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Enfadada por la actitud de su esposo, la Señora Fu lo fulminó con la mirada.
"¿Quién ha dicho eso? Si no estuviera dispuesta, ¿habría aceptado casarse con Jingyun? Creo que te has vuelto senil. No solo no te preocupas de los asuntos de tu propia familia, ¡yo diría que priorizas los asuntos de los demás sobre los de ella!".
Viendo que la Señora Fu seguía en su negación, el Amo Fu decidió hablar sin tapujos. "Piensa lo que quieras. Simplemente no has visto la verdad. Aunque Sese haya perdido la memoria, su actitud hacia Jin Fengchen es excepcional, lo cual dice mucho de su relación. Está escrito en las estrellas; no podemos cambiar el destino".
La Señora Fu no tuvo respuesta. Solo dijo con rabia un momento después: "Ese chico Jin es inmoral. Está claro que sabe que es nuestra nuera y aún así se atreve a arrebatárnosla".
"Si Sese no estuviera dispuesta, ¿podría arrebatárnosla? Piénsalo". El Amo Fu suspiró mientras sacudía la cabeza.
Incapaz de dar una respuesta, la Señora Fu empujó al Amo Fu con rabia. "Eres un padre, piensa más en tu hijo. ¡Escúchate a ti mismo!".
Después de hablar, la mujer se marchó enfadada.
Mientras tanto, en la residencia Jin.
La puerta principal, pintada de negro, se abrió, y el coche entró lentamente en la finca. Jin Fengchen se volteó para mirar detrás de él.
La niña y Xiaobao se habían dormido acurrucados en los brazos de Jiang Sese. Jiang Sese los acariciaba suavemente con una expresión amorosa.
En el momento en que el coche se detuvo, las miradas de ambos se encontraron. Se sonrieron mutuamente.
Jin Fengchen ya se sentía mucho mejor. Salió primero del coche para abrir la puerta trasera. Se inclinó hacia Jiang Sese y le dijo: "Pásame uno".
Jiang Sese sabía lo que quería decir y separó con cuidado los dedos entrelazados de los dos hermanos. Jin Fengchen cargó entonces a la niña.
"Mmm...".
En el momento en que se llevaron a la niña, Xiaobao frunció ligeramente el ceño y abrió los ojos aturdidos.
Jiang Sese bajó la mirada y le susurró suavemente al oído de Xiaobao: "Xiaobao, estamos en casa".
Después de eso, condujo al medio dormido Xiaobao de la mano fuera del coche.
Xiaobao se apoyó ligeramente en Jiang Sese mientras caminaba con paso inestable. Se agarró con fuerza a la esquina de la blusa de Jiang Sese.
Al ver esto, Jin Fengchen sonrió. La familia entró en la villa.
Jin Fengchen empujó la puerta del dormitorio y colocó con cuidado a la niña, que seguía durmiendo profundamente, en la cama. Jiang Sese lo siguió por detrás.
Xiaobao ya estaba más o menos despierto, y mientras miraba a su hermana durmiendo y chupándose el dedo, pensó en lo adorable que era.
El pequeño se inclinó hacia ella y la observó con cariño.
Jin Fengchen miró a Jiang Sese con los ojos prácticamente brillantes resplandeciendo en la luz.
El aire entre los dos se llenó de amor. Jiang Sese amasó el dobladillo de su blusa con nerviosismo mientras lo miraba.
"Eh, tú... ¿Por qué no vas a trabajar? Yo estaré bien vigilándolos aquí".
Su voz sonó cada vez más baja. Al final, era casi como el zumbido de un mosquito.
Jiang Sese se movía mucho cuando se ponía nerviosa. Si no estaba amasando su blusa, se frotaba el antebrazo. Ella también agitaba sus largas pestañas y miraba a su alrededor.
Jin Fengchen sonrió. Sabía que ella estaba nerviosa, pero no lo señaló. Se limitó a asentir ligeramente.
"Estaré en el estudio. Búscame ahí si me necesitas".
Jiang Sese asintió inmediatamente como un pajarito que picotea el grano.
Jin Fengchen se rio. Supuso que Gu Nian ya debía haber aparcado el coche y subido. Por lo tanto cerró la puerta y se dirigió al estudio.
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