Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 755

Gu Nian estacionó lentamente su coche en el aparcamiento del hospital, sacó su teléfono móvil y marcó el número del director del hospital.

El director le dijo que la persona que había atendido a Jiang Sese anteriormente era una enfermera experimentada y muy fiable.

Sin embargo, hacía tiempo que había tenido que volver a su ciudad natal para atender unos asuntos familiares.

Tras un día y medio de sustituciones, la sustituta terminó siendo una joven enfermera llamada Catalina.

Era una interna, pero estaba a punto de ser transferida a personal permanente.

Aunque Jiang Sese era considerada una paciente importante, no esperaba que hubiera ningún desliz.

Al investigar más a fondo a la enfermera asignada, el departamento de recursos humanos casi se atragantó.

En aquel momento, se dijo que era una persona muy preparada y que incluso podría ser trasladada al departamento clínico en el futuro. El remitente era un jefe de sección, así que no se le dio mucha importancia.

Tras una revisión más detallada, una llamada telefónica a su centro de estudios, que sí existía, reveló que ninguna persona como Catalina había estudiado en el lugar.

Muchos currículos se falsificaban así. Además, una vez que cumplía su función, era cosa del pasado.

Sin embargo, no resistiría el escrutinio. Una vez investigado, estaría plagado de defectos.

Era obvio que había un problema con la enfermera que apareció de la nada.

Gu Nian pensó que las cosas podrían no ser tan simples como parecían a primera vista y se apresuró a decir: "No armemos un escándalo sobre esto. Ella podría sospechar".

El director sabía que Jin Fengchen tenía un plan, así que no se atrevió a preguntar ni a hablar más.

En resumen, se equivocó y, por tanto, aceptó inmediatamente.

Tras colgar la llamada con el director, Gu Nian llamó rápidamente a Jin Fengchen.

"Joven Amo, la he encontrado. La enfermera que atendió a la Joven Señora se llama Catalina, pero se desconoce su origen. En este momento, su identidad sigue siendo un misterio. ¿Qué debo hacer ahora?".

Al oír esto, Jin Fengchen ordenó: "¡Consigue algunos hombres y tráela contigo!".

"Sí, Joven Amo".

Gu Nian colgó entonces.

El hombre miró la hora. Todavía no era hora de empezar. Solo podía esperar.

Él salió del coche y se dirigió a las tiendas cercanas al hospital. Había varias tiendas de flores y frutas. El negocio era bullicioso.

Esperó unos diez minutos antes de comprar un ramo de lirios y una cesta de fruta y volvió a entrar en el hospital. Entró en el hospital con naturalidad, como un visitante más.

La sala en la que había estado Jiang Sese estaba en un ala aislada que estaba llena de pacientes ricos que querían descansar sin ser molestados.

Por lo tanto, el ambiente era también muy agradable, limpio y cálido, y el movimiento ruidoso en los pasillos era una rareza.

Los pasillos también estaban revestidos con alfombras que absorben el sonido, obviamente para evitar que el personal médico hiciera demasiado ruido al desplazarse.

Cada habitación tenía, como mucho, dos camas individuales. Las habitaciones individuales eran mucho más grandes.

El diseño de cada una de las plantas no era muy diferente, salvo por los cuadros de las paredes, que eran distintos. Parecía más bien una galería.

En el piso de Jiang Sese, Gu Nian estaba completamente callado mientras miraba a la vuelta de la esquina.

Después de asegurarse de que no había nadie alrededor, susurró en el auricular: "Observen su entorno. No se delaten. Recuerden que no deben actuar precipitadamente".

Las respuestas llegaron al auricular: cada hombre informó de sus respectivas posiciones.

Los números once y trece se acercaron para dar apoyo a Gu Nian.

Tocó su auricular y habló por él: "El plan ha cambiado. Podemos seguirla".

Gu Nian pasó el ramo de lirios y la cesta de fruta a una enfermera para que los llevara a la sala de Jiang Sese.

Simultáneamente, le hizo una señal a Número Once y Número Trece para que la siguieran.

Gu Nian frunció el ceño mientras Catalina salía del hospital cambiándose la bata.

La mujer llamó a un taxi y se subió a él.

Gu Nian condujo un Honda poco llamativo y siguió con cautela el taxi.

Durante el trayecto, Catalina pareció voltearse y mirar hacia atrás dos veces, pero no parecía haberse dado cuenta de nada.

Número Once se rascó la cabeza y dijo: "Hermano Nian, no hay muchos vehículos en la carretera. Podrían descubrirnos".

Gu Nian gruñó y miró la carretera vacía. Él también tenía miedo de ser descubierto.

En el siguiente cruce con semáforo, hizo que Número Trece saliera del coche y dejara caer accidentalmente un paraguas.

Un dispositivo de rastreo, más pequeño que una gota de agua, fue colocado en el taxi.

Tras comprobar que se logró con éxito, Gu Nian amplió deliberadamente la distancia.

Así se aseguraba de que Catalina no lo viera siguiéndola directamente.

Sin embargo, no podía descartar la posibilidad de que Catalina se bajara a mitad de camino, así que hizo que alguien siguiera al coche con un dron de aspecto de animal.

El dron tenía el mismo aspecto que un gorrión y podía esconderse fácilmente a plena vista.