Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 573

“Pasa”.

Mientras se frotaba el puente de la nariz, Jin Fengchen levantó ligeramente la vista hacia Gu Nian y preguntó: "¿Qué te trae por aquí?".

Los ojos de Gu Nian brillaban de emoción mientras hablaba, y su voz temblaba.

Acentuó cada palabra mientras decía: "Joven Amo, Joven Amo, ¡hemos encontrado a Jiang Nuannuan!".

Gu Nian no podía dejar de sonreír porque sabía lo que eso significaba para Jin Fengchen. Era la noticia más maravillosa.

Creyó que le hirvió la sangre cuando sus subordinados acudieron a él con esa información.

Antes de darse cuenta, ya estaba de camino a la casa de la familia Jin para contarle a Jin Fengchen las buenas noticias.

En cuanto escuchó esas palabras, las pupilas de Jin Fengchen se contrajeron, y al momento siguiente, la temperatura del estudio parecía haber bajado.

"¿Están seguros? ¿La han atrapado?".

Su nuez de Adán temblaba, y había algo muy intimidante en su tono. Sostenía el ratón con tanta fuerza que podría aplastarlo en la mano.

Gu Nian le informó tiempo atrás que Jiang Nuannuan había sido vista en el oeste de Francia, así que les dio la orden de ir tras ella.

Pero no esperaba tener noticias de ellos tan pronto.

¡Qué afortunada coincidencia!

Jin Fengchen había tomado una decisión: ¡esta vez haría que Jiang Nuannuan viviera un infierno!

No había tenido una noche completa de sueño en los últimos tres años.

Cada vez que cerraba los ojos, veía a Jiang Nuannuan empujando al amor de su vida al océano.

Había vivido con esa sensación de asfixia durante tres años.

"¡Esta vez, Jiang Nuannuan sabrá lo que se siente!".

Gu Nian asintió y lo tranquilizó: "Así es. Nuestra gente la ha atrapado, y la única pregunta ahora es qué debemos hacer con ella".

Una mirada penetrante apareció por un momento en los ojos de Jin Fengchen. Él resopló y golpeó la mesa con su mano.

La mirada de sus ojos se volvió fría. Esto junto con la rabia que emanaba de su cuerpo lo volvió muy intimidante.

Después de eso, Jin Fengchen se puso en pie con los ojos llenos de odio.

Jin Fengchen parecía un demonio del infierno cuando le dio la orden a Gu Nian con voz fría. "Por supuesto, le haremos pasar un buen rato. Asegúrate de no perderla”.

"¡Si intenta huir de nuevo, rómpele la otra pierna! Pero no la mates. ¡Me voy a Francia ahora! Me gustaría verla en persona".

"No hay problema. Le reservaré el primer vuelo posible".

Gu Nian entendió inmediatamente lo que Jin Fengchen quería decir y se fue a cumplir la orden.

Jin Fengchen dejó las cosas en las que había estado trabajando después de que Gu Nian se fuera.

Él sacó su maleta, preparó rápidamente algo de ropa y se dispuso a partir hacia Francia.

Impulsado por su rabia, no podía esperar a vengarse.

En la planta baja, Jin Fengyao acababa de volver de la oficina y estaba de muy buen humor. Tarareaba una melodía al entrar.

La Señora Jin salió de la cocina con un plato de fruta y té recién hecho.

Jin Fengyao se quitó la chaqueta, se acercó, agarró un trozo de manzana con un palillo y preguntó despreocupadamente: "Mamá, ¿dónde está mi hermano?".

La Señora Jin señaló el segundo piso. "Está trabajando en el estudio. Llévale el té y la fruta. Lleva toda la tarde trabajando y necesita un descanso".

"Señorita Qin, es evidente que lo prefieres a él antes que a mí. ¿Por qué no has preparado té o fruta para mí? Yo también soy un hombre ocupado y cansado".

Jin Fengyao se quejó en un tono exagerado mientras tomaba el plato.

Estudiando la cara de su hermano, Jin Fengyao no pudo evitar intentar persuadirlo: "Hermano, sé que todavía no puedes olvidar lo que ha pasado, pero no puedes emocionarte demasiado. Xiaobao es todavía un niño y te necesita...".

Le preocupaba que Jin Fengchen pudiera romper la ley por un impulso.

Si eso ocurría, por muy influyente que fuera la familia Jin, no podrían ayudarle.

Lo que más le preocupaba a Jin Fengyao era que una vez que Jin Fengchen se vengara, no le quedaría ninguna obsesión y pudiera darse por vencido, justo como ocurrió tres años atrás.

Al ver las miradas de preocupación en los rostros de su madre y su hermano, Jin Fengchen dijo con calma: "No se preocupen. Todavía no he encontrado a Sese, así que no la mataré".

Parecía haberles leído la mente y les había señalado lo que les preocupaba.

Al ver los ojos inyectados en sangre de su hermano, Jin Fengyao sintió que se le revolvía el estómago.

Aquellas palabras no hacían que madre e hijo se sintieran menos inquietos.

Suspiró para sus adentros, dándose cuenta de que solo una persona en este mundo podía detener la locura de Jin Fengchen.

Pero esa persona ya no estaba...

Se sintió abrumado por la tristeza al instante.

"Volveré pronto. Por favor, cuiden de Xiaobao mientras estoy fuera", añadió.

Al darse cuenta de que Jin Fengchen había tomado una decisión, la Señora Jin y Jin Fengyao no tuvieron más opción que ceder.

"De acuerdo. Ten cuidado y vuelve pronto, entonces".

Justo entonces, Jin Fengchen recibió un mensaje.

Gu Nian le había enviado la información de su vuelo.

Guardó el teléfono, charló un rato con los otros dos y se dirigió a la entrada principal.