Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate! romance Capítulo 106

Resumo de Capítulo 106 : Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate!

Resumo do capítulo Capítulo 106 de Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate!

Neste capítulo de destaque do romance Arrepentimiento Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate!, Internet apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.

Las palabras de David, dadas las circunstancias, resultaban ser algo escalofriantes.

Como si hablara desde la perspectiva de un dios.

Como si pudiera anticiparse al futuro.

Como si supiera que justo en ese preciso instante, al no llegar a un acuerdo sobre el matrimonio, estallarían inifnidad de conflictos, afectando también al proyecto.

Yago trató de calmarse.

¿Esa excusa sarcástica escondía un simple acto caprichoso de obstrucción, o era en realidad una maniobra calculada con frialdad para minimizar riesgos a tiempo?

Si era lo segundo, aquel hombre era muy ingenioso.

Yago giró la cabeza y se cruzó con la mirada de Cipriano a lo lejos.

Si el proyecto no podía avanzar, el Grupo Horizonte también sufriría enormes pérdidas. Desde que se dio inicio, ambas partes habían asumido la responsabilidad.

Cipriano no mostraba expresión alguna; era imposible adivinar qué pensaba en ese momento.

Los rostros de los demás miembros de la familia Guzmán y de la familia Herrera también se tornaron preocupados en distintos grados... ¿Por qué David tenía que meterse siempre? ¡Y justo en los momentos más críticos, empeorándolo así todo!

—Je...

Una risa sarcástica rompió de repente el silencio.

Todos dirigieron su mirada hacia Susana, quien acababa de soltar una gran carcajada. Observaba fijamente la espalda de Cipriano y, poco a poco, se acercó a él: —¿De qué te sirve amar a Viviana? Ella ya encontró a otro. Se involucró con David. Si no, ¿por qué él la protegería tanto?

Desde su mente obsesionada con relaciones entre hombres y mujeres, sus palabras en ese momento parecían tener lógica.

El rostro de Cipriano se endureció como piedra. Respondió con frialdad: —No existe ninguna relación inapropiada entre ellos.

Él también había dudado.

Pero después de leer la conversación entre Viviana y Rosa de la noche anterior, y escuchar lo que David le dijo, por fin terminó creyéndole.

Los miembros de la familia Herrera, aterrados, corrieron a quitarle el cuchillo.

Cipriano, sin embargo, ni siquiera volteó la cabeza. Se dio media vuelta y salió sin detenerse. Esa escena ya la había visto tantas veces estos últimos días... Si de verdad quería morir, que lo hiciera.

Bruno y Dolores también se levantaron, con una expresión sombría, y se marcharon enseguida.

Susana, al ver que ni siquiera estando al borde de la muerte Cipriano se detenía, gritó entre sollozos: —¡Regresa! ¡Te vas a arrepentir! ¡Te vas a arrepentir toda tu vida...!

Cipriano ni siquiera miró atrás.

Los de la familia Herrera lograron arrebatarle el cuchillo, y cuando Yago al final logró estabilizar a Susana, salió corriendo con su secretaria para alcanzar a Cipriano.

Yago también estaba agotado y enojado.

De haberlo sabido antes, jamás habría permitido que Susana actuara con tanta arrogancia. Ahora todo era un completo caos: vida personal y negocios mezclados sin ningún tipo de control.

Y, para colmo de males, David había intervenido.

Histórico de leitura

No history.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate!