Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate! romance Capítulo 154

Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate! Capítulo 154

Leia Capítulo 154 , o romance Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate! de Internet. Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate! está COMPLETO. Leia Capítulo 154 e os capítulos seguintes gratuitamente online aqui.

Aviso: o site booktrk.com oferece suporte para leitura gratuita e download em PDF do romance Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate!.

Capítulo 154

Baldomero quedó petrificado.

David, recordando algo más, preguntó con aparente preocupación: —¿Jefe Baldomero, necesita usted un maestro para ahuyentar fantasmas? Me preocupa que el papá de Margarita venga esta noche a estrangularlo.

...

A Baldomero casi se le fue la sangre al cerebro y por poco escupe una bocanada.

Viviana repasó mentalmente todos los recuerdos tristes del pasado, pero aún así no pudo contener la risa.

Su jefe, cuando se ponía implacable, hasta se insultaba a sí mismo. Y encima de todo se preocupa por la seguridad de los mayores. ¡Qué buena persona era!

No solo ella fracasó en contener la risa; los que estaban en el sofá parecían estar también a punto de estallar por dentro.

Margarita tenía la cabeza tan baja que ni siquiera se atrevía a levantarla.

En ese instante, Baldomero por fin entendió todo.

Este muchacho simplemente se estaba burlando de ellos.

Con razón Celestino decía una y otra vez que era más astuto que un zorro y más venenoso que una cobra. Dominarlo era tan difícil como alcanzar el cielo.

Si no aceptas la copa que se te ofrece, te tocará castigo. Así que no te quejes si él juega sucio.

—Jefe David, usted... simplemente no tiene compasión con las palabras.

Dijo Baldomero con una sonrisa forzada, tratando de suavizar un poco el momento.—Nunca dije que no fuera a ayudar a Margarita. Lo mencioné, pero esta muchacha es muy terca, no le gusta deberle favores a nadie. Pero ya que lo plantea d esa forma, la verdad me da vergüenza. Mañana, al regresar, iré a pagar los gastos médicos de la madre de Margarita.

David respondió: —He juzgado mal al jefe Baldomero. Pensándolo bien, no creo que usted animaría a una jovencita a hacer algo así. Me autocastigaré.

Tomó de nuevo la copa sobre la mesa y dio un sorbo.

Baldomero comentó entusiasta: —¿Solo un sorbo como castigo, jefe David? Eso no parece ser muy generoso.

David contestó con firmeza: —Beber en exceso solo sería arruinar una buena bebida.

Baldomero replicó: —Es solo una botella, jefe David. Parece que usted busca excusas para evitar el trago.

David se puso serio: —Sí, es solo una botella, pero pensar que medio vaso cuesta miles de dólares... Si brindamos, serían treinta mil dólares... En serio temo que el papá de Margarita se nos aparezca esta noche junto a la cama. ¿A usted no le da miedo? Uhm….

Baldomero quedó sin palabras.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate!