Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 850

Durante los dos días siguientes, Fang Xueman permaneció en la UCI, y la preocupación de Jiang Sese no hizo más que intensificarse.

Por mucho que Jin Fengchen, así como el Amo y la Señora Jin la consolaran, el corazón de Jiang Sese estaba constantemente atrapado en su garganta.

El tiempo pasaba lentamente, y el estado de Fang Xueman no mejoraba.

Un día, Jiang Sese fue a ver al médico para entender mejor el estado de Fang Xueman. Cuando salía de la consulta se topó con Fang Yuchen, que vestía un traje de alta calidad y tenía un porte notable.

“¿Primo?”. Jiang Sese le saludó y sonrió amablemente. “¿Por qué estás aquí?”.

Fang Yuchen la había visto y se detuvo antes de sonreír cálidamente. “El Abuelo quiere verte antes, ¿estás libre hoy?”.

Al oír esto, Jiang Sese hizo una pausa antes de decir: “Estoy libre, pero no he preparado nada”.

Originalmente había planeado ir a buscar algo un día antes de la fiesta. No esperaba que el Viejo Fang quisiera reunirse con ella de repente.

Los planes realmente no podían seguir el ritmo de los cambios.

Fang Yuchen sonrió ligeramente. Siempre podía saber lo que la gente estaba pensando. “Ya he hecho los preparativos. Todo lo que tienes que hacer es aparecer”.

“Eso no puede ser”.

Jiang Sese declinó inmediatamente mientras decía con una sonrisa: “Voy a ver a mi abuelo, ¿cómo voy a dejar que mi primo prepare un regalo? ¿Por qué no hacemos esto? No sé lo que le gusta al Abuelo, así que ¿por qué no vienes conmigo a elegir algo?”.

Aunque el Viejo Fang había tomado una decisión repentina, Jiang Sese no consideraba apropiado presentarse con las manos vacías o hacer uso del regalo que Fang Yuchen había preparado.

En cualquier caso, ella no era cercana a Fang Yuchen.

“Por supuesto”. Fang Yuchen estuvo de acuerdo cuando la vio insistir.

Jiang Sese y Fang Yuchen fueron a un centro comercial cercano. A sugerencia de Fang Yuchen, ella eligió unas cuentas de oración como regalo.

Jiang Sese sostuvo el regalo envuelto en su mano mientras se sentaba en el asiento del pasajero. Luego preguntó vacilante: “Yuchen, ¿el abuelo suele ser una persona severa?”.

Sería una mentira decir que no estaba nerviosa.

Aunque Jiang Sese nunca había conocido a su abuelo, por la forma en que Fang Yuchen había hablado de los acontecimientos pasados, se había formado la imagen mental de un anciano muy severo.

Fang Yuchen pudo leer su ansiedad con una sola mirada y le aseguró: “Sese, no te preocupes. Eres muy adorable, seguro que le gustaras al Abuelo”.

Mientras decía esto, pisó el acelerador y condujo hacia el lugar que el Viejo Fang había fijado.

Era un restaurante de estilo clásico.

Fang Yuchen aparcó el coche y el personal de servicio les condujo hasta la puerta de un salón comedor privado.

Agarrando el pomo de la puerta, Fang Yuchen habló de forma muy cariñosa antes de abrirla: “Sese, no hay que tener miedo”.

Jiang Sese agarró la bolsa de regalos en su mano y, sin darse cuenta, respiró profundamente antes de asentir.

Luego siguió a Fang Yuchen mientras éste abría la puerta y entraba en la habitación.

Un anciano vestido con una túnica china estaba sentado con rigidez en el centro de la habitación.

Tenía el pelo blanco y no parecía estar en el mejor estado.

Jiang Sese se quedó bastante sorprendida cuando vio al anciano.

Su abuelo parecía una persona muy agradable, tenía un aspecto completamente diferente al que ella esperaba.

Sin embargo, cuando se encontró con la mirada del Viejo Fang le había dirigido a ella, sus ojos severos hicieron que Jiang Sese se sintiera de nuevo bastante aprensiva.

El ambiente se había enfriado un poco debido a esa declaración.

Fang Yuchen, que estaba sentado al lado del Viejo Fang, miró a Jiang Sese.

Jiang Sese captó su significado, y rápidamente sacó la caja adornada y se la entregó al Viejo Fang. “Abuelo, este es un regalo que he preparado para ti. Es un pequeño regalo, espero que no te importe"”.

Era como decía el refrán, no se puede golpear una cara sonriente.

Jiang Sese ya era muy educada y se comportaba bien.

Aunque el Viejo Fang siguiera siendo infeliz, no podía darle más actitud.

Además, Jiang Sese seguía siendo el vástago de su hija favorita.

“Mjm, eres demasiado amable”. El anciano Fang cogió la caja y la dejó a un lado.

Esas palabras cortantes hicieron que el ambiente se hundiera una vez más. Jiang Sese no sabía si sentarse o levantarse.

Sería demasiado esperar que el anciano Fang hablara primero, dado su temperamento.

Después de tantos años, todavía guardaba rencor.

Era notablemente como un viejo rufián.

Fang Yuchen no podía soportarlo más, y le preocupaba que Jiang Sese se sentía incómoda. Solo pudo sonreír mientras mediaba: "Sese, no te preocupes por la actitud del Abuelo".

El Viejo Fang resopló con arrogancia y se dio la vuelta.

Fang Yuchen sonrió sin poder evitarlo y le indicó a Jiang Sese que tomara asiento antes de decir: “El anciano está muy enfadado por el hecho de que tu padre se haya fugado con la Tía”.