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Capítulo 647 Tenía que tener
Tan pronto salió de la oficina, la expresión del rostro de Zi Feng se volvió extremadamente malévola.
¡¿Por qué Jiang Sese no está muerta todavía?!
Zi Feng tomó grandes bocanadas de aire, alimentando sus pensamientos con maldad.
Jiang Sese había desaparecido durante 3 años, no debería haber regresado.
Alguien que estaba muerta antes debería desaparecer de nuevo.
En el tenue pasillo, la cara de Zi Feng era como la de un demonio del infierno. Tenía un aspecto aterrador.
El odio y los celos cambiaron por completo la expresión de Zi Feng. Sus uñas se clavaron profundamente en su carne.
La palabra “maliciosa” no era suficiente para describir la expresión en el rostro de ella.
Ella miró a la figura en el despacho de Jin Fengchen, y su corazón se llenó de malas intenciones.
Jiang Sese debía morir. Necesitaba ser eliminada, sin importar lo que pasara.
Zi Feng sentía que debía tener a ese hombre. Tenía que...
Sin embargo, Jin Fengchen no era consciente de los pensamientos de Zi Feng. Se limitó a frotarse la frente dolorida.
'Sese, ¿cuándo podrás volver conmigo…?'.
Él miró inconscientemente la estantería que estaba junto al sofá. En aquel entonces, esto era lo único que le gustaba a Jiang Sese.
Cuando regresó de Ciudad del Norte, Jin Fengchen se llevó esa estantería con él.
Tras mirarlo por un momento, notó que todavía había marcas hechas por las manos de Jiang Sese en el interior del mueble. Las cosas de ella seguían siendo las mismas, pero ella había cambiado.
Jin Fengchen suspiró profundamente, se levantó y salió del despacho.
Este lugar siempre le hacía pensar en la época en que trabajaban juntos. El rostro serio de la mujer era siempre muy deslumbrante.
Cuando llegó a casa, ya eran las dos de la mañana. Toda la residencia estaba muy silenciosa. Sin embargo, la Señora Jin salió de la nada.
Acababa de despertarse cuando oyó el sonido de la puerta al abrirse y se acercó para ver.
"¿Fengchen?".
Al oír la voz de la Señora Jin, Jin Fengchen se detuvo antes de gruñir en respuesta.
"Espera ahí. Te voy a preparar algo de comer".
Antes de que Jin Fengchen pudiera responder, la Señora Jin ya se había dirigido a la cocina para ponerse a trabajar.
No habían pasado ni diez minutos cuando ella sirvió unos cuantos platos calientes de comida casera.
El aroma de la comida abrió el apetito de Jin Fengchen.
Estos últimos días había estado perdido en la desesperación. No había comido como se debe.
Al ver que Jin Fengchen comía con ganas, la Señora Jin se sintió aliviada.
Después de poner algo de comida en el cuenco de Jin Fengchen, la Señora Jin habló: "Todos estos platos son los que te gustan. Come. Una persona solo puede trabajar para conseguir lo que quiere cuando tiene el estómago lleno".
Sabiendo lo que le preocupaba a la Señora Jin, Jin Fengchen le aseguró: "Mamá, no te preocupes. No perderé. Al fin y al cabo, soy Jin Fengchen".
Al oír eso, la Señora Jin sonrió. Era una sonrisa sincera.
Temía que Jin Fengchen se volviera inconsolable como hacía tres años. Su comportamiento de aquel entonces era realmente preocupante.
"Estoy mucho más tranquila ahora que has dicho eso. Sese es un miembro de la familia Jin. ¡Buena suerte, hijo!".
Después de hablar, la Señora Jin incluso hizo un gesto para animarle. Jin Fengchen no pudo evitar reír y le devolvió el gesto a la Señora Jin.
Después de comer otro bocado de arroz, Jin Fengchen se volteó hacia la Señora Jin y le dijo: "Mamá, deberías ir a descansar. Yo iré a mi habitación dentro de un momento. No te preocupes por mí".
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