¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1142

La Señora Ares negó con la cabeza violentamente, y su voz temblaba mientras decía: “No mires, Viejo Amo Jack”.

Jack miró a Angeline. “Dime, Angeline. ¿Qué fotos son esas?”.

Angeline dijo: “Gran Asia ha estado en una situación desesperada últimamente. No solo nos ha atacado un pirata informático anónimo, sino que lo que es más aterrador fue que mi sello personal fue robado y usado. Después de pensarlo, me di cuenta de que Jaybie es el único que puede robar mis sellos personales, y la única persona que puede instigar a Jaybie a hacer esto es la Señora Ares. Por lo tanto, dirigí mi atención a la Señora Ares y contraté a alguien para que la investigara. No esperaba descubrir tu pequeño y sucio secreto en su lugar”.

“La Señora Ares ha frecuentado mucho la residencia de los Bell últimamente y es bastante cercana a Steven. Pensé que la familia Ares y Bell probablemente no irían tan lejos como para unirse para atacar a Gran Asia, así que la señora Ares debió haber actuado por su propia voluntad cuando ayudó a Empresas Bell”.

Mientras ella decía esas palabras, los ojos de Angeline recorrieron el rostro de Jack. Cuando vio que la ira se acumulaba en el rostro refinado de Jack, ella supo que su especulación era correcta.

Cuando los planes de la Señora Ares fueron expuestos, se desplomó al suelo abatida. Aun así, se negó a ceder y argumentó: “Solo estaba insatisfecha. ¿Sabes lo gloriosa que solía ser la familia Ares? Estaba molesta porque el negocio por el que la familia Ares trabajo tan duro le fuera regalado a ella de esta manera. Por eso trate de arrebatarle el negocio de la familia Ares y dárselo a Jay como regalo”.

“¿Por qué eres tan tonta?”. La ira de Jack se convirtió en lástima.

Angeline quedó impresionada por la capacidad de la Señora Ares para adaptarse a medida que progresaba la situación.

Angeline abrió los labios y suspiró. “Traté de contenerme contigo, Señora Ares, pero como te niegas a admitir tus errores, no creo que sea necesario que me contenga más”.

Sintiendo que algo terrible estaba a punto de suceder, la Señora Ares miró a Angeline con un amargo odio. “¿Qué otros trucos tienes bajo la manga? ¡Sácalos todos!”.

Jack le dio una patada en el estómago. La rabia había superado su capacidad para entrar en razón. Él tomó la escoba a su lado y azotó repetidamente a la Señora Ares con ella. “Te mataré, p*rra. ¿Cómo te atreves a ver a otro hombre a mis espaldas? ¿Por quién me tomas? No pudiste darme un hijo todos estos años y lo aguanté. Cuando me revelaste que tenías una hija ilegítima, yo también te perdoné. No te culpé porque todos esos fueron errores que cometiste en el pasado. Te respeté porque has sido una esposa obediente y has mantenido la nariz limpia todos estos años. ¿Mira lo que hiciste ahora? ¿Así es como me lo pagas?”.

Bajo las pestañas de Jack, la Señora Ares sostuvo su cabeza y suplicó clemencia. “Me equivoqué, Viejo Amo Jack. Por favor perdóname. No lo volveré a hacer”.

Jack rugió de rabia: “¿Esperas que te perdone después de que me traicionaste? ¿Por quién me tomas?”.

La Señora Ares luego se dirigió al Viejo Gran Amo Ares para pedirle piedad. “Por favor, persuade a Jack para que se detenga, Viejo Gran Amo Ares. Se ha vuelto loco. Él me matará. Piensa en lo que sucedió en aquel entonces, Viejo Gran Amo Ares. Piensa en la madre de Jay. ¿No crees que hay suficientes tragedias en la familia Ares ya?”.

Las palabras de la Señora Ares eran una fuerte advertencia al Viejo Gran Amo Ares.