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Angeline estaba deprimida.
Por el contrario, Bebé Zetty estaba de muy buen humor.
Bebé Zetty tomó la mano de su mami con ánimo y entusiasmo, contándole la conmovedora historia de cómo su papi había saltado desde el balcón para abrazarla.
“Mami, es posible que papi no sepa que soy su hija, pero puedo darme cuenta de que él todavía me ama mucho. Cuando corrí hacia él hoy, papi tenía tanto miedo de que me cayera del balcón que saltó como un tornado, cruzando sobre la amplia brecha sin dudarlo. ¡Casi me mata del susto!”.
Bebé Zetty se dio unas palmaditas en el pecho, el miedo aún persistía en su corazón.
Angeline estaba atónita.
“Mami”, Bebé Zetty la llamó un par de veces antes de finalmente sacar a Angeline de su fantasía.
En ese momento, sus ojos ya se habían puesto rosados. Ella dijo con voz ahogada: “Él te ama, Bebé Zetty. Él ama a todos sus hijos”.
Angeline se sonó la nariz y de repente, se echó a llorar. “Lo siento mucho por tu papi. Todavía no puedo encontrar a Bebé Robbie ni he recibido noticias sobre Jens. Si se entera de que dejé a dos de nuestros hijos ahí afuera, no sé qué tan desconsolado estará”.
Bebé Zetty le dio a su mami un tierno abrazo. “No llores, mami. Has hecho todo lo posible. No te culpes”.
Las lágrimas de Angeline eran como un grifo roto: era imposible detenerlas.
En los últimos años, solo hubo dos cosas que hacían llorar a Angeline: Jay y sus hijos.
Aunque las personas que la rodeaban sabían que era mejor no hablar de ellos frente a ella, eso no significaba que Angeline no estuviera pensando en ellos en privado.
La lágrimas de toda una vida de Angeline casi se estaba acabando con todo el llanto por Bebé Robbie y Jens.
Afortunadamente, Jay había regresado.
Bebé Zetty consoló a su mami diciéndole: “No estés triste, mami. Mira, si papi pudo volver con nosotras después de lo que ha pasado, entonces Bebé Robbie y Jens definitivamente regresarán también”.
Angeline abrazó a Bebé Zetty. “Solo puedo esperar que así sea”.
Academia Juvenil Legendaria.
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