¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1226

Entonces, Sera escuchó una voz molesta. “Entonces, ¿quién se supone que eres, Sera? ¿Crees que eres alguien que puede intimidar a la señorita mayor de la familia Severe?”.

Shirley levantó la mirada mientras las lágrimas se asomaban en sus ojos.

Resultó que la persona que bloqueó la bofetada por ella fue Zayne.

La persona que calumnió a Sera por ella fue la Pequeña Angeline.

“Siento haber llegado tarde, hermana. Hoy me levanté un poco tarde y te hice sufrir”, explicó Angeline avergonzada.

Jay se puso en cuclillas frente a Angeline y vio lo enojada que estaba. Solo hizo que se sintiera angustiado y nervioso.

“Angeline, no te enfades. Eso solo te hará mal al cuerpo y estaré devastado”.

Angeline miró a Jay, quien la miraba lastimeramente con un par de hermosos ojos de cachorro.

Angeline sonrió de repente y le tocó la cabeza con gentileza. “Está bien, no me voy a enojar”.

Jay tomó la mano nerviosa de ella y la sostuvo con fuerza en su palma.

De repente, Josephine se acercó a la Señora Ares y le tendió la mano. Tenía los ojos enrojecidos. “Devuélveme la tarjeta”.

¿Cómo podía ella devolverle voluntariamente la tarjeta a Josephine? Esta tarjeta no solo le permitía dejar de preocuparse por la comida y la ropa, sino que, lo que es más importante, ella y Sera podrían tener una vida decente bajo el nombre de Josephine.

La Señora Ares suplicó: “Soy tu madre, Josie. Nunca te he hecho algún mal, ¿verdad? ¿Cómo puedes hacerme esto a mí?”.

Las lágrimas de Josephine cayeron al suelo. “Te habría dejado ser y te habría apoyado si hubieras conocido tu lugar y te hubieras convertido en una buena persona. Pero observa bien todas las cosas que has hecho. Usaste mi nombre para ingresar a Gran Asia, y ahora estás intimidando a mi hermana mayor. ¿Sigues siendo humana?”.

Sera la provocó diciendo: “Josie, Shirley es la que te robó a tu novio. Ella no se merece nada de tu amabilidad”.

Josephine gruñó: “Ella es la salvadora de Zayne y la mía. Y ahora es mi hermana mayor y la de Angeline, nuestra hermana de sangre. Quien se atreva a enfrentarse a ella en el futuro tendrá que pasar por encima de mí”.

La mirada de Jay se posó en su pierna enyesada mientras decía a la ligera: “Mi querida Angeline siempre será mi bebé. Tú eres la verdadera carga”.

Por una razón desconocida, Sera sintió que ya no podía sentir sus piernas. Era como si la parte inferior de su cuerpo estuviera separada del resto.

La sensación fue tan aterradora que de repente empezó a sudar.

“¿Qué está insinuando, Amo Ares?”.

Jay no se molestó en prestarle atención.

Jenson se burló. “Lárguense”.

La Señora Ares luego se llevó a Sera vergonzosamente.

“Esperen”. Angeline las detuvo de repente.