¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1617

“Angeline”. Jay corrió bruscamente tras ella.

Chloe y Judy se sintieron completamente exasperadas. Entonces, Judy se quejó: “Angeline es realmente tremenda. Ella no se molestó en aparecer antes, entonces, ¿por qué tenía que presentarse ahora? Ella está interrumpiendo tu reunión con el Hermano Jay”.

Chloe resopló. “Es bueno que haya vuelto. Ahora puedo persuadirla para que se divorcie de Jay”.

Cuando Judy escuchó esto, su ira disminuyó un poco.

Mientras Angeline estaba sentada en el taxi, pudo ver a Jay corriendo y sus ojos se volvieron borrosos al instante.

“Lo siento, Jaybie”.

El conductor le preguntó: “Señorita, parece que alguien la persigue. ¿Deberíamos detener el coche?”.

La mirada de Angeline se posó en sus brazos huesudos y sacudió violentamente la cabeza. Casi empezó a suplicar: “Por favor, conduzca más rápido”.

Aunque había estado persiguiendo al taxi durante un par de cuadras, finalmente desapareció de su visión. Miró las calles vacías y aulló desesperado.

“¡Argggg!”.

Se dio la vuelta abatida. Solo que esta vez, no regresó al Hotel de Capital Imperial y fue directamente al Hospital Gran Asia.

Cuando encontró a la pediatra que había estado con Angeline antes, Jay inmediatamente preguntó: “Doctora Loui, ¿vio a mi esposa antes?”.

La doctora Loui mostró una expresión avergonzada y dijo algo incómoda: “No estoy segura de si fue la Señora, Señor Ares. Porque ella es bastante diferente de cómo la recuerdo. Está demasiado delgada ahora, como una hoja de papel que saldría volando si el viento soplara sobre ella. Simplemente parece que ella es alguien que ha estado gravemente enferma…”.

Cuando Jay escuchó su descripción, su corazón comenzó a acelerarse.

“¿Por qué vino aquí?”. Cuando habló de nuevo, su voz sonaba más ahogada.

“Hola, soy un familiar directo de Dawn Severe”. La voz de Angeline sonaba un poco nerviosa. Dado que el hospital la llamaba casi después de haberse ido, estaba inexplicablemente ansiosa y asustada. Tenía miedo de que le hubiera pasado algo al niño.

Al escuchar esa voz familiar, los ojos de Jay se humedecieron un poco.

“No cuelgues, Angeline. Solo quiero decirte algunas palabras”.

Angeline escuchó la voz un poco ronca y triste de Jay. Se sintió un poco perdida.

Como si estuviera mirando la súplica desesperada de Jay al otro lado del teléfono, Angeline pudo sentir que su corazón se ahogaba.

“Mjm”, le respondió en voz baja.

Jay dijo: “Angeline, vuelve conmigo, ¿de acuerdo? Jaybie superará todo tipo de dificultades contigo. Ten fe en mí y definitivamente podemos…”.