Você está lendo Capítulo 1314 do romance ¡Buenas noches, Señor Ares!. Visite o site booktrk.com para ler a série completa de ¡Buenas noches, Señor Ares!, do autor Internet, agora. Você pode ler Capítulo 1314 online gratuitamente ou baixar um PDF grátis para o seu dispositivo.
Pesquisas relacionadas a Capítulo 1314:
Carson criticó la forma del Joven Amo de anteponer su propia seguridad a las cuestiones de principio. “Joven Amo, si hubieras estado fuera al mando de los Corbetas, tal vez hubieras podido atrapar a los miembros de Fantasma”.
Cole murmuró: “¡Luchar contra Jay Ares es como encender una vela dentro de un inodoro mientras buscas una m*erda!”.
Carson consoló a Cole y le dijo: “¡Joven Amo, aunque te ha derrotado, no debes subestimarte!”.
Cole se sentó con la espalda recta como un zombi y miró a Carson. “¿Qué acabas de decir?”.
Carson no pensó que hubiera dicho algo malo, por lo que repitió: “Joven Amo, no es vergonzoso perder ante Jay Ares. No puedes seguir teniendo miedo de perder contra él y ser una tortuga por el resto de tu vida, ¿verdad?”.
Cole estaba tan enojado que agarró una almohada y se la tiró a Carson. “¿Quién dijo que voy a ser una tortuga?”.
Carson atrapó la almohada y lo miró fijamente. “Entonces, ¿por qué no saliste y peleaste con él esta noche? Tú… ¡obviamente tienes miedo de perder!”.
Cole replicó furiosamente: “¿Estás loco? Incluso si le gano en una pelea, aun así perdería. Ahora es el nieto querido del abuelo. Si gano, él no estará feliz y el abuelo tampoco estará emocionado. Si el abuelo no está contento, ¿crees que me dejará vivir mi vida sin preocupaciones?”.
Carson se dio cuenta de repente. “Tienes bastante razón”.
Cole era un hombre sabio con miles de pensamientos, pero podría haber pasado por alto una o dos cosas.
Pensó que podría escapar si no participaba o interfería.
¿Quién hubiera pensado que su abuelo, que había perdido a su querido nieto, estaría tan furioso? Las llamas de su rabia se extendieron rápidamente a todos los rincones de la fortaleza de los Yorks.
Cole no tenía inmunidad en absoluto.
El Viejo Gran Amo regresó a la villa y caminó de un lado a otro por el patio con un rostro hosco. Gritó mientras estaba furioso: “¿Dónde está Spencer?”.
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