Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate! romance Capítulo 185

La señora Esperanza era capaz de hacer cualquier cosa por Susana, incluso involucrarse en todo tipo de prácticas oscuras y supersticiosas.

No dejaba pasar absolutamente nada... era demente.

Rosa descubrió que la señora Esperanza era supersticiosa, así que decidió seguir esa pista para ver qué podía sacarle.

Todo empezaba a encajar poco a poco.

Para facilitar la comunicación, los cuatro se sentaron alrededor de la mesa.

Viviana escribió con rapidez en un papel: Por el tono de esa chica, Rosita debería estar a salvo por ahora, pero su reacción fue bastante extraña, no logro descifrarla.

David añadió: Primero hay que encontrarla y asegurarnos de que esté bien.

Viviana escribió: ¡De acuerdo!

Con la información que tenían, esperar a que la señora Esperanza apareciera no parecía ser una mala opción.

Pero...

Ella seguía intranquila, no podía confiarse.

Necesitaba confirmar que Rosita en verdad estuviera bien, y eso aún no era suficiente para calmarla.

Lorena, sentada a un lado, no expresó opinión alguna.

David escribió otra frase y se la pasó a Teodoro: Ve a buscarla.

Teodoro tomó el bolígrafo y escribió con letra algo descuidada: No te preocupes déjamelo a mí, ¡la encontraré y me aseguraré de devolvértela sana y salva!

Además de la mala letra, cometió varios errores al escribir.

Después de hacerlo, le sonrió a David confiado.

David se quedó pensativo por unos minutos.

Viviana lo miró sin palabras.

Lorena, con suspicacia.

¿Asegurarse de que esté bien?

¿Acaso era capaz de garantizar la seguridad de la abogada Rosa? ¿Estaba insinuando algo más?

Devolvértela...

¿Devolvérsela a quién?

Lorena lo miró horrorizada.

¿Será que, además de andar con Viviana, David quizás también tenía algo con la abogada Rosa?

Eso la sacó de quicio. Viviana apenas se estaba recuperando de una relación dolorosa, ¿y ahora este nuevo tipejo la iba a traicionar con su mejor amiga?

Lorena enfurecida le arrebató el bolígrafo a Teodoro y escribió con rabia: ¿¡Qué relación tiene la abogada Rosa con el jefe David!? ¡Dímelo! ¡Acláralo de una vez! ¡Explícamelo!

Teodoro se quedó atónito.

Viviana suspiró, sin saber qué más decir.

Poco después, Teodoro regresó corriendo.

Se sentó y escribió una frase en una hoja.

David bajó la mirada y con solo un vistazo la entendió.

Viviana y Lorena, en cambio, la miraron durante un buen rato, haciendo mala cara... ¿qué decía esa cosa?

En la hoja, con caligrafía temblorosa, medio se leía: Ella en Mariluz allá chocó con Mariluz.

Ahora sí, Lorena empezó a creer que el tipo realmente había vivido en el extranjero, porque su vocabulario dejaba mucho que desear.

Viviana por fin comprendió por qué él insistía tanto, una y otra vez, en cómo debía llamarlo durante su presentación.

David tomó el bolígrafo y tradujo para ellas: La abogada Rosa está en la zona de Mariluz, tal vez disfrazada para pasar de apercibido.

Teodoro lo afirmó con rapidez. Eso era exactamente lo que quería decir.

Viviana se quedó en silencio por un momento.

Lorena tampoco supo en ese momento cómo reaccionar.

Ellas pensaban que Rosa estaba a punto de atropellar a Mariluz o que tramaba tal vez algún atentado.

Teodoro escribió otra frase, pero ya ni siquiera podían entender lo que quería decir...