Resumo de Capítulo 1126 – ¡Buenas noches, Señor Ares! por Internet
Em Capítulo 1126, um capítulo marcante do aclamado romance de Romance ¡Buenas noches, Señor Ares!, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de ¡Buenas noches, Señor Ares!.
Angeline sintió una punzada aguda en su corazón cuando se obligó a reír. “¿Por qué?”.
Jay estaba indignado.
¿Por qué un hombre de dos metros de altura como él debería someterse a su esposa cuando él era el que la interrogaba por regresar tarde a casa?
“Responde primero a mi pregunta. ¿Por qué llegaste a casa tan tarde?”.
Angeline respondió: “Estaba trabajando horas extras”.
Jay se burló. La excusa que dio esta mujer fue simplemente demasiado floja. “¿Por qué no atendiste mis llamadas entonces?”.
Angeline respondió: “No escuché sonar mi celular”.
Jay se levantó del sofá y rugió furiosamente. “¿Puedes ser honesta conmigo, Angeline?”.
Angeline preguntó débilmente: “¿Confías en mí el 100 por ciento entonces?”.
Jay se volteó y se marchó de repente, enfurecido. Cuando pasó junto a ella, habló entre dientes: “Los sellos que le di a Sera eran falsos”.
Luego salió a zancadas.
Angustiada, Angeline extendió la mano de repente y tomó su mano sin vergüenza.
“Suéltame”, ordenó Jay en un tono enojado.
Angeline estaba asustada por su aura y soltó su mano tímidamente.
“Puedo explicarlo, Jaybie”, dijo Angeline.
Jay apretó los dientes y gruñó. “Sería un p*ndejo si te creo una vez más”.
Dicho esto, él se fue furioso.
Angeline miró fijamente la decidida espalda de Jay y suspiró.
[Por favor, no te enfades con mami.]
[Date prisa y vuelve a casa, papi. Te extraño mucho.]
…
Un toque de decepción emergió del alma helada de Jay. De tantos mensajes de texto, ninguno era de Angeline. Él había salido por tanto tiempo, pero esa mujer no estaba en lo más mínimo preocupada por él.
A pesar de sus defectos, Angeline al menos le había criado una considerada bolita de pelo.
Jay: [Papi no irá a casa por el momento].
Después de presionar enviar, dejó su celular a un lado solo para escucharlo sonar de nuevo.
Abrió su celular distraídamente, y cuando vio que era un mensaje de texto de Angeline, sus pupilas se dilataron abruptamente.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Buenas noches, Señor Ares!