Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 963

Fang Yuchen se burló: “Fang Yanqin, ¡realmente eres una escoria!”.

Lo dijo con un fuerte énfasis en las tres últimas palabras.

Fang Yanqin se sonrojó. “Yo... estaba borracho y pensé que era otra persona”.

Su tartamudeo hizo reír a Jiang Sese. “Me llamaste por mi nombre, ¿y ahora dices que estabas borracho?”.

“Yo...”. Fang Yanqin todavía quería objetar.

“¡Cállate! Estás aquí para disculparte, no para dar esas excusas”, reprendió Fang Yanxin.

“¡Hermano!”.

Fang Yanxin ignoró su expresión de disgusto y miró de reojo a Jin Fengchen, que seguía enfurecido, y continuó: “No importa cuáles sean tus razones para hacer algo así, estás equivocado. Será mejor que pidas perdón a Sese”.

Señaló constantemente a Fang Yanqin con sus ojos mientras decía esto.

Este último solo pudo reprimir la falta de voluntad en su corazón y bajó la cabeza de mala gana: “Prima, lo siento. Por favor, perdóname”.

¿Cómo podía Jiang Sese aceptar una disculpa tan poco genuina?

Se quedó con la mirada perdida y dijo: “Por favor, váyanse”.

Fang Yanxin se dio cuenta de que la situación no era buena y rápidamente intervino: “Sese, somos una familia. No quiero que la familia se peleé por esto”.

“¿Y? Si no fuera por una amable transeúnte, no estaría aquí ahora mismo. ¡Es un monstruo!”.

Estaba un poco emotiva; no podía dejar pasar el incidente.

Cada vez que pensaba en ello, odiaba aún más a Fang Yanqin.

Fang Yanqin se puso furioso. Ignoró las objeciones de su hermano y señaló a Jiang Sese. “No seas tan descarada. ¡Me disculpo porque eres digna de mi respeto!”.

Enfrentado a un furioso Fang Yanqin, Jiang Sese se calmó en cambio. Sus labios se curvaron burlonamente. “Finalmente, está mostrando sus verdaderos colores”.

“¡Fang Yanqin!”. Fang Yanxin lo miró con rabia.

Fang Teng temblaba de ira y maldijo. “Yanqin, ¿de qué estás hablando? ¿No deberías disculparte por haber hecho algo malo?”.

Fang Yanqin levantó la cabeza y resopló: “¿Y qué?”.

“¡Tú!”. Fang Teng estaba demasiado enfadado incluso para hablar.

“¡Fang Yanqin, estás cruzando la línea aquí!”. Fang Yuchen se puso delante de Fang Yanqin y lo miró con odio.

Aunque Fang Yuchen era más joven que Fang Yanxin, su aura lo dominaba por completo.

“¡Yo... no he cruzado ninguna línea! Es ella la que se ha pasado. Ya me he disculpado. ¿Qué más quiere?”. Fang Yanqin había perdido parte de su anterior arrogancia.

Jiang Sese se estaba cansando de todo esto.

“Primo, por favor, pídeles que se vayan”.

Fang Yuchen vio la frustración en sus ojos y asintió. “Muy bien”.

Luego se dirigió a Fang Yanxin. “Primo, ya que esa es tu actitud, no hay necesidad de una disculpa. Por favor, vete a casa”.

“No, Sese. Realmente estamos aquí para disculparnos”, suplicó Fang Yanxin.

Maldito sea este Fang Yanqin. Hizo las cosas aún más complicadas.

Jiang Sese ignoró sus súplicas y se giró. “Fengchen, vayamos arriba”.

“De acuerdo”.

Jin Fengchen miró fríamente a Fang Yanqin, luego tomó su mano y se dirigió a las escaleras.

“¡Sese!”.

Fang Yanxin no se dio por vencido y quiso precipitarse hacia delante, pero fue retenido por Fang Yuchen. “Primo, ¿no has causado suficientes problemas? Vete a casa”.

“Yuchen, tienes que ayudar a Yanqin”. Fang Yanxin le agarró la mano y le suplicó.

Fang Yuchen estaba bastante asombrado.

Era la primera vez que lo oía suplicar. Parecía que estaban realmente asustados.

Jiang Sese y Jin Fengchen se miraron, luego se acercaron y abrieron la puerta.

“Primo”.

Fang Yuchen la miró con preocupación. “¿Cómo estás? ¿Te encuentras bien?”.

“Estoy bien”, rio Jiang Sese.

“¿De verdad?”, volvió a preguntar Fang Yuchen.

“De verdad”.

Ella tenía planes para darle una lección a Fang Yanqin. ¿Cómo no iba a estar bien?

Al darse cuenta de que no estaba mintiendo, Fang Yuchen respiró aliviado. “Eso es bueno”.

Jiang Sese le sonrió.

La atmósfera circundante se volvió silenciosa durante un rato, entonces Fang Yuchen volvió a hablar: “Sese, lo siento. Si no te hubiera pedido que asistieras al banquete, no habría pasado nada de esto”.

“Esto no tiene nada que ver contigo”.

No fue Jiang Sese quien habló, sino Jin Fengchen.

Se acercó por detrás de Jiang Sese. “Fang Yanqin tenía la intención hace tiempo. El banquete fue solo una oportunidad para él”.

“¡Totalmente ridículo! ¡Él es su primo!”, exclamó Fang Yuchen con enfado.

“Bien, todo ha terminado. Dejemos de mencionarlo”, Jiang Sese no quería que se culpara por este incidente.

Fang Yuchen comprendió que era algo que no quería recordar. Después de todo, era como una pesadilla para ella.

Asintió. “De acuerdo, dejaré de mencionarlo”.

Jiang Sese sonrió. “Xiaobao y Tiantian todavía están abajo. Bajemos todos, o el Tío y la Tía se preocuparán”.

Quién iba a decir que, cuando bajaron, Shang Ying la agarró inmediatamente de la mano y le dijo, angustiada: “Sese, ¿por qué no nos dijiste que había pasado algo tan grave?”.