Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 749

Xiaobao colocó la leche caliente en la mesa antes de ayudar a Jiang Sese a levantarse y dijo con dulzura: "Papi dice que beber leche caliente te hará sentir mejor. Mami no parece contenta. ¡Te sentirás mejor después de un vaso de leche!".

Mientras hablaba, Xiaobao le pasó el vaso.

Jiang Sese se sintió halagada mientras tomaba el vaso y sorbía muy lentamente. Ella sintió de inmediato que su corazón se llenaba de calor.

Ella sonrió mientras miraba los ojos brillantes de Xiaobao y lo elogió: "Realmente me siento mejor después de beber esto. ¡Xiaobao es tan inteligente!".

"Vale la pena mientras mami sea feliz".

Xiaobao se rio. Sus ojos estaban llenos de inocencia juvenil.

Jiang Sese terminó lentamente el resto de la leche y sonrió con dulzura. "Gracias, Xiaobao".

Xiaobao ladeó la cabeza hacia Jiang Sese: "Mami, ¿quieres que te cuente un cuento?".

"Claro". Jiang Sese asintió y acarició suavemente la cabecita de Xiaobao.

"Hace mucho tiempo había un principito...".

Sin embargo, mientras Xiaobao hablaba, sus ojos se cerraron, y Tiantian también se quedó dormida a su lado.

Al ver a los dos niños durmiendo profundamente, Jiang Sese no pudo evitar sentir calidez en su interior.

Tras jalar a los dos para dejarlos en sus brazos, Jiang Sese miró un rato más antes de sentir que la somnolencia la invadía, y se quedó dormida una vez más.

El ambiente en la villa de la familia Jin se había vuelto finalmente cálido después de muchos problemas, pero después de la llegada de Mo Xie, se volvió tenso una vez más.

Mo Xie salió del coche y se dirigió rápidamente hacia la mansión de la familia Jin.

Jin Fengchen había dado órdenes al mayordomo desde el principio, así que en el momento en que Mo Xie llegó, fue llevado inmediatamente a ver a Jin Fengchen.

"Joven Amo".

Cuando llegó al estudio, Mo Xie saludó respetuosamente a Jin Fengchen.

"Mm. Gracias por venir".

Jin Fengchen palmeó a Mo Xie en el hombro. Tenía una preocupación palpable en su expresión y habló directamente: "¿Puedes enfrentarte a este patógeno?".

Mo Xie dudó por un momento mientras pensaba en ello. "Si es una bacteria, tendrá similitudes con un virus. Si utilizamos toda nuestra capacidad de investigación, deberíamos ser capaces de hacerlo. Examinemos a la Joven Señora una vez más, déjame analizar la composición de la bacteria antes de pensar en una estrategia".

Jin Fengchen asintió. Su corazón se sintió ligeramente más tranquilo.

Si ni siquiera Mo Xie tenía forma de enfrentarlo, entonces realmente no había nadie capaz de hacerlo.

El centro de investigación de Mo Xie abarcaba todo el mundo.

Su principal objetivo era la investigación de enfermedades.

Después de eso, Jin Fengchen llevó a Mo Xie al segundo piso.

Cuando entraron en la habitación, Xiaobao y Tiantian ya estaban despiertos. Estaban aferrados a los lados de su madre.

El rostro de Jiang Sese estaba pálido como siempre, pero seguía hablando alegremente con los dos niños.

El sol cálido brillaba en la habitación, cayendo sobre el rostro bello de Jiang Sese. Parecía añadirle una capa de calidez, y Jin Fengchen se quedó perplejo cuando lo vio.

Su corazón se llenó de emociones contradictorias.

No importaba el precio, ¡tenía que asegurarse de que Sese recuperara su salud!

Jin Fengchen controló sus emociones y dio un paso adelante. "Sese, este es Mo Xie. Es un médico que contraté. Está muy familiarizado con los microbios".

Jin Fengchen giró ligeramente la cabeza y presentó a Mo Xie a Jiang Sese.

"Hola, soy Jiang Sese. Disculpe, necesito quitarle algo de su tiempo".

Era la primera vez que Jiang Sese conocía a Mo Xie, por lo que no pudo evitar sentirse algo aprensiva.

Después de hablar, ella se esforzó por levantarse.

Sin embargo, ella estaba muy débil, y Jin Fengchen la tomó inmediatamente del brazo y la ayudó a sentarse.

Mo Xie le sonrió a Jiang Sese y le dijo respetuosamente: "Hola, Joven Señora. Soy Mo Xie".

Su tono era bastante familiar, como si no fuera la primera vez que se habían visto.

Sin embargo, Jiang Sese no lo corrigió. Dejó que le hablara como quisiera.