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Jiang Sese todavía estaba conmocionada con vergüenza cuando cerró la puerta de golpe.
Ella se recostó pesadamente sobre la puerta, jadeando con fuerza y su corazón aun galopando violentamente. Por fin, ella suspiró. "¿Qué estoy haciendo?" Ella soltó un quejido, haciendo una mueca al perder el control solo con una simple oración de Xiaobao.
Ella se tomó un largo trago de agua y luego se desnudó antes de ir a ducharse. Fue solo cuando el poderoso chorro de agua tibia golpeó su piel que ella sintió que su ansiedad se desvanecía con la espuma, y su cuerpo y alma se revitalizaron y refrescaron.
Ella pausó, su mente vagando de regreso a los Jiangs. Ella meditó bajo el agua tibia de la ducha, que aún corría. "Ellos nunca se rendirán. Al menos todavía no. Dios sabrá qué otras conspiraciones estarán tramando ahora.” No pasará mucho tiempo antes de que regresen con más problemas y confusión.
"¡Oh, Dios! ¡Que tedioso es tratar con esta gente!"
Ella salió del baño y se secó el cabello. Luego fue a su computadora y publicó un anuncio. Ella necesitaba un nuevo lugar para vivir. Un lugar donde los Jiangs no pudieran encontrarla por ahora.
En ese momento, su celular cobró vida.
Era un mensaje enviado por Jin Fengchen.
"Xiaobao y yo llegamos a casa. Descansa temprano, buenas noches.”
Ella miró las palabras en su pantalla, su semblante de preocupación se suavizó considerablemente.
"Buenas noches." Ella escribió y presionó el botón Enviar.
Luego apagó su computadora y se metió en la cama para dormir.
...
Un agente la contactó al día siguiente. Ella fue a reunirse con él por la tarde, emocionada por ver su nuevo apartamento.
El apartamento no estaba muy lejos de su oficina y ella estaba satisfecha con todo, aunque era un poco más caro que su lugar anterior.
Cuando salieron del área de apartamentos, Jiang Sese le dijo al agente de bienes raíces: "Me gustaría preguntarle si se puede reducir el alquiler, Sr. Li.”
Con su madre todavía postrada en cama, Jiang Sese necesitaba guardar cada centavo que pasaba ante ella, en caso de que pudiera necesitarlos todos en el futuro.
El agente de bienes raíces negó con la cabeza y murmuró en tono de disculpa: "Me temo que esta es la decisión del dueño de este apartamento, Srta. Jiang. Considerándolo todo, el mobiliario elaborado, un ambiente seguro y protegido, puedo decir que el precio es una ganga. Y el apartamento está listo cuando lo desee.”
"¿No puede simplemente hablar con el dueño?" Jiang Sese presionó con arrugas formándose en su frente.
"Um... El propietario suele estar ocupado. Esta es uno de los pocos apartamentos que él posee, y él ha dado instrucciones específicas de que es el precio es fijo.”
Jiang Sese suspiró. Ella pensó que tendría que ver otras ofertas antes de decidirse.
Luego, un hombre vestido con traje y corbata se acercó a ellos.
El agente de bienes raíces sonrió cuando vio al hombre y rápidamente los presentó. "¡Qué coincidencia! ¡Este, Srta. Jiang, es el dueño del apartamento! Puede hablar con él. Tal vez pueda cambiar de opinión.”
"Coincidencia de hecho,” se preguntaba Jiang Sese mientras giraba. Pero cuando vio quién era, sus ojos se contrajeron por la sorpresa.
Era Lan Sichen.
"Jiang Sese... Qué golpe de suerte de hecho..." Lan Sichen se preparó. Él casi podía lamer sus labios.
Pero Jiang Sese en cambio pensó: "Hablando de mala suerte…”
"¿Cuáles son las probabilidades de que me topara con un apartamento que le pertenece a él cuando estaba buscando un nuevo lugar?"
Para entonces, Lan Sichen la había visto, y Jiang Sese se dio cuenta de que no había forma de eludirlo a medida que se acercaba.
"Qué coincidencia, Sr. Lan." El agente lo saludó cálidamente.
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