Resumo do capítulo Capítulo 166 do livro ¡Buenas noches, Señor Ares! de Internet
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Rose le dio a Jenson una sonrisa que era radiante y tranquilizadora, como si le estuviera diciendo, "No te preocupes por Mami".
La expresión nerviosa de Jenson se tranquilizó un poco.
Rose de repente se puso de pie. Sus ojos estaban tan cálidos como el sol. Con una ardiente mirada juvenil, se deslizaron a través de todos los hombres del lugar.
Al final, sus ojos se posaron en John.
Se bamboleó hacia John, pasó su largo brazo sobre el hombro de John y susurró, "Cuarto Tío, baila conmigo y algún día, te pagaré por tu amabilidad".
La razón por la que eligió a John fue que solo bailando con un hombre de la familia Ares podría eliminar la calumnia y el ataque de todos.
No tuvo el valor de invitar a Jay. Incluso si ella tuviera el descaro de invitarlo, seguramente la avergonzaría al rechazarla en público.
Todos, incluido Jay, quedaron atónitos por el repentino movimiento de Rose.
De todos los hombres de la sala, ella eligió a John, un mujeriego. John era famoso en la Capital Imperial por su baile de salón. ¿No pasaría vergüenza la payasa de Rose al bailar con él?
Todos los demás esperaban verla ser rechazada por John. Después de todo, John tenía un dicho famoso de que no aceptaría a una mujer que tomara la iniciativa. Lo que Rose acababa de hacer debía considerarse como tomar la iniciativa, ¿verdad?
Sin embargo, para sorpresa de todos. John no la rechazó. En cambio, le rodeó la cintura con la mano como un caballero y se rió. "El gusto es mío".
John llevó a Rose a la pista de baile. Cuando comenzó el vals, los dos instantáneamente se apoderaron de la pista de baile.
Cuando terminaron, John anhelaba más. "La Señorita Loyle baila muy bien. ¿Me puede hacer el favor de bailar conmigo una vez más?".
Sin embargo, Rose ya le había soltado la mano. Tímidamente negó con la cabeza y dijo, "Lo siento, estoy un poco cansada".
Tan pronto como Rose salió de la pista de baile, Josephine corrió hacia Jay con la falda en las manos y le suplicó, "Hermano Mayor, resulta que la Cuñada puede bailar muy bien. ¿Puedes pedirle que baile un vals contigo? No te he visto bailar el vals en mucho, mucho tiempo".
Jay le dio una mirada asesina y desafiante.
"Por favor, Hermano Mayor. Hoy es mi cumpleaños. ¿Hazlo para hacer realidad mi deseo de cumpleaños, por favor?".
Con un suspiro de resignación, Jay caminó hacia Rose.
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