¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1605

Jay sintió que se le enfriaba la sangre e incluso le temblaban las puntas de los dedos.

¿Angeline quería despedirse de su pasado por completo? ¿Se refería a abandonarlo por completo a él y a sus hijos?

¿Qué tan herida podría estar ella que, la Angeline una vez tan optimista y alegre, estuviera ahora abatida por el mundo?

Cole continuó hablando sin parar: “Estoy tratando de transferirles dinero, pero nuestras cuentas de Venmo tienen un límite de 299.99 dólares. Intenté devolverles la llamada, pero la otra línea está ocupada. Supongo que sus teléfonos ahora rechazan cualquier llamada, por lo que, a menos que tomen la iniciativa de ponerse en contacto con nosotros, no podremos comunicarnos con ellas”.

Jay no se sorprendió en absoluto de que Angeline hubiera configurado su teléfono para rechazar todas las llamadas entrantes. Era solo que todavía sentía una leve punzada en el corazón.

Siempre que pensaba en cómo Angeline había trazado una línea entre ellos, sentía que su corazón sollozaba de tristeza.

“Amo Ares, nos estamos quedando sin ideas aquí. ¿No has sido siempre inteligente y sabio? Te dejaré este asunto ahora”.

Jay aún estaba desbordado por el dolor que Angeline le había infundido, y no estaba en absoluto de humor para escuchar la voz de Cole.

“¿Aló? ¿Amo Ares?”.

Al final, Cole no tuvo otra opción que colgar el teléfono.

Dentro del salón, el gran Viejo Amo Yorks, Chloe y Spencer miraron a Cole con impaciencia. Sus expresiones estaban llenas de expectativas, ya que todos tenían personas que les importaban y querían saber la situación actual de la otra parte.

Cole se encogió de hombros y trató de mantenerlos en suspenso. “¿Por qué me miran?”. El hecho era que él no estaba al tanto de la situación de las tres mujeres. También quería saber más sobre la situación de Angeline”.

Spencer reprendió airadamente: “Deja de mantenernos en suspenso. ¿Cuándo volverá tu madre?”.

Cole tomó una cereza del plato de frutas y se la metió en la boca. “¿Por qué piensas que mi madre volverá?”.

Spencer hizo un voto solemne: “Huir de casa fue una decisión que ella tomó por un capricho impulsivo. Volverá a casa una vez que se haya calmado. Ahora es una mujer de mediana edad, pero todavía se escapa de casa como una adolescente. ¿No es vergonzoso?”.

Cole miró a su padre con los ojos en blanco. “Estás equivocado, Papá. Mamá nunca volverá en esta vida. Ella dijo muy claramente por teléfono que se está despidiendo de su vida pasada, y que incluso está dispuesta a renunciar a mí, su querido hijo, por completo”.

Cole se puso de pie y estiró la cintura. “No perderé más mi tiempo hablando con ustedes. De todos modos es inútil. Sigan haciendo lo que están haciendo, y un día cuando las hayan matado, tal vez renuncien a ese ridículo prejuicio”.

El consejo de Cole fue similar a una llamada de atención del gran Viejo Amo Yorks.

Tenía que hacer algo para evitar que los Yorks fueran destrozados.

En ese momento en la Capital Imperial.

Los pensamientos de Jay estaban en un torbellino de confusión.

Originalmente esperaba que Angeline regresara después de que se calmara. Sin embargo, ahora que se enteró del incidente de Angeline, no podía quedarse quieto por más tiempo.

Caminó por la habitación mientras todo tipo de pensamientos terribles aparecían en su cabeza. ¿Qué diablos le pasó a Angeline? ¿Su ansiedad empeoró? O quizás…

Cuando Jay pensó en su muerte, una ola de sudor frío estalló en su espalda. Todo su cuerpo era como un globo desinflado mientras se deslizaba hacia el suelo.