Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 754

"Los altos directivos de ambas empresas confabularon entre sí y sustituyeron el verdadero vino tinto por otro de calidad inferior. Obviamente, hubo sobornos de por medio. Según la ley, el Grupo JS fue la víctima. Jin Fengchen puede incluso recibir una indemnización por daños y perjuicios".

Cuando Catalina terminó, miró divertida la expresión sombría de Fu Jingyun y se rio levemente.

La burla de la mujer molestó a Fu Jingyun, por lo que este se acercó a ella.

Catalina sonrió levemente y lo miró a la defensiva: "¿Qué vas a hacer?".

Fu Jingyun sonrió, y de repente extendió la mano y agarró con fuerza la mandíbula delicada de la mujer: "Catalina, estás en mis dominios. ¿A qué viene esa complacencia?".

La fuerza del agarre del hombre hizo que Catalina perdiera poco a poco la sonrisa. Sin embargo, tampoco era una persona que se dejara intimidar fácilmente.

Ella se zafó del agarre del hombre, se masajeó la mandíbula ligeramente adolorida y se burló: "Los dos no somos más que insectos en la misma telaraña. Tenemos los mismos intereses; ¿por qué iba a ridiculizarte? Si fracasas, yo también saldría perdiendo, ¿no? No te preocupes, sigo siendo consciente de ello".

La expresión de Fu Jingyun no cambió. Él le advirtió: "Es mejor no hacer bromas conmigo. De lo contrario, las cosas irían mal para todos".

Catalina no respondió a su amenaza. Se limitó a hacer un gesto con la mano y dijo: "Muy bien. Ya me voy".

Tras decir esto, la mujer recogió su bolso de la mesa y se fue.

Mientras el coche negro se alejaba, los puños de Fu Jingyun no se aflojaron ni un poco.

Parecía que él había subestimado gravemente a Jin Fengchen, pero ¿qué importaba si no era rival para él?

Significaba que tenía más razones para encontrar la forma de vencer a ese hombre. Quería que Jiang Sese se diera cuenta de que no era inferior a ese hombre.

Más tarde esa tarde...

El vestíbulo del hospital estaba lleno de gente. La máquina de registro de empleados estaba justo al lado de la recepción.

La máquina emitió un pitido, incitando a la enfermera de la recepción a levantar la vista.

Al ver que era Catalina, la enfermera la saludó alegremente: "Catalina, estás aquí, que...".

La enfermera se fijó en el moretón de la barbilla de Catalina y preguntó en tono preocupado: "¿Te has hecho daño? Tienes la mandíbula magullada".

"Oh, se me debe haber corrido el maquillaje. Gracias por mencionarlo".

Después de fichar, Catalina se dirigió apresuradamente a la sala de turnos, sacó su corrector y se lo pasó por la barbilla hasta que no quedó ningún rastro visible.

Tras mirar de izquierda a derecha para asegurarse de que no había nadie, la mujer se puso tranquilamente el uniforme de enfermera e hizo una llamada rápidamente tras pulsar una serie de números en su teléfono.

"¿Aló? Soy Catalina".

"¿Hay alguna novedad?".

La voz masculina al otro lado de la línea era profunda, ronca y escalofriante.

La expresión de Catalina no cambió mientras informaba de lo habitual.

"El patógeno ha entrado en el cuerpo de Jiang Sese, pero no ha mostrado ningún síntoma de infección por el momento".

"¿No hay infección?".

La sorpresa de Bo Gelian era palpable, incluso a través de su mandarín básico.

"Es muy extraño. En circunstancias normales, ya estaría teniendo una reacción violenta. No ha tardado tanto tiempo antes...".

Catalina hizo una pausa y luego dijo con inseguridad: "Solo podría significar que su cuerpo posiblemente posea... anticuerpos".

"Muy interesante. Poder encontrar tal milagro en nuestro primer sujeto de prueba. Somos extremadamente afortunados".

La respiración del hombre se aceleró. Era obvio que estaba excitado.

Bo Gelian se dio cuenta del silencio de Catalina y preguntó en un tono ligeramente provocador: "¿Todavía tienes alguna sorpresa para mí, preciosa?".

"Eso es todo. Todavía estoy esperando a los demás", dijo Catalina.