¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1305

“Lo siento, yo... la lastimé. Pensé que se quedaría si todo estaba dicho y hecho”.

Las palabras de Cole golpearon a Jay como un camión, desorientándolo...

Cuando pensó que Angeline había sufrido incluso antes de esa tragedia, Jay se volvió completamente loco.

“Cole Yorks, te mataré”.

La figura de Jay se volvió borrosa y apareció de repente frente a Cole en un instante. El látigo se estrelló contra el cuerpo de Cole, lo que rasgó su camisa y manchó el interior de sangre.

“Está loco, está loco”, dijo Spencer, estupefacto.

Jay estaba enojado. Como Angeline estaba muerta, él había perdido por completo la cabeza.

Había perdido por completo la razón en ese momento. Simplemente quería seguir luchando y vengar a Angeline. No se detendría hasta que todos estuvieran muertos.

Los guardias rodearon rápidamente a Jay como una pared de carne, separándolo de Cole.

Jay saltó en el aire y su látigo derribó a todos los guardias a su alrededor. Al momento siguiente, el látigo de Jay se envolvió alrededor del cuello de Cole y se fue tensando lentamente.

Cole de repente sintió que su respiración se aceleraba antes de detenerse lentamente.

Spencer vio cómo su hijo estaba al borde de la muerte. Mientras su rostro palidecía, rugió: “Ben, ¿qué quieres para dejar ir a Cole?”.

Jay apretó los dientes y dijo: “Quiero que me devuelvas a Angeline. Entonces, lo dejaré ir”.

El rostro de Spencer estaba pálido.

Angeline estaba muerta, entonces, ¿cómo iban a devolvérsela?

Cuando Cole sintió que su vida estaba en juego, de repente pensó en algo. ‘¿Por qué Ben estaba tan preocupado por Angeline?’.

Sería natural que estuviera molesto por la muerte de Angeline, pero no debería ser hasta el punto de volverse loco de esta manera.

Ben se preocupaba tanto por Angeline que él sintió tanta culpa en su corazón.

Spencer y Noel estaban fuera de la cueva, mirando preocupados hacia dentro.

Noel sintió que si Ben quería matar a Cole, no había nada que Cole pudiera hacer al respecto.

Estaba preocupado por su nieto, por lo que decidió tomar la iniciativa. Sacó una pistola de su cintura y miró a Spencer mientras le entregaba la pistola. Spencer sabía que esta era la estrategia del Gran Viejo Amo para conseguir lo que quería. Primero tenían que matar a Ben.

Caminaron lentamente hacia la cueva.

Habían sobreestimado a Jay. Jay estaba arrodillado en el suelo, impotente y estupefacto.

Jay murmuró: “Angeline, nos prometimos que viviremos y moriremos juntos”.

“No te preocupes, estaré contigo muy pronto”.

La curiosidad de Cole se hizo cada vez más fuerte cuando preguntó: “¿Quién... quién eres tú?”.