Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 967

Jin Fengchen se dirigió a la dirección que le había enviado Fang Yuchen. Era un hotel de cinco estrellas en la Capital.

Cuando llegó al hotel, vio a Fang Yuchen esperándolo en la entrada.

“Fengchen”.

Fang Yuchen se acercó inmediatamente cuando vio a Jin Fengchen salir del coche.

“¿Está aquí?”. Preguntó Jin Fengchen.

“Sí. El Señor Shangguan ya te está esperando arriba”.

Fang Yuchen condujo a Jin Fengchen escaleras arriba hasta el salón que había reservado.

En el momento en que abrió la puerta, Shangguan Qian, que estaba sentado, se levantó apresuradamente y se acercó con entusiasmo. Le tendió la mano. “Presidente Jin, gracias por el honor que me hace al venir aquí”.

Jin Fengchen le estrechó la mano, pero no respondió.

A Shangguan Qian no le importó, pues sabía que Jin Fengchen solía ser taciturno.

“Aquí, Presidente Jin. Siéntese, por favor”.

Shangguan Qian le invitó a tomar asiento.

Jin Fengchen asintió cortésmente y se sentó como se le pidió.

“He pedido los platos más famosos de aquí. Si no son de tu gusto, podemos pedir otra cosa”. Shangguan Qian empujó el menú.

“Está bien. Comeré lo que pidan”.

Su objetivo más importante era la negociación. La comida era intrascendente.

“Por supuesto”. Shangguan Qian guardó el menú. Miró al hombre que tenía enfrente y luego miró a Fang Yuchen. El ambiente era extrañamente incómodo.

Fang Yuchen se giró para mirar a Jin Fengchen antes de hablar: “Señor Shangguan, ya he informado al Presidente Jin de la asociación que ha propuesto. Hoy, el objetivo principal es escuchar su opinión sobre la asociación”.

“Mis pensamientos”. Shangguan Qian bajó la mirada y lo pensó seriamente, antes de decir lenta y deliberadamente: “El Grupo Fang y el Grupo Jin son potencias financieras. No es una cuestión de capital, pero hay un problema...”.

Antes de que pudiera terminar, Fang Yuchen intervino. “¿Qué problema?”.

“Mmm... Deja que lo explique”. Shangguan Qian lo pensó antes de continuar. “Lo más importante para una empresa no es solo el capital, sino también los recursos humanos. ¿Has encontrado algún investigador destacado?”.

Fang Yuchen asintió. “Estamos buscando y negociando. Sin embargo, todas esas personas han firmado contratos, por lo que no podrán unirse a nosotros por ahora”.

“Por lo tanto, en la actualidad sus planes son solo incorporar la empresa, ¿y no piensan desarrollar nada?”.

“Pues...”. Fang Yuchen no sabía qué responder. Se volvió para mirar a Jin Fengchen.

Este percibió la mirada de Fang Yuchen y lo miró antes de decir con calma: “Señor Shangguan, ¿quiere decir que está dispuesto a darnos sus investigadores?”.

Shangguan Qian sonrió. “Si hacemos un trato, sí”.

Las cejas de Jin Fengchen se arquearon ligeramente. Estaba bastante sorprendido por un gesto tan amistoso.

“Presidente Jin, debería pensarlo”.

Shangguan Qian se levantó para llenar la copa de vino de Jin Fengchen antes de continuar: “Este es un vino que he traído de casa solo para esta ocasión. Pruébalo. Es bastante bueno”.

“Gracias”.

Jin Fengchen cogió la copa y tomó un sorbo. “No está mal”.

La sonrisa de Shangguan Qian se amplió al instante. “Me alegro de que lo disfrutes”.

Después de eso, los platos comenzaron a servirse. Shangguan Qian hizo una pausa en sus negociaciones y comenzó a discutir las actividades de la empresa con Fang Yuchen.

Jin Fengchen se sentó y escuchó en silencio. De vez en cuando, intervenía cuando le preguntaban algo.

Después de unas cuantas rondas de bebidas, Shangguan Qian pensó que era el momento adecuado y habló directamente: “Presidente Jin, ¿estás de acuerdo con la asociación?”.

Jin Fengchen no respondió inmediatamente. En cambio, preguntó: “Yuchen, ¿qué opinas?”.

Fang Yuchen no esperaba que Jin Fengchen le pusiera en un aprieto con esa pregunta. En ese momento, no estaba seguro de qué hacer, pero afortunadamente había pensado bien las cosas antes de venir.

Por lo tanto, habló con calma: “Sería un honor para nosotros trabajar con el Grupo Shangguan”.

Shangguan Qian sonrió al oír eso. “Presidente Fang, no deseo escuchar esas galanterías. Solo dímelo directamente. Sí o no”.

“Fengchen, yo...”, le dijo Fang Yuchen a Jin Fengchen con dudas.

“Decide por ti mismo”, dijo Jin Fengchen.