Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 609

Jiang Sese vio que el conductor lo había llevado a ese lugar. Ella se agachó y le preguntó: "¿Por qué estás aquí? ¿Lo sabe tu papi?".

"Lo sabe. He hecho un regalo para ti, mami, pero no está conmigo ahora. ¿Puedes acompañarme a un lado, mami?".

Xiaobao miró a Jiang Sese con una mirada de anticipación. Tiró impacientemente de ella para que lo acompañara.

Cuando escuchó eso, Jiang Sese sonrió cálidamente.

Alargó la mano para tocar la punta de la nariz de Xiaobao y dijo con indulgencia: "Gracias, Xiaobao, pero ahora es hora de trabajar. No puedo irme".

Xiaobao frunció ligeramente el ceño, y pareció estar perdido.

Tuvo una idea, y sonrió una vez más.

"Entonces entraré y esperaré. Seré bueno, ¡no te causaré problemas, mami!".

Jiang Sese no podía soportar ver cómo se apagaba el brillo de los ojos del pequeño, así que asintió. Entonces le tomó de la mano y llevó a Xiaobao a la bodega.

Nada más entrar, se encontraron con los demás empleados de la bodega. Todos miraron a Jiang Sese llevando a un niño, y todos tenían curiosidad en sus rostros.

"Vaya, Sese, qué niño tan bonito. ¿Dónde lo has encontrado?".

"Es de mi amigo", explicó Jiang Sese con incomodidad mientras se tocaba la nariz.

"Hola, hermanos y hermanas...".

Xiaobao sonrió dulcemente y saludó a todos de forma amistosa.

Se comportaba con el aire de un pequeño jefe. Sus rasgos eran delicados como el jade y se ganaba fácilmente el afecto de la gente.

Varias chicas se agolparon y empezaron a acosar a Xiaobao con preguntas.

Algunas le pellizcaban la cara, otras lo cargaban. Ellas lo querían.

Afortunadamente, Jiang Sese intervino en el momento justo, y ellas se marcharon a regañadientes.

Xiaobao lanzó una mirada de dolor a Jiang Sese tras escapar de las manos del grupo de chicas.

Su mirada decía ‘las mujeres son un problema’.

Jiang Sese le acarició las mejillas mientras sonreía, y lo llevó de vuelta a la oficina.

Cuando entraron, Xiaobao tomó asiento muy conscientemente en una silla en un lado de la habitación.

Sacó un cuaderno de trabajo de su pequeño maletín y empezó a colorear en él obedientemente.

Su actitud tranquila hizo que Jiang Sese esbozara una sonrisa maternal.

El tiempo pasó junto con el rayado de los lápices sobre el papel, y pronto llegó la hora de salir.

Jiang Sese cumplió su palabra y siguió a Xiaobao fuera de la bodega.

El coche que había llevado a Xiaobao hasta allí seguía esperando. Subieron y el conductor encendió el coche.

Veinte minutos después, el coche entró en una mansión con aspecto de palacio.

Viendo el imponente edificio y la forma en que el personal que pasaba saludaba a Xiaobao, no era difícil adivinar dónde estaban.

Jiang Sese le preguntó a Xiaobao con curiosidad: "Esta es tu casa, ¿verdad? ¿Por qué me has traído aquí?".

"El regalo que hice está en la habitación. Solo tienes que seguirme, mami".

Después de hablar, Xiaobao se agarró a la mano de Jiang Sese y la condujo al interior.

Jiang Sese miró a Xiaobao con incredulidad. Tenía sus dudas.

Si Jin Fengchen estaba cerca, ella no sabía cómo se enfrentaría a él...

Sin embargo, Xiaobao ya había tirado de su mano y la había llevado a su habitación.

Se pararon frente a la habitación. Los ojos de Xiaobao brillaban mientras decía emocionado: "Hemos llegado. Mami, ¿puedes cerrar los ojos?".

Jiang Sese asintió y cerró los ojos.

Cuando dijo eso, los ojos del niño se volvieron melancólicos y su voz bajó.

Cuando Jiang Sese escuchó eso, se le formó un nudo en la garganta y se le llenaron los ojos de lágrimas.

Sentía el corazón como si le hubieran clavado una espina, y le dolía mucho.

Ella se agachó y abrazó al niño.

Una pena inexplicable llenó su corazón mientras las lágrimas brotaban de las esquinas de sus ojos. Ella dijo con cariño: "Gracias, Xiaobao. A mami le gusta mucho".

Esta era la primera vez que reconocía la forma en la que Xiaobao la llamaba, y fue también cuando reconoció a este niño.

No importaba si ella lo recordaba o no, él sería su hijo.

Esa noche, Jiang Sese volvió a casa con los cuatro muñequitos en brazos.

El método de recuperar sus recuerdos tenía mayor urgencia en su corazón...

Al día siguiente, Tiantian se despertó y vio los cuatro muñecos. Le preguntó a Jiang Sese con curiosidad: "Mami, ¿qué son? Son unos muñecos de trapo tan feos".

Al oír que Tiantian los llamaba feos, Jiang Sese se sintió algo descontenta. Acomodó meticulosamente los muñecos antes de decir: "Tiantian, no puedes decir eso. Estos muñecos me los regaló tu hermano mayor. Esta muñequita eres tú. Incluso tiene coletas. ¿No es bonita?".

Tiantian hizo un puchero después de ser reprendida por Jiang Sese.

Sin embargo, su humor cambió de inmediato cuando escuchó que eran regalos de Xiaobao.

Ella agarró la muñeca que se suponía que era ella y dijo sorprendida: "Así que este es mi aspecto en el corazón del hermano mayor. Quiero guardarla para mí".

Colocando la muñeca en la mano de Tiantian, Jiang Sese le dijo solemnemente: "Bien, entonces debes cuidarla bien. Este es el trabajo duro de tu hermano mayor".

"No te preocupes, mami. La cuidaré bien".

Mientras Tiantian hablaba, incluso hizo un saludo militar, lo que hizo que Jiang Sese no supiera si reír o llorar.

Después de ayudar a Tiantian a bañarse, Jiang Sese fue a la oficina.