Resumo do capítulo Capítulo 153 do livro Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate! de Internet
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 153 , um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate!. Com a escrita envolvente de Internet, esta obra-prima do gênero Arrepentimiento continua a emocionar e surpreender a cada página.
Margarita no podía creerlo.
Con los ojos tan grandes y brillantes como uvas, no lograba reaccionar.
Baldomero tembló.
¿No se suponía que aquel muchacho tenía modales de caballero?
En una situación tan confusa como esta, al menos debería proteger a la chica. Aunque no se sentara en sus piernas, por lo menos ofrecerle una silla a su lado, ¿no creen?
¿Agacharse? ¡Como si fuera un miserable perro!
La escena se tornó incómoda.
Era como una obra de teatro donde, de pronto, uno de los actores se salía del guion y empezaba a improvisar, dejando a los demás en estado de schok, sin saber cómo seguir.
Viviana pensó: No cabe duda de que es mi jefe, ¡sigue siendo veneno puro!
Sintió alivio en el corazón.
Por un momento, había llegado a pensar que realmente estaba interesado en la chica.
Sinceramente, si de verdad la quisiera, como su secretaria no le quedaría más que lamentar en lo más profundo que hubiera caído ante las maquinaciones de Baldomero... y dejarse de esta manera llevar por la corriente.
Margarita seguía de pie, tambaleándose como si fuera a desplomarse.
—Secretaria Alba, tráele por favor una silla a Margarita.
Ordenó Baldomero con una expresión de disgusto.
La secretaria Alba corrió a buscar una silla y la ubicó en el pequeño espacio entre David y Baldomero. Luego, como si fuera una hermana mayor comprensiva, llevó a la jovencita hasta allí para que se sentara.
Margarita de inmediato se sentó.
Juntó las piernas y colocó las manos obedientemente sobre el regazo, de forma distinta a las otras nueve mujeres, que eran coquetas, sensuales, provocativas...
Quizá, solo ante los ojos de los hombres era distinta.
Viviana pensaba que, salvo la secretaria Alba, las otras ocho mujeres actuaban con total naturalidad. Esa burla no era fingida. En ese instante tal vez pensaban: ¡Seré atrevida, pero al menos no me hago la inocente!
El grupo volvió a animarse de nuevo bebiendo y hablando.
David, al parecer, ya se había olvidado de la chica a su lado.
Era bien sabido que esta combinación tenía un poder misterioso. Si se cumplían todas las condiciones, no importaba si era un joven empresario, un coronel apuesto o un jefe de la mafia, todos caían rendidos como idiotas.
No, espera.
Puede que David no lo sepa.
Aunque el ambiente parecía estar relajado, todos en realidad estaban atentos, esperando la reacción de David.
—Yo creo que...
David hizo mala cara y soltó una frase. Baldomero lo miraba con emoción y expectativa, como diciendo: Tú vas a disque a "salvar" a esa chica, ¿no ese así? Tanto rodeo para lo mismo de siempre.
—Esta botella de Romanée-Conti... vale un jurgo de plata, ¿cierto?
—¿Ah?—Baldomero se quedó perplejo al oírlo. ¿Por qué de repente hablaba del vino?
—Ay, nosotros, los malditos capitalistas como siempre—David colocó su copa sobre la mesa, con una expresión de aparente remordimiento.—Una botella de vino como esta... podría perfectamente salvar a su familia varias veces.
...
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate!