habitación.

Sin embargo, nada más llenaba su vista aparte del rostro de Jiang Sese: su sonrisa astuta, su fuerte mirada y su coqueta sonrisa.

No pudo hacer nada para disipar de su mente todo lo relacionado con ella.

Apartó sus archivos y se agarró la cara gimiendo con un dolor indescriptible.

"Papi". Una voz mansa reverberó en sus oídos.

Jin Fengchen levantó la vista y vio a su hermano entrando por la puerta, llevando de la mano al pequeño Xiaobao.

Miró hacia delante, aturdido.

Al ver a su padre, Xiaobao se liberó del agarre de su tío y corrió hacia él.

De mala gana, Jin Fengchen forzó una sonrisa y cargó a su pequeño hijo en brazos. Le preguntó con cariño: "¿Por qué estás aquí, Xiaobao?".

Dirigió una mirada entrecerrada a Jin Fengyao; una mirada resentida hacia su hermano por aumentar sus problemas trayendo de vuelta a Xiaobao en un momento como este.