Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 810

Al principio, a Jiang Sese no le importaba nada de lo que Fu Jingyun dijera, pero después de escuchar esto, no pudo responder.

¡Esto era un suicidio!

No había que meterse con la gente que podía desarrollar un patógeno tan mortal.

Ella se giró y preguntó con incredulidad: "¿Estás loco? ¿No temes que algo pueda salir mal?".

Al percibir la preocupación en el tono de la mujer, Fu Jingyun se sintió extremadamente satisfecho. Sonrió. "No. Tendré mucho cuidado. Estoy en deuda contigo y debo hacerlo".

Jiang Sese frunció el ceño. Ella sabía que Fu Jingyun estaba haciendo esto por su bien, pero no podía dejarle correr tal riesgo.

Aunque no podía perdonar a Fu Jingyun por lo que le hizo, en su subconsciente, Fu Jingyun había sido como un hermano para ella.

"No puedes ir. ¿Qué pasa con tus padres? Son ancianos. Si te ocurriera algo, ¿qué pasaría con ellos?".

Fu Jingyun acarició suavemente la cabeza de Jiang Sese. "No te preocupes, estaré bien. Solo tienes que comportarte y quedarte quieta. Traeré el antídoto. Avisa a los sirvientes si necesitas algo. También hay guardaespaldas afuera para protegerte, pero no debes huir. Te lo ruego, Sese".

El tono de Fu Jingyun era implorante, y Jiang Sese no supo responder por un momento.

Tras mirar con nostalgia el rostro de Jiang Sese, Fu Jingyun se dio la vuelta y se marchó sin mirar atrás.

Tenía que conseguir el antídoto.

Al verlo moverse para irse, Jiang Sese lo persiguió.

Sin embargo, cuando llegó a la puerta, los guardaespaldas le bloquearon el paso.

No importaba lo fuerte que ella lo llamara, Fu Jingyun no miraba atrás. Ella solo pudo observar cómo la figura de Fu Jingyun se alejaba cada vez más.

Después de irse, Fu Jingyun llamó a Catalina con impaciencia. "¿Cuándo puedo conocer a tu jefe?".

"Esta noche. Le enviaré la ubicación del restaurante".

Catalina colgó inmediatamente.

Unos segundos más tarde, Fu Jingyun recibió una ubicación en su teléfono.

Tras mirar la ubicación que aparecía, Fu Jingyun tiró el teléfono a un lado y se marchó en su vehículo.

Por la noche, en un restaurante francés...

En cuanto Fu Jingyun atravesó la puerta, un hombre con traje negro que parecía un guardaespaldas se acercó y dijo amablemente: "Señor Fu, por favor, acompáñeme".

Fu Jingyun guardó su teléfono, miró al hombre de negro y luego lo siguió.

"El Señor Bo Gelian lo está esperando dentro".

El guardaespaldas se detuvo frente a la puerta de una habitación privada y llamó a la puerta.

Tras recibir la respuesta del interior, abrió la puerta para Fu Jingyun.

Fu Jingyun asintió ligeramente y entró.

En la sala privada, un hombre caucásico alto y grande se apoyaba en el sofá. Sus ojos miraban intensamente como un halcón al hombre que acababa de entrar.

Fu Jingyun no era ni servil ni prepotente. Se mantenía erguido, lleno de tranquila confianza.

Los dos se miraron con sospecha durante unos segundos. Bo Gelian miró a Fu Jingyun de arriba abajo. Al momento siguiente, Bo Gelian se levantó lentamente, relajado, y dijo con entusiasmo: "Señor Fu, estaba deseando conocerlo. Por favor, siéntese".

Fu Jingyun y Bo Gelian se sentaron uno frente al otro.

Los camareros entraron y sirvieron los platos, todos lujosos y franceses.

Bo Gelian explicó: "No sabía si al Señor Fu le gustaba la comida italiana. He oído que siempre ha vivido en Francia, así que le pedí a Catalina que seleccionara un buen restaurante francés".