¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1064

Al pensar en cómo Marilyn había alterado y manipulado su vida con malicia, podía sentir la ira surgiendo dentro de él, llegando a todas las partes de su cuerpo sin ningún lugar para desahogarlo.

De repente, una melodía comenzó a sonar en la oscuridad de la noche. La música del piano era tan suave y apacible que se sentía como una brisa que traía consuelo a su corazón, calmando todo malestar e inquietud.

Lentamente, su irritabilidad disminuyó.

De repente recordó que aún no había recibido una respuesta después de que le contó a la madre de Bebé Zetty sobre su renuncia.

Se preguntó qué le habría pasado.

Bajo la melodía hipnótica, se sintió somnoliento y pronto se quedó dormido después de meterse a la cama.

Al día siguiente.

Angeline llegó al basurero subterráneo de Gran Asia muy temprano en la mañana. Grayson y los otros miembros de Fantasma ya estaban esperando afuera. En el momento en que vieron a Angeline, todos la saludaron con reverencia: “Srta. Severe”.

Angeline se quitó el saco blanco y se lo arrojó a Grayson, preguntándole: “¿Todavía no ha confesado?”.

Grayson respondió: “Este hombre es mentalmente fuerte. Se niega a revelar nada sin importar cómo lo torturemos e interroguemos”.

Los labios carmesí de Angeline se curvaron en una mueca coqueta. “Llévame adentro”.

Grayson condujo a Angeline al sótano. Ken estaba sentado en una silla con las extremidades atadas al respaldo. Había una bolsa de plástico negra sobre su cabeza.

Angeline se sentó en la silla frente a él y le hizo un gesto a Grayson. “Déjame ver su cara”.

Grayson vaciló un poco. “Srta. Severe, no vale la pena mirar a este tipo de hombre”.

Angeline sabía que Grayson estaba preocupado por su seguridad, pero esto tenía algo que ver con Jay, así que ¿por qué debería tener miedo?

“Destápalo”.

Angeline preguntó: “¿Ya sabes lo aterradora que soy ahora?”.

Ken espetó. “Te demandaré por secuestro…”.

Angeline se levantó de su silla y se acercó a Ken. “¿Quiere demandarme por secuestro? Bueno, quiero demandarte por conspirar con tu esposa para aprisionar al expresidente de Gran Asia. Te enviaré a prisión y me aseguraré de que permanezcas allí por mucho tiempo”.

Un rastro de pánico cruzó por el rostro de Ken mientras lo negaba. “No lo aprisioné... Me estás acusando de algo que no hice”.

Angeline respondió: “Parece que todavía te niegas a confesar, ¿eh?”.

Una luz fría y feroz apareció en los ojos de ella. “¿Por qué tenías la tarjeta bancaria que le di a Ben?”.

Ken todavía estaba tratando de hacerse el inocente. “¿Qué tarjeta bancaria? No lo sé”.

Angeline dijo: “Está bien si te niegas a admitirlo. Le entregaré esta tarjeta a la policía después como evidencia de la conspiración entre usted y Marilyn”.