¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1590

Todos quedaron atónitos.

Jay estaba estupefacto mientras miraba con incredulidad a Angeline.

¿Angeline realmente lo había golpeado?

Angeline estaba tan furiosa que no podía respirar. Desde el momento en que Chloe entró al Pueblo de Ciruela Verde, sintió que la habían puesto en trance. Estaba dominada por la ira con un solo objetivo en mente: expulsar a Chloe de su mundo por completo.

Cuando Chloe vio a Jay de pie aturdido en el mismo lugar después de que lo abofetearan, sin hacer nada para castigar a Angeline, Chloe quiso defender a su hijo. Se puso de pie de repente y corrió hacia Angeline, levantando la mano para abofetear a Angeline.

Como un león loco, Angeline sostuvo la mano de Chloe en su mano derecha mientras abofetea a Chloe con la otra mano varias veces sin contenerse.

“¡Ya es suficiente, Angeline!”, la reprendió Jay de repente.

Extendió su mano para separar a Angeline y a Chloe, y luego reprendió a Angeline: “Has cruzado la línea hoy”.

Las pupilas de Angeline ardían en llamas. Apretó los dientes y dijo: “No tienes derecho a decirme qué hacer, Jay Ares”.

Nunca lo había llamado de manera tan ajena desde la infancia. Jay recibió un fuerte golpe cuando escuchó cómo ella deliberadamente estaba trazando una línea entre ellos al dirigirse a él de esa manera.

“¿Cómo me llamaste?”.

Angeline contuvo las lágrimas, y dijo terca y firmemente: “Ya he escrito el acuerdo de divorcio, Jay. Seremos extraños a partir de ahora. Además, será mejor que vigiles a tu madre. Si alguna vez me vuelve a provocar, entonces lo siento, no voy a contenerme como hoy”.

¿Un acuerdo de divorcio?

Su corazón cayó en un infierno infinito. De repente, sintió como si la oscuridad hubiera envuelto su vida.

“Cuida a los niños”. Después de decir esas palabras, Angeline recogió su equipaje, se dio la vuelta y se fue.

Shirley ya estaba parada en silencio detrás de la multitud hacía algún tiempo, llevando una pieza de equipaje en la mano. Su vientre abultado parecía muy obvio a estas alturas, y parecía que entraría en trabajo de parto muy pronto.

Angeline se acercó, liberó a la Hermana Shirley del equipaje y dijo: “Vamos, Hermana Shirley”.

Chloe rugió. “Angeline Severe, si quieres irte, vete por tu cuenta. Shirley lleva al hijo de los Yorks. Ella no puede ir”.

Angeline se dio la vuelta y respondió con un rugido. “Chloe Yorks, mi hermana seguirá siendo una mujer libre mientras los Yorks se nieguen a permitir que se case con un miembro de la familia. Solo quieres al hijo de los Yorks, pero te niegas a darle un título a mi hermana. Tus artimañas pueden funcionar con otros tontos, pero no con los Severe”.