Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 653

El aire de la noche era frío mientras soplaba la brisa. De pie junto a la barandilla de la orilla del río Sena, la luz pálida de la luna iluminaba una figura que daba una sensación de frialdad.

El río Sena de noche era tranquilo y hermoso.

Unas interminables farolas iluminaban las calles. El aire de la noche era emotivo.

Jiang Sese se alisó suavemente los cabellos arrastrados por el viento. Se apoyó en el parapeto y contempló las románticas luces nocturnas.

No muy lejos, Jin Fengchen salió de una cafetería. Llevaba dos vasos en las manos y se acercó a ella a paso ligero.

Jiang Sese tomó la bebida caliente de la mano de Jin Fengchen mientras apoyaba la espalda en la barandilla y sonrió cálidamente. "Gracias".

La brisa nocturna agitaba los cabellos sueltos sobre su oreja. Bajo la luz amarilla, se podía ver que su complexión había mejorado. Lo único malo es que su sonrisa no llegaba a sus ojos.

Jin Fengchen se acercó a la mujer y se inclinó junto a ella.

Ambos tomaron unos sorbos de café, cuyo sabor amargo se deslizó por sus gargantas. Él la miró de reojo.

"¿Supongo que tu estado de ánimo no ha sido muy bueno últimamente?".

Jiang Sese hizo una pausa antes de darse cuenta de que la razón por la que él preguntaba era porque ella le había dicho que estaba un poco decaída.

"Un poco. Han pasado muchas cosas últimamente, y no sé por qué, pero es así".

Jiang Sese bajó la mirada y habló en voz baja.

Estas circunstancias la hacían sentirse muy contenta. No sabía por qué, pero estar a solas con Jin Fengchen hacía que ella pudiera hablar de sus sentimientos con mucha facilidad.

La expresión de Jin Fengchen se alteró ligeramente. Todavía no había conseguido controlarla cuando dijo en voz baja: "Debe ser porque te vas a casar".

Sus sencillas palabras estaban mezcladas con un profundo dolor.

Cuando escuchó la noticia en el banquete, fue como si su corazón se hubiera desgarrado.

Como estaba frente a Jiang Sese, no pudo evitar preguntar sobre ello.

Jiang Sese lo miró con asombro. A ella le pareció difícil de soportar ver la expresión de Jin Fengchen.

"Ya lo oíste".

La garganta de Jin Fengchen tembló ligeramente. Él preguntó con voz ronca: "¿Está todo decidido?".

Sus ojos delataban su dolor.

Jiang Sese se aferró a su ropa y guardó silencio.

En ese momento, toda la familia Fu sabía que ella le había prometido a la Señora Fu que se casaría con Fu Jingyun. Ni siquiera ella sabía lo que pasaría al final.

Viéndola así, Jin Fengchen pudo averiguar a grandes rasgos la respuesta.

Las puntas de sus dedos se volvieron blancas. Sus ojos parecían aún más abatidos.

Aún más dolor surgió, amenazando con desgarrar su corazón.

"Está bien siempre y cuando haya sido tu decisión". El hombre forzó una sonrisa tras decir eso. Su sonrisa era aún más difícil de mirar que sus lágrimas.

No estaba dispuesto a forzarla a nada.

Cuando Jiang Sese vio la reacción de Jin Fengchen, su propio corazón también se agitó.

"Todavía no estoy segura de mi decisión".

Sus ojos mostraban que estaba perdida, y Jiang Sese confesó, con cierto dolor: "Antes de que tú y Xiaobao llegaran, siempre pensé que Jingyun era mi marido. Si me hubiera propuesto matrimonio antes, lo habría aceptado sin dudar. Pero ahora, no estoy tan segura".

Mientras Jiang Sese hablaba, su cuerpo se enfriaba lentamente. Ella recordó algo poco a poco.

"Últimamente, he estado soñando. Hay muchos segmentos en el sueño, pero siempre hay una persona... Siento que es muy importante para mí. Sin embargo, nunca puedo ver su rostro con claridad... Me confunde mucho".

Mientras hablaba, su tono de voz se volvió urgente. Su expresión era de dolor y su cabeza palpitaba.

Hacía mucho tiempo que ella recordaba esto. Sin embargo, ella siempre había pensado que esa persona era Fu Jingyun, por lo que nunca se había confundido.

Sin embargo, recientemente, descubrió que la persona del sueño se parecía más a Jin Fengchen.

Ella muchas veces creyó ver el rostro de él.

No podía confirmar si se trataba de sus propios pensamientos o si eran sus recuerdos.

Eso la dejaba cada vez más confundida.

Jin Fengchen se quedó a un lado escuchando mientras una luz entraba en sus profundos y claros ojos.

En su corazón, una pizca de esperanza se encendió.