Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 733

"La verdad es que sí". Jin Fengchen asintió con toda seriedad.

Al oírle decir esto, Jiang Sese se sintió bastante aliviada. Así era como debía ser una colaboración adecuada.

Jin Fengchen añadió una pequeña costilla al plato de Jiang Sese, y luego añadió: "Volvamos a la oficina después de comer y hablemos. No quiero que te distraigas mientras comes".

Jiang Sese no dijo nada más después de eso y comió tranquilamente.

Después de comer, los dos volvieron a la oficina y la secretaria les llevó un poco de café. Jiang Sese pensó que ya era hora de entrar en materia.

Sin embargo, sin esperar a que ella hablara, Jin Fengchen dijo de forma directa: "En cuanto a las condiciones mencionadas en tu propuesta, creo que son muy buenas. Estoy de acuerdo con todas".

Las palabras del hombre dejaron atónita a Jiang Sese por un momento. Ella miró fijamente a Jin Fengchen y preguntó: "¿Estás de acuerdo con todas? ¿Seguro que no hay ningún problema?".

A Jin Fengchen le pareció que la expresión atónita de la mujer era muy adorable y dijo claramente: "Sí, estoy de acuerdo".

Jiang Sese no era el tipo de persona que solo se preocupaba por sus propios intereses. Ella volvió a preguntar, insegura: "¿No crees que... no tienes nada que añadir?".

"No, puedo aceptar las condiciones de la propuesta".

El tono del hombre era extremadamente serio. No había ningún indicio de que estuviera bromeando. Jiang Sese se quedó sin palabras.

Al ver que seguía dudando, Jin Fengchen levantó las cejas. "¿Por qué? ¿Aún no estás satisfecha?".

Esto...

El contenido de la propuesta era injusto. Jiang Sese basó la propuesta en la perspectiva del Grupo Fu.

Ella esperaba que Jin Fengchen negociara el trato con ella, pero él en realidad estuvo de acuerdo con todo.

"Jin Fengchen, este es un proyecto de colaboración, no una nimiedad. No quiero que mezcles ninguna emoción personal en él".

Esta vez, ella dijo directamente el nombre de Jin Fengchen. Su expresión era extremadamente seria.

No quería que Jin Fengchen hiciera ninguna concesión al Grupo Fu por su culpa. Después de todo, los negocios son negocios, no una relación.

"Aunque los productos de la Bodega Fu no son muy famosos ahora, el volumen de ventas anual es muy impresionante. También conozco los viñedos de la bodega, por eso creo en la calidad de la Bodega Fu. En cuanto a los socios comerciales, no haré negocios con una persona en la que no confíe, pero si la persona es de confianza, iré a por todas. Tengan por seguro que no hay ningún problema con la propuesta, y no tengo nada que añadir".

El hombre luego tomó un sorbo de su café y miró con interés a Jiang Sese.

A él le gustaba el aspecto de ella cuando estaba concentrada en el trabajo. Ella se veía muy encantadora y atractiva.

Jiang Sese se quedó un poco boquiabierta.

"¿Es así como haces negocios con los demás también? Esto es muy diferente a tu reputación de monarca de mano dura. Me dijeron que no esperara sacar un solo centavo más de ti. ¿Podría ese Jin Fengchen ser falso?".

"No, es verdad que soy así. Sin embargo, mi forma de hacer negocios con los demás es diferente a la de hacer negocios contigo".

La voz de Jin Fengchen se profundizó de repente. Sus ojos se fijaron en Jiang Sese.

La mirada seria del hombre era ardiente. Jiang Sese evitó su mirada y dijo: "¿Qué es diferente? Todos somos personas de negocios".

Ella hizo una pausa, luego hojeó la propuesta y señaló una cláusula: "Mire esto. No beneficia en nada al Grupo Jin. Puede sufrir pérdidas si esto entra en vigor. ¿No ves esto como un problema?".

Jin Fengchen permaneció en silencio, pero se inclinó hacia delante y se acercó a ella.

Su aliento masculino recorrió el rostro de Jiang Sese. Ella no pudo evitar contener la respiración.

El cuerpo del hombre cubrió por completo a Jiang Sese mientras él le susurraba al oído: "Ocupas un lugar especial en mi corazón. Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por ti".

Jiang Sese se quedó sorprendida por un momento. Su rostro se sonrojó un poco de repente.

Jiang Sese quedó un poco hipnotizada cuando levantó los ojos para encontrarse con los oscuros iris del hombre.

Al ver la reacción de Jiang Sese, los labios de Jin Fengchen se curvaron.

El subconsciente de ella quiso volver agarrar la taza de café, pero esta ya estaba vacía. No había otra forma de disimular.

Ella miró fijamente al hombre que tenía delante, quien tenía las piernas cruzadas despreocupadamente. Sus impecables pantalones de traje acentuaban sus esbeltas piernas. Su corbata estaba meticulosamente anudada en la parte superior del cuello de la camisa.

Jiang Sese no podía creer que un hombre de tanto prestigio y poder en la industria empresarial pudiera hacer algo así por ella.

Ella no pudo evitar preguntarse sobre la relación que había tenido con este hombre en el pasado.

La mujer volvió a mirar su taza y vio que estaba completamente vacía.

Jin Fengchen pulsó el intercomunicador y ordenó: "Envía un vaso de jugo de frutas. No hace falta más azúcar".

Aunque el café era refrescante, no era muy bueno para el estómago.

Jiang Sese no pudo evitar sentir calor. Él era muy cariñoso y sabía que a ella no le gustaban las cosas demasiado dulces.

Al cabo de un rato, la secretaria les llevó el zumo y, sin querer, miró las mejillas de Jiang Sese, que aún estaban manchadas de rojo.

Sin embargo, la secretaria no se atrevió a quedarse demasiado tiempo en el despacho. Dejó el zumo y se fue.

Las mejillas de Jiang Sese ardían y no se atrevió a mirar a los ojos de Jin Fengchen.

Sin embargo, todavía podía sentir la mirada de Jin Fengchen sobre ella durante un rato, y se sintió un poco inquieta.

Al notar la incomodidad de Jiang Sese, Jin Fengchen rompió la atmósfera tensa.

"El nuevo contrato del vino está finalizado. Le pediré a Gu Nian que difunda la información más tarde. Solo tienes que arreglar que la bodega se conecte con nuestra gente".

Al oír esto, Jiang Sese exhaló un largo suspiro de alivio, recogió la propuesta y dijo: "Entonces, espero que nuestra colaboración sea exitosa".

Ella extendió la mano al decir esto, y Jin Fengchen la estrechó cortésmente, sin hacer nada excesivo.