Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 794

Al verlo medio muerto, todos los que estaban alrededor se echaron a reír.

Pensando que todo estaba más o menos empacado, Jin Fengchen y Jiang Sese decidieron que podían fijar la hora de su vuelo de regreso a Francia para esa misma noche.

Cuando terminaron de hacer la maleta, se dirigieron al aeropuerto.

En el aeropuerto, la megafonía anunciaba la información de los vuelos. Jin Fengchen cargó a Tiantian y tomó la mano de Jiang Sese mientras caminaban hacia la puerta de embarque.

Xiaobao era un niño grande y caminaba solo por delante.

La familia atractiva atrajo muchas miradas mientras avanzaban.

El avión voló a través de la espesa capa de nubes hacia Francia. Como era un vuelo largo, cuando llegaron a Francia, ya era la mañana del día siguiente. El avión aterrizó sin problemas.

Jiang Sese se frotó su cuello agarrotado y se preparó para sacar a Xiaobao del avión. Mientras tanto, Jin Fengchen cargaba a Tiantian, sujetando la otra mano de Jiang Sese.

Ambos recogieron su equipaje y, antes de llegar a la entrada del aeropuerto, vieron a Gu Nian caminando desde la distancia. Él iba acompañado de dos grandes guardaespaldas.

Gu Nian se detuvo ante ellos y les dijo respetuosamente: "Joven Amo, Joven Señora, bienvenidos".

Jiang Sese sonrió y asintió.

Xiaobao soltó la mano de Jiang Sese, corrió hacia Gu Nian y luego abrazó su pierna antes de acusar a propósito: "Tío Gu Nian, ¿por qué no me has dado la bienvenida?".

Gu Nian sonrió sin poder evitarlo y le alborotó el pelo. "Bien, bienvenidos, Pequeño Amo y Pequeña Señorita".

Los guardaespaldas tomaron el equipaje, y todos se dirigieron hacia la salida del aeropuerto.

"Joven Amo".

Caminando hacia el coche, Gu Nian lo llamó. Jin Fengchen sabía que Gu Nian tenía algo que decir. Observó a los otros tres mientras subían al coche.

Jiang Sese miró hacia atrás y lo vio inmóvil. Ella también se quedó quieta.

Jin Fengchen agitó la mano con los ojos llenos de calidez. "Sube primero al coche con los niños. Tengo algo que discutir con Gu Nian".

Cuando la madre y los niños se metieron en el coche, la expresión de Jin Fengchen volvió a su habitual comportamiento frío y empresarial.

"¿Cuál es el problema?".

Al ver el cambio en su disposición, Gu Nian se puso manos a la obra. Su rostro se volvió serio y su voz bajó. "Mo Xie quiere verte. Es urgente. Lleva un rato esperando aquí en el aeropuerto".

Jin Fengchen estaba mirando a Jiang Sese a través de la ventana al principio, pero cuando escuchó esto, se volteó para preguntar: "¿Dónde? No quiero que Sese lo sepa o podría preocuparse".

Gu Nian se apresuró a responder: "No lo sabrá. He preparado otro coche. Mo Xie está esperando dentro".

Jiang Sese vio que Jin Fengchen estaba fuera sin intención de subir al coche y sintió curiosidad. Bajó la ventanilla y preguntó: "¿No vas a subir?".

Jin Fengchen se inclinó hacia abajo y le dijo cariñosamente unas palabras para tranquilizarla: "Ha pasado algo en la oficina. Deberías volver primero a casa".

Jin Fengchen miró la muestra de sangre infinitamente ampliada. Su rostro hosco no mostraba ninguna emoción discernible.

"Estos son los resultados de mi investigación, pero Han Yu descubrió aún más".

Mo Xie se frotó la mandíbula e hizo una señal para que Han Yu hablara.

"¿Joven Amo... Jin?", preguntó Han Yu. No sabía cómo dirigirse a Jin Fengchen, especialmente porque no era el subordinado de Jin Fengchen.

Jin Fengchen agitó la mano con indiferencia. "Solo llámame Jin Fengchen. Por favor, no escatimes en detalles sobre el estado de mi esposa".

Mo Xie miró sorprendido a Jin Fengchen. No esperaba que la Joven Señora le permitiera dirigirse a ella con ese título.

"Este patógeno es realmente diferente a cualquier otro que haya visto. He estudiado la muestra de sangre de su esposa y he descubierto que este patógeno puede regularse automáticamente en el cuerpo humano".

Al decir esto, Han Yu hizo una pausa y le dio a Jin Fengchen una mirada pensativa.

"Suena como si existiera la posibilidad de una cura, ¿verdad?".

Jin Fengchen asintió. "Si puede regularse a sí mismo, el cuerpo no se enfrentará a demasiados problemas, ¿verdad?".

Sin embargo, Han Yu negó con la cabeza. "Eso es lo aterrador del patógeno. Se camufla en las células normales, por lo que es muy difícil de detectar. Una persona infectada puede parecer que está bien, pero en el momento en que actúe, destruirá sus funciones corporales".

Han Yu no pudo evitar estremecerse al decir esto. Llevaba muchos años investigando, pero era la primera vez que veía algo tan terrorífico.