¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1616

Empujó a Judy y dijo algo impaciente: “Judy, no deberías tocar a un hombre con tanta libertad. Espero que no haya una próxima vez”.

Cuando Chloe vio a Jay, murmuró con una expresión fría: “Pensé que nunca te volvería a ver en esta vida”.

Jay estaba aturdido mientras se quedaba quieto. Estaba un poco perdido.

Chloe tomó la iniciativa de calmar los ánimos. “Mamá solo te está tomando el pelo. Ven aquí, no te he visto en unos días y te has vuelto aún más demacrado que antes”.

Jay respondió cortésmente: “Estoy bien”.

En ese momento dentro del Hospital Gran Asia.

Después de ingresar al hospital con el bebé en brazos, Angeline siguió el procedimiento para registrar al niño y esperó fuera de la sala de consulta.

Cuando fue su turno, Angeline llevó al bebé adentro. Tan pronto como el médico vio a Angeline, sus ojos se llenaron de grandes dudas.

Angeline, que había sido devastada por su grave enfermedad, ahora había perdido decenas de libras. Aunque su peso se estaba recuperando lentamente, ya no podía volver a ser como antes.

Parecía alguien que obviamente acababa de recuperarse de una enfermedad grave.

“Señora Ares”, gritó el viejo doctor, algo inseguro.

Angeline sonrió con amargura. “Soy Angeline Severe, pero ya no soy la esposa de su presidente”.

Después de ver a Jay apresurarse para encontrarse con Chloe con una expresión ansiosa, Angeline ya no esperaba tener un futuro juntos.

Incluso pensó que tal vez el acuerdo de divorcio que le había escrito a Jay en la Fortaleza Yorks ya estaba firmado por él.

En ese momento, Angeline sufría de ansiedad y depresión, por lo que sus pensamientos eran poco saludables y bastante pesimistas.

Dado que los miembros de la familia no tienen permitido acompañar personalmente al niño, Angeline no tuvo otra opción que irse a casa.

Cuando salió de Gran Asia, Angeline estaba distraída e inconscientemente caminó hacia la calle frente al Hotel de Capital Imperial. Levantó la mirada para mirar la entrada, solo para ver a Jay empujando a Chloe en su silla de ruedas. Vio a Judy que caminaba junto a él.

La madre y el hijo se reían mientras hablaban. Chloe parecía estar muy feliz.

Angeline sintió una punzada en el corazón. Quizás si ella no estuviera cerca, serían una familia feliz.

De repente, el teléfono de Jay comenzó a sonar y lo sacó para aceptar la llamada. Sin saber lo que le estaba diciendo la persona en la otra línea, la expresión de Jay de repente se puso nerviosa.

Jay levantó la mirada...

Angeline se apresuró a entrar en el taxi, y cuando Jay vio pasar la delgada sombra, sintió una puñalada en el corazón.