Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 851

Fang Yuchen continuó: “En ese entonces, le decía a la Tía que tu padre no era un buen hombre. Sin embargo, por el bien de tu padre, la Tía cortó los lazos con la familia. En el momento en que se marchó, ha estado ausente mucho tiempo”.

Fang Yuchen hizo todo lo posible para aligerar el ambiente. Sacó a relucir lo que había hablado hace dos días.

“Por eso, incluso ahora, el viejo sigue bastante molesto por eso. Sese, no le hagas caso”.

Fang Yuchen sonrió mientras le decía a Jiang Sese.

El Viejo Fang miró con odio a Fang Yuchen cuando lo oyó sacar a relucir viejas heridas. Se aclaró la garganta con fuerza y dijo: “Nadie pensará que eres mudo si no hablas”.

Esta respuesta ligeramente ruda hizo que Jiang Sese sintiera que el Viejo Fang no parecía ser tan severo como aparentaba.

Sinceramente, si uno se pusiera en su lugar, su amada hija se había fugado con un tipo que no tenía nada, y esto había ocurrido en el pasado.

Ya estaba bien que el Viejo Fang no repudiara a Fang Xueman.

Es más, todavía estaba devastado por ello. Era suficiente para decir que todavía quería mucho a Fang Xueman.

Con ese pensamiento, Jiang Sese no estaba tan nerviosa como antes.

Jiang Sese miró al Viejo Fang con sinceridad y seriedad. Frunció ligeramente los labios y dijo: “La verdad es que puedo entender a qué te refieres”.

El Viejo Fang frunció el ceño, y sus ojos cansados del mundo se llenaron de una mirada imperiosa.

Jiang Sese no se detuvo a pesar de ello. “Todo el mundo fue salvaje en su juventud. Abuelo, seguro que mi madre sabe lo mucho que la quieres. Lleva tanto tiempo lejos y nunca se ha puesto en contacto contigo. Quizás no es que no te extrañe o a la Familia Fang. Tal vez sea... que está avergonzada”.

Jiang Sese tuvo mucho cuidado de no mencionar a su padre.

Esto fue para evitar provocar al Viejo Fang.

Cuando el Viejo Fang escuchó esas palabras, asintió ligeramente.

Todos habían pasado por una fase de rebeldía.

Cuando Fang Xueman se había fugado con ese mocoso, el Viejo Fang se había enfadado y preocupado al mismo tiempo.

Apenas pudo dormir en la noche. Le preocupaba que Fang Xueman estuviera en peligro, y también lo enfurecía que ella no lo escuchara a él, su padre.

Sin embargo, la razón por la que amaba tanto a Fang Xueman era, naturalmente, porque su hija era como él.

Tanto el padre como la hija eran tan parecidos en su terquedad, que este enfrentamiento se había prolongado durante 20 años.

Nadie daba el primer paso para establecer contacto.

Cuando pensó en eso, los ojos del Viejo Fang vacilaron. Ya no estaban llenos de la severidad anterior, sino del arrepentimiento que sólo tendría una persona que fuera vieja y hubiera vivido demasiado tiempo.

En ese momento, el Viejo Fang era realmente un anciano que echaba de menos a su hija.

Al ver el cambio en la expresión del Viejo Fang, Jiang Sese se apresuró a martillar mientras el hierro aún estaba caliente y dijo con una sonrisa: “Abuelo, deberías dejar de estar molesto, tu salud es importante. Además, aunque la mitad de mi sangre sea de la Familia Jiang, ¡sigo siendo parte de la Familia Fang!”.

Se podría decir que las últimas palabras de Jiang Sese dieron en el clavo.

Consiguió animar al Viejo Fang.

“¡Jm! Es cierto”. La expresión del Viejo Fang se calentó y asintió en señal de aprobación.

Hizo una pausa por un momento después de hablar, antes de preguntar a Jiang Sese: “¿Dónde está tu madre? ¿Se avergüenza de verme?”.

Después de hablar, se volvió para mirar la puerta del salón.

Desde que era joven, a Fang Xueman le encantaba darle sorpresas. Era traviesa y brillante.

¿Podría ser que hubiera enviado a su hija aquí para tantear el terreno, y ahora que se había relajado, podría aparecer?

Cuanto más pensaba el Viejo Fang en ello, más creía que era posible. Enderezó la espalda y se aclaró la garganta antes de decir: “Ha pasado mucho tiempo desde que ocurrió todo, y no soy el tipo de persona que guarda rencor. Pide rápidamente a tu madre que entre. ¿Qué padre podría seguir enfadado con sus hijos?”.

El Viejo Fang dijo la última parte de su declaración en voz baja, pero Jiang Sese y Fang Yuchen lo oyeron.

Al ver al Viejo Fang actuar con severidad, pero con ojos llenos de esperanza, a Jiang Sese se le formó un nudo en la garganta y sintió que le dolía la nariz sin querer.