Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 712

Esta fue la escena que recibió Fu Jingyun cuando entró en la sala: una mujer hermosa y amable con una sonrisa en la cara. Aunque solo vio su perfil, Fu Jingyun pudo sentir la sincera felicidad de Jiang Sese.

No era una sonrisa forzada solo para apaciguar a los demás, sino de verdadera alegría.

Por alguna razón, sus pasos se detuvieron de repente, y se quedó mirando a Jiang Sese aturdido.

¿Estaba mirando a Jiang Sese por lo bien que se llevaba con Jin Fengchen?

Desde que Jiang Sese fue herida, su sonrisa parecía haber disminuido.

Fu Jingyun ni siquiera podía recordar la última vez que Jiang Sese sonrió de verdad.

Él había intentado hacer feliz a Jiang Sese, pero todo lo que obtenía a cambio era la sonrisa forzada de ella.

Lo que él no pudo hacer con todos sus esfuerzos, Jin Fengchen lo logró fácilmente.

En ese momento, Fu Jingyun se sintió impotente e indefenso.

Tiantian aún no se había dado cuenta de la actitud extraña de Fu Jingyun y le miraba fijamente con sus grandes ojos. Su voz era tan dulce como un caramelo.

"Papi, ¿por qué no entras? Oye... ¿Es ese...? ¡Papi!", exclamó Tiantian sorprendida al ver a Jin Fengchen.

Fu Jingyun salió de su aturdimiento y volvió a la realidad al oír la voz de Tiantian, y luego sonrió como si no hubiera nada fuera de lo normal. "Estaba pensando en algo, papi lo siente. Entra".

Tiantian asintió, tomó la mano de Fu Jingyun y entró de un salto en la sala.

Tiantian no había visto a Jin Fengchen en mucho tiempo, por lo que se lanzó a sus brazos. Ella exclamó alegremente: "Papi, te he echado mucho de menos".

Tener una hija así derretiría el corazón de un hombre, por muy frío que éste fuera.

Jin Fengchen frotó la cabeza de Tiantian y respondió: "Papi también te ha echado de menos. Estoy muy contento de verte".

Jiang Sese no pudo evitar sonreír y acarició a Tiantian. En un tono celoso, ella dijo: “Tiantian, ¿no echaste de menos a mami?".

Al oír esto, Tiantian plantó un beso en la mejilla de Jiang Sese. "Por supuesto que eché de menos a mami".

Fu Jingyun se sentó a un lado, solitario y frustrado.

Ellos parecían ser una familia completa y feliz, y él solo era un extraño.

Aunque hizo todo lo posible por unirse y sustituir a Jin Fengchen, sus esfuerzos no sirvieron de nada.

Fu Jingyun reprimió la pérdida en su corazón, se volteó hacia Jiang Sese y dijo: "Sese, ¿te encuentras mejor? Mamá no deja de preguntar por ti. Está preocupada por ti".

Jiang Sese sonrió. Aunque su rostro estaba un poco pálido, estaba mucho mejor que antes.

Su sonrisa era como una brisa primaveral: calmante y cálida para el corazón.

"Ya no es la gran cosa. Me da vergüenza hacer que mamá se preocupe por mí. Cuando vuelvas a casa, dile a mamá que estoy bien. No hay necesidad de preocuparse por mí".

Fu Jingyun asintió. Jiang Sese dirigió entonces su atención con una mirada tierna a Tiantian.

Al ver que nadie le hacía caso, Fu Jingyun se sintió aún más impotente.

Se levantó y quiso abandonar este lugar lo antes posible. De forma casual, puso una excusa. "Dejaré a Tiantian contigo hoy. Todavía hay algunas cosas que tengo que arreglar en el laboratorio. Tengo que volver".

Jiang Sese no lo pensó demasiado y asintió. "Conduce con cuidado".

"Bueno, ya me voy".

Fu Jingyun salió de la sala, casi huyendo.

Era como un extraño, uno que no podía integrarse en el círculo de aquella familia.

De vuelta al laboratorio, Florent estaba leyendo atentamente un informe.

Era realmente envidiable.

De vuelta a la casa de la familia Fu, Fu Jingyun regresó desanimado. Tiró su maletín a un lado.

Fue a la nevera y sacó una botella de agua para dar un gran trago.

El frío refrescó un poco la mente de Fu Jingyun, quien bajó la cabeza abatido.

Al ver a Fu Jingyun así, la Señora Fu no necesitó adivinar mucho. Ella se acercó y preguntó: "¿Qué pasa? ¿De mal humor?".

Fu Jingyun respiró profundamente, se dirigió al sofá y se sentó. Cerró los ojos cansados y se frotó las sienes: "Madre, no sé si puedo seguir. Realmente... quiero rendirme...".

Era demasiado difícil.

Quererla era demasiado fácil, pero perseguirla era demasiado difícil.

Él corría y se tambaleaba hacia ella, pero los resultados eran siempre crueles.

La Señora Fu suspiró y se sentó al lado de su hijo.

Ella le dio una palmadita en la espalda a Fu Jingyun. "Jingyun, ya no estás en la edad en que tu madre puede tomar decisiones por ti. Sin embargo, puedo decirte esto: si realmente te gusta Sese y quieres pasar el resto de tu vida con ella, déjalo todo y persíguela. La mitad de tu vida ya ha pasado. Es difícil conocer a alguien que amas con todo tu corazón. Ya la has conocido, así que debes ir tras ella, sea cual sea el resultado".

Al escuchar esto, el corazón de Fu Jingyun se estremeció.

Era fácil conocer a alguien que le gustaba, pero perseverar no era tan sencillo como parecía.

Después de un largo rato, el hombre abrió los ojos, giró la cabeza y le sonrió a la Señora Fu.

Ya se había decidido. Entonces le dijo a la Señora Fu: "Lo sé, madre. Perseveraré".

La Señora Fu sonrió con satisfacción. "Ese es mi hijo. No te preocupes, sin importar lo que decidas hacer, siempre te apoyaré".