Resumo do capítulo Capítulo 673 Estaba enfurecida de Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma
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Jiang Sese imitó involuntariamente a la niña y se rio.
El dúo de madre e hija se lo pasó en grande.
La gente que estaba a su lado las miraba y también sonreía con ganas.
Las dos eran increíblemente lindas a la vista.
En cuanto entraron, atrajeron la atención de todos.
La paciencia de Jiang Sese y sus frecuentes sonrisas a otros niños también impresionaron a algunos de los padres extranjeros.
En ese momento, Jiang Nuannuan se ponía el uniforme de conserje a escondidas. A continuación, agarró una fregona de la señora de la limpieza y se dedicó a trapear el suelo.
Había hecho observaciones minuciosas. Esta era la única manera de abandonar el Castillo de las Travesuras.
Jiang Nuannuan ya lo ha pensado bien. Su vida había sido arruinada por Jin Fengchen, y su eterna rival, Jiang Sese, estaba feliz de la vida.
¡Estaba enfurecida!
En ese momento, oyó el sonido de unos tacones altos contra el suelo desde detrás de ella. Jiang Nuannuan miró hacia atrás.
Efectivamente, Jiang Sese, con un vestido blanco, se dirigía lentamente hacia ella.
Seguía siendo como una joven doncella. Sus rasgos faciales eran impecables y suaves, pero había una majestuosidad en ella. Sus ojos resplandecían como si contuvieran toda la luz de las estrellas.
La gente no podía evitar sentirse atraída por ella. No importaba cuántos años hubieran pasado, Jiang Sese parecía seguir siendo la misma.
En cuanto a ella, había quedado relegada a la clase más baja de la sociedad, obligada a vivir en las sombras.
Mientras Jiang Sese se acercaba, Jiang Nuannuan bajó la cabeza y sonrió fríamente.
Su mirada estaba llena de odio y celos. De repente, dejó que sus pies resbalaran y la sucia fregona se dirigió directamente hacia la falda de Jiang Sese.
En un instante, el vestido blanco se manchó, lo que le dio un aspecto bastante desagradable.
Tiantian se quedó atónita. Al darse cuenta de que la falda de su mami estaba manchada, dijo rápidamente: "Mami, ¿estás bien?".
"¡Lo siento, lo siento, no era mi intención!".
Jiang Nuannuan fingió estar sorprendida. Se puso firme, inclinó la cabeza y siguió disculpándose.
El hecho es que estaba encantada. Su malicia estaba ligeramente satisfecha.
'Vaya; parece que una diosa gentil, alta y poderosa también puede enfrentarse a un dilema tan mortal'.
Jiang Sese frunció el ceño y miró su falda manchada. Obviamente, se sentía incómoda.
Sin embargo, al ver que Jiang Nuannuan inclinaba la cabeza tan profusamente para disculparse, Jiang Sese se dio cuenta entonces de que llevaba un uniforme de conserje. Ella sabía que no era fácil trabajar tan duro en esta ciudad, así que no podía enfadarse con esa persona. Lo consideró mala suerte.
Miró hacia abajo y de repente se congeló.
Jiang Sese entornó ligeramente los ojos. Esta persona era personal de limpieza, pero sus manos eran blancas y suaves. No parecía alguien que hiciera trabajo duro.
Se mirara como se mirara, la persona no parecía una limpiadora.
Por si fuera poco, cuando se resbaló un momento atrás, giró deliberadamente la fregona en su dirección. Si no fuera porque esta persona era una desconocida para ella, habría pensado que le guardaba rencor.
"Está bien, no hay necesidad de disculparse", dijo Jiang Sese con voz fría.
Estaba un poco desconfiada, pero no tenía intención de seguir con el asunto.
Jiang Nuannuan se dio cuenta de que Jiang Sese no tenía intención de armar un escándalo y se llenó de dudas.
Sin embargo, no pensaba renunciar a esta oportunidad. Levantó la cabeza y agarró con fuerza el brazo de Jiang Sese.
Su cara estaba totalmente expuesta y seguía diciendo: "Lo siento, no te enfades, te pagaré por este vestido. Perdóname... ¡Lo siento!".
Jiang Sese miró su cara y su corazón se apretó. Ella solía estar muy asociada a este rostro, pero en ese momento, solo le era vagamente familiar.
No le gustaba que los extraños la tocaran, aunque fueran mujeres.
Jiang Sese dio un paso atrás. Se liberó del agarre de Jiang Nuannuan y dijo: "No te preocupes, yo misma me encargaré de ello. Solo ten cuidado en el futuro".
Jiang Sese cargó entonces a Tiantian, quien estaba de pie a un lado, y abandonó el lugar a toda prisa.
Si hubiera sido Jin Fengchen quien le abrochara personalmente el cinturón de seguridad, ¿también se resistiría y lo encontraría incómodo?
Se sintió indignado y se enderezó a toda prisa antes de pisar el acelerador.
Jiang Sese no notó nada raro en Fu Jingyun, pero sintió que la velocidad del coche aumentaba gradualmente.
Cuando estuvieron a punto de chocar con el coche de al lado, exclamó sorprendida: "Tú...".
Los ojos de Fu Jingyun eran inexpresivos, sin exponer sus emociones. Redujo la velocidad y su voz siguió siendo tan amable y elegante como de costumbre. "Lo siento".
"Está bien... Solo ten cuidado". Jiang Sese no dijo más y se quedó mirando su teléfono.
Había un semáforo en rojo más adelante, así que Fu Jingyun redujo la velocidad del coche hasta detenerlo. Estaba ansioso por cambiar su relación con Sese.
Aunque eran marido y mujer, se comportaban como amigos corrientes; tal vez, actuaban con más indiferencia que los amigos corrientes.
Se esforzaba por hacerla suya, pero Jin Fengchen la poseía con tanta facilidad.
La luz roja se convirtió en verde. El hombre dejó de pensar en ello y pisó el acelerador.
Fu Jingyun y Jiang Sese llegaron juntos a la casa de los Fu. La Señora Fu estaba encantada. Desde que les abrió la puerta, no dejó de sonreír. Los invitó a sentarse en la mesa del comedor.
"Tiantian, ¿fue divertido el Castillo de las Travesuras?". La Señora Fu sonrió mientras le preguntaba a Tiantian y le servía un muslo de pollo.
Los ojos de Tiantian brillaban mientras sonreía y asentía.
La Señora Fu parecía haber recordado algo de repente e indicó rápidamente: "He hecho sopa de pollo para todos. He esperado a que vuelvan para que la prueben. ¡Casi se me olvida!".
El humor de la Señora Fu había mejorado mucho en los últimos días. Su complexión también estaba notablemente mejor.
Después de indicarle al criado que preparara la sopa, la Señora Fu le dijo a Fu Jingyun: "¿Estás ocupado con el trabajo estos días?".
Fu Jingyun negó con la cabeza y contestó: "El volumen ha bajado últimamente".
Cuando la Señora Fu escuchó estas palabras, una sonrisa inesperada se formó en la comisura de su boca.
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