Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 732

Jin Fengchen echó un buen vistazo y se sorprendió por el indescriptible revoltijo de colores, pero no lo mostró en su rostro.

Para no arruinar el entusiasmo de la niña, sonrió y alabó: "Tiantian, eres realmente sorprendente. Si trabajas duro, podrías convertirte en una artista increíble".

Tiantian saltó de alegría ante los elogios de Jin Fengchen.

A ella le gustaba que su papi la elogiara.

Por la noche, Jiang Sese hizo una videollamada y Tiantian se mostró orgullosa: "Mami, hoy papi dijo que pinto muy bien y que puedo ser una artista en el futuro".

Al ver la sonrisa dulce de su hija, Jiang Sese preguntó con seriedad: "¿De verdad? Muéstrale a mami".

Tiantian presentó entonces su obra maestra a Jiang Sese.

Jiang Sese no pudo evitar frotarse las sienes y los ojos. No podía ver nada bonito en ese cuadro.

Jin Fengchen estaba sentado junto a Tiantian, pero en la pantalla solo aparecía su suave mandíbula.

Jiang Sese estaba en un dilema. Por muy guapo que fuera él, mentir no era bueno.

Lo que pintó Tiantian... era simplemente indescriptible. Él incluso lo había alabado.

Tiantian se sentó en el regazo de Jin Fengchen y dijo con orgullo: "Papi, dile a mami que tengo talento".

Jin Fengchen sonrió y le acarició la cabeza a la pequeña. Él luego dijo en tono de mimo: "¡Tiantian es la mejor! Será una artista increíble en el futuro".

En el otro extremo, Jiang Sese no pudo soportar escuchar las tonterías de Jin Fengchen, así que respondió torpemente: "¿Es arte abstracto?".

Tiantian no entendió el sarcasmo en el tono de Jiang Sese, y lo tomó como un elogio a su talento.

Al final de la videollamada, Tiantian estaba un poco somnolienta.

Jin Fengchen la abrazó y la llevó a dormir con cuidado.

Estaba claro que era una persona fría como una piedra, pero fue muy paciente al poner a Tiantian a dormir.

Tiantian también confiaba mucho en él. Extendió la mano y agarró la impoluta camisa blanca del hombre y estrujó la camisa de tela de alta gama hasta convertirla en una bola de trapo.

Jiang Sese no soportaba mirarla, pero Jin Fengchen ni se inmutó.

Después de llevar a Tiantian a la cama, Jin Fengchen regresó y escuchó a Jiang Sese disculparse: "Cuidar de Tiantian es mucho trabajo".

Jin Fengchen se enderezó la camisa arrugada con una expresión amable: "No, ha sido una niña muy buena. Es tuya, y mientras tenga que ver contigo, no será molestia".

Jiang Sese tosió ligeramente para disimular su desconcierto.

Aunque Jin Fengchen dijo eso, ella todavía no podía creerlo.

Incluso ella, que era la madre, a veces encontraba a esa niña increíblemente problemática.

Por ejemplo, había que engatusarla para que se durmiera. No había otra forma de evitarlo.

Cuando Fu Jingyun entró con un vaso de leche, vio a Jiang Sese y Jin Fengchen conversando.

Una emoción indescriptible surgió de repente en su corazón.

No pudo evitar apretar los puños.

Su deseo de destruir a Jin Fengchen también aumentó enormemente.

Dejó la leche junto a la puerta y se marchó.

Los dos en la habitación siguieron hablando un rato más antes de terminar la videollamada.

Cuando miró la hora, Jiang Sese se dio cuenta de que aún era temprano. Pensaba decirle a Fu Jingyun que iba a reunirse con Jin Fengchen el día siguiente.

Cuando caminó hacia la puerta y vio la leche en el suelo, ella se dio cuenta de que Fu Jingyun había estado allí.

Él la había visto charlando con Jin Fengchen en la videollamada.

Sin embargo, como él no sacó el tema, no vio la necesidad de explicarle nada.

Al día siguiente, Jiang Sese fue a las oficinas del Grupo Jin.

Jin Fengchen no dijo nada, pero Gu Nian intervino de repente: "El jefe no ha comido esta mañana. Haré una reserva en el restaurante de abajo. Pueden discutirlo mientras comen. ¿Qué le parece?".

Al oír esto, Jin Fengchen aceptó sin dudar: "Está decidido entonces".

Viendo que no podía negarse, Jiang Sese no tuvo más remedio que aceptar.

La reserva se había hecho hacía tiempo, Gu Nian solo fingió hacer una llamada. Luego sonrió y dijo: "Presidente Jin, Señorita Jiang. Ya pueden bajar".

Tras escuchar eso, Jin Fengchen se dirigió a la planta baja.

Jiang Sese estaba un poco confundida. ¿Era esta colaboración entre las dos empresas algo importante?

¿Por qué se sentía como si Jin Fengchen estuviera jugando a los “casados”?

"Vamos a comer". Jin Fengchen le acercó una silla.

La decoración del restaurante era sencilla. El ambiente era tranquilo y los platos ya estaban en la mesa.

Al principio, Jiang Sese no quería comer tanto, pero cuando entró, se dio cuenta del hambre que tenía.

"Esta vieira al ajillo está deliciosa. Pruébala", dijo Jin Fengchen mientras la ponía en el plato de Jiang Sese.

Durante la comida, Jiang Sese intentó volver a sacar el tema de la propuesta, pero Jin Fengchen dijo: "Comamos primero. Podemos hablar de ello después de comer".

¿No se suponía que debían discutirlo durante la comida? ¿Por qué ha cambiado de opinión de nuevo?

Al oír eso, Jiang Sese dejó los palillos y dijo solemnemente: "Presidente Jin, nuestra empresa da mucha importancia a este proyecto. Espero que usted también lo tome en serio".

Ella siempre separaba su vida laboral de su vida personal. Por eso, también esperaba que la otra parte le tuviera el mismo respeto.

Jin Fengchen se limpió con gracia el labio inferior con una servilleta y dijo con seriedad: "Puedes estar segura de que el Grupo Jin también le da gran importancia a este proyecto. Al fin y al cabo, es un gran proyecto para nosotros este año. De lo contrario, no habría venido en persona".

Al oír esto, Jiang Sese asintió y decidió retomar el tema.

"Entonces, ¿crees que hay algo que añadir a la propuesta? Se pueden rediscutir todas las condiciones para que sea más justa".